Saturday, November 5, 2011

La visión de la muerte en Carlos López Dzur


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Textos de López Dzur

LLAMAME DESEO / ALEGRIA / FRAG. 2.
Desde hoy me llamarás
Deseo / Alegría / ausencia de tristeza.
Que sean otros los que me digan
Puta Muerte / hechicera / choripanta traicionera.

No tú, Carlos, orfebre de palabras.
Cántame como canta el beso tierno a los labios.
Admira mi boca roja de vanadio.
Abre mis muslos, mira la charca en que nacíste;
sumérjete en mi parto; nazcamos juntos
en el amor de la voluntad de belleza.

Te prestaré la joya de Gersimi.
Te haré nacer en la luz de los mares.
Edén llamaré a tu isla, alcoiris su libertad.
Libre albedrío, tu consciencia.
Tu nuevo Yo, el que no cesa,
lo fundaré en el acto que se llama Armonía.

Bozeman, Montana - Abril 1987

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ELLA NO ES

No. Ella no es madrejón ni seco río.
Ni habita siempre en el hiperespacio
más allá de las tres dimensiones conocidas.

Le gusta la superficie toroidal de mis ejes
y unce las toroides de mis planos
y a mis cabrillas las vuelve torbellinos.

¡Ay, Bicha de Balazote!
me has despertado
y en el rescoldo de mi angustia
te apareces
y escardas de mí lo bueno
y quemas de mí lo malo.

Con tu piel me coses
un velario. Con tu memoria me compartes
la narrativa propia de mi yo y el Olvido.

5-8-1989 / De Primera parte / Narrativas del yo cesativo

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VANADIS

¿Para qué buscar tan lánguidas bellezas
más allá de tu cuerpo querido y de tu corazón dulce?:

Charles Baudelaire
Lo que doy a los cinco sentidos
es demasiado generoso, cada vez es más rico.
Es un yo-casi-glorioso y si lo piden lo doy
y si lo toman por ser poco, lo retiro.

Te diré que soy llamada Vanadis
y mis templos tuve y tendré en los cielos
del Norte y en las cuevas de Vikingos
y de Vanes germánicos; se me invoca
como Freya, la más puta de los Ases.

Y me dijeron maga, curandera, pitonisa
porque soy más sabia que puta,
pero más ardiente y bella que las joyas
de las Valquirias y la Maya.

... Yo soy La Muerte, Carlos,
y dispenso la Luz en el yo cesativo
y con mis besos regenero a varones
de débiles potencias.

Doy libertad vital y liderazgo.
Pongo en los inviernos del abrazo
la erótica y mi alegría se avanza
en otoño, en verano, en primavera.

En un manto mágico de plumas de águila
te guardo, te subo a las nubes más altas,
a predios del hiperespacio.

Te he llevado a mi palacio en Asgard,
donde recibo por Odín las almas de los muertos,
donde amo a los dioses del futuro.
a los enanos que trabajan con mis cinco sentidos

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LOS ASQUEROSOS

Hay hombres / bestias / entes / seres
que yo no quiero ver.
Son los que dejaron de pensarse como egos cesativos.
Me dan asco y no voy a sus camas
a entregarles su futuro sepulcro.

A ellos no les cierro los ojos.
Yo no. Otros que sean los que susurren
una mentira para ellos: «Están muertos».

No me arropan las colchas de esos cadáveres vivientes.
Me gusta más tu cobija y tu cuerpo desnudo
que me adivina, acaricia, me sube con manos
tiernas, esplendorosas, pequeñas, al estómago.

¡Tú me has amado, me invocas, me respetas:
tme llamas hermana, madre, mujer, amante,
materia prima de tus ansias, pulpa femenina
de tus sueños!


¡Cómo me amas, enano,
desde la flor de tus cinco sentidos!
Me siento más bella cuando tú me quieres.

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EROS / EROS / EROS / Frag. 6.

No se trata de las renunciaciones.
No del cadáver del Deseo.
No de una moneda colocada
en la costilla o la boca del difunto.

¡Esto se paga en vida,
venga o no venga la Muerte!
Esta es la virtud anticipada
y la gracia trascendente,
la bendición a tiempo:
¡Eros, eros, eros!

[De Segunda parte: ¿A dónde vamos?]

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METAMORFOSIS

Tú... ama mi fango, hijo mío,
que yo de lo turbio forjo La fuente de aguas
cristalinas; la Muerte es filtro.
Del fango es alimento.

Tú, medita en mis huesos, siémbralos en nombre
de la Güenda; yo, los haré como semillas
que se pudran y florezcan y sean un vestigio al fin
de lo nuevo en tus ojos y en tus pasos.

Es mi palabra: lo que te doy no se vencerá
ni la estacada de nuevos abandonos.

5-13-1989

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DE LA TRANSITORIEDAD

A George Simmel, primer sociólogo de la modernidad,
sicólogo de la acrobacia y la pirotecnia, hombre sin base firme,
retórico neobarroco de la transitoriedad…
Estos son los discursos sobre la muerte amarga,
la agonía ad hoc, defunción giratoria,
el sepelio insoportable, el petardo,
la disolución infernal,
la Nada victoriosa
y el nihilismo.

Aún sabiendo la directa relación
entre la vida y la forma, ellos no van al fondo.
No se juntan contigo, no suben
a la Nao de la bruma,
menos se ponen en tus botas.

No lloran con la ralea sufriente
que pide tu café, el asma de tu madre, la tragedia,
el disparo, el cuchillo rayado y afilado
con la brea de una orilla de tu calle.

Ellos buscan el espíritu del tiempo
como se busca un chiste en el vacío,
un pedo difuntal entre utensilios,
definición impresionista de la Nada.

Por la expresión básica de instintos
no van a la fe, sólo la mientan.
Huyen a los saltos, leaps of faith
kierkegardianos.

No harían una intrahistoria agónica,
senequista, goyesca, unamuniana.
A la esperanza no le daríán su hóla
olfateando la pasión.

Vivos ya están en los panteones,
muertos en nequencia,
deambulan como zámbies…

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A MONCHO LIRA Y MARIA CULITO

No saben el discurso, la queja existencial,
abierta y dolorosa, el don, la hondura
del ebrio despreciado, Moncho Lira,
el don histriónico, oratorio,
de María Culito,
la pobreza dura, el esfuerzo,
el heroísmo de Millita,
el hambre en la misericordia,
la reunión de los pobres por un caldo
y zapatos, o trapitos nuevos y fiambrera
que les brinden los Torres y Boultrón,
Cheo El Indio, o para el pobre
la cajita de muerto de Don Aguedo.

Para tus días, nada saben sobre la muerte.
Inventan estructuras y cohesiones sociales,
el dominio, el puño atroz,
la Mano Invisible del estragulamiento
para que no se construya
un yo maravilloso, ser-con-otros
projimal, destino comunitario, benévolo.

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YA NO ME DETENGO

Abro mi paso. Yo no me detengo.
Mi prisa empuja secretamente lo que encuentra
y no puede evitarlo. Echate a un lado, cadáver vivo,
si observas que este viento arrecia en forma de persona
o la barca que lo auxilia se navega
con su preciosa carga.

El sol está en mi sangre y lleva lo mejor del mundo:
estos egos cesados, premio de muertos.
Me acompaña una zona vibrante de silencio
que como tal azota el luto y vomita sus cráteres.
Consumió lo que pudo desde su garganta
que tiene sed de alba.

A mis pies circula el río más caudaloso
(de tu monte, Carlos) y me añade la premura que me falta.
Me alcanza, me empuja, me reanima.
De los valores recobra a los ausentes remolinos
y con la lengua perfora más agujeros
que los que queman en las almas.

¡Qué violenta y golosa es la tierra que conozco
por causa de esta prisa, de los pies a la boca!
Voy donde me lleva la promesa más pura,
lvida que brinca entre charcos y vientos,
de norte a sur, de meridiano en meridiano.

1-7-1977

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EL SUSTENTAMIENTO EN LA AGONIA

¡Qué pena de advenir y carrusel!
Imagino a los muertos
como langostinos que saltan de la red,
peces transformados por insaciable apetito
y que oscurecidos, en el día final, se fijan tiesamente
al regodeo de la tristeza mía, se pegan
a las horas en que sucumbo contigo, Sepultura,
y con sus cuerpos...

La feroz madrugada vibra
el ciego holocausto de la aproximación;
me voy cuando ya tú me sueltas,
te dejo, pero me has sustentado en agonía
(y, si me has mutilado, qué ojos lo dirán, no sé).

Estuve al habla con una pena inmunda
y nueva que ajota hambre de ser
y prisa de aguacero, repentino e intenso,
y muina de barro y godeo de celo y mujer.
¡Ay, qué empleo me dio la pena y la tronga,
ardiente, lujuriante, caprichosa!

¡Que arrastre sobre los vientres de la sepultura
los de estos vientos que han devorado
el mal soñar, con maderos viejos,
leños de mal arder
y el mal dolor del trinqueval,
con dos ruedas del carrro negro,
deslizado y sepulto al fin,
allí en la ribera de uverillos que florecen
en abril, y luego se secan, ajenos al río y la mar!

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QUE PENA DE ADVENIR U CARRUSEL

¡Qué pena de advenir y carrusel,
la vida como noria y giros de Samsara!
Téngase lástima por mí
que los sepulto, por todos,
por los que nunca se aferraron al hoy
y por los que siempre se aferraron al ayer
en medio del desgaste del ser-en-otros
y en Uno-ser y en Nadie-ser,
espaciados en inmensidad maravillosa.
La muerte al fin.

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ENTRISTEZCO, DON AGUEDO

Huérfana de palabra, Ella satisfecha en mí
y mi incrédulo yo, satisfecho con ella...
Entristezco, Don Aguedo.
Vea que entierro los míos, un cadáver tras otro,
y ¿quién vendrá por la sospecha de saberme poco,
todo y nada, cautivo de su nombre,
a enterrarme a mí?

Una memoria agradecida se encargará
de quitar mi nombre de Cerbero,
pero... ¡Ay! me hallas, te veo, te solicito
y con qué ojos percibo lo que seas,
no lo sé, Muerte, hasta hoy.

Hice el oficio de servirte, peor
hubiera sido ser verdugo y juez…
En tristeza personal,
te confieso.
«Te he amado;
yo te desnudo».

En cohecho de noria y carrusel, te amo.
Tú y yo fornicamos sobre las sepulturas.

26-4-1989

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LA MUERTE A ESCONDIDAS

Mejor que no me observen
ni me compartan quejas.
Que no vayan a mi jardín
ni me añadan sus flores.
Quiero ser muerte a escondidas.

Esperen. Levantaré mi mano
y les llamaré porque conmigo
serán amados, les diré mis prójimos,
seres de mi anhelo, lo prometo,
pero no formen bola,
no se agrupen, yo sé mi archos,
mis reglas coercitivas, mi voluntad
de cizaña castradora.

Sé cuando expido mi consentimiento.
Sé cuando quiero el fin de las persecuciones.
Sé cuando recibo a los desprestigiados
y cuando acabaré las extorsiones
y la privación por violencia y engaño.

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CUANDO NO HAY SABIDURIA AL MORIR

De lo contrario, yo deformo,
apago el aliento y los preño en la angustia
por las sendas de días y sinsabores
más largos que el cienpies meado.

No me cobren una cuota
por el amor que permito.
No hagan nada por fundirse
en mi abrazo, suicidas del chantaje.

No me sellen con emblemas
por sabérselo todo: yo soy la boda
y el divorcio, yo soy el jardín que yo quiero,
el policía verdadero de la dicha,
el retollo de flor y cipreses
del colapso, árboles llorones
afines a mi llanto.

No quiero proclamas con medidas
para mi emplazamiento
ni género ni número ni turno;
no doy licencia a destiempo
ni ofrezco privilegio.

Que no haya enojo
cuando decido y amonesto
ni se afane una norma de muchos
ni una coerción de pocos.

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LA MUERTE ES JUSTA Y OBJETIVA

No lo acepto.
No imito pendejadas soberanas.
Que no haya prohibiciones que equivalgan
al castigo, yo soy la Generosa,
sin monopolio de verdades ajenas.

Los que me insultan, o me menosprecian,
en su propia impostura los preservo
con la fuerza que condena,
con el robo que les roba,
con el odio de sus propios desprecios.

No. Yo no me burlo,
yo les recibo en el Seno de Abraham,
y beso a la mujer majúa,
como a lloricas que vendrán a mí,
a su debido tiempo.

No multo por lo tarde
a quien regresa, ni añado más traición
a los que se traicionaron a sí mismos.

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LA BARCA NAVEGA EN LA LAGUNA

Laguna Estigia, río luctuoso,
realidad contínua del ego cesativo,
tránsfuga y sangrante, lágrima y risa
de Caronte, perla de oro de las Erinas
y las putas más putas putas
del Ovario Bendito,
la nave tiene prisa.
La barca está abatida por las olas.

El agua empuja para no sentir
todo lo que se pudre en un pantano:
al planeta envilecido del primate.

Algo se tiene que morir, almas desgarradas,
el yo cesativo que se pervive idiotamente
en la historia perpetrada de los mitos

... sin hallar su justa interrelación,
su calidad de vida
en el espaciotiempo vibratorio.

El alma envilecida, su cerebro
que fue alma irascible, piloto,
el buen caballo,
ya no halla superficie de contacto,
porvenir inductivo, simetría de salvaciones,
ni las rutas al interior del Cielo.

[De Séptima Parte / La invención del alma]

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EGO, CESA YA

Vino tu hermano con engaño, y tomó tu bendición.
Y Esaú respondió: Bien llamaron su nombre Jacob
pues me ha suplantado dos veces. Se apoderó
de mi progenitura y aquí ahora ha tomado mi bendición:

Génesis: 21: 35-36
Bajo la piel del carnero
(mas no en la página vacía de la indiferencia
sin sustancia) está la bendición, el camino,
la estrella más brillante...

David en seis sentidos expresado, el hijo con raíz,
a son of the Soil! e Isaac que bendice
y yo, Viajera Oscura, que los recibo
donde Astrae es justicia
y valle de vanadio, mis lágrimas.

Pero lo que está bajo la piel es mío.
La carne es caduca, pero no lo son
mis ríos uterinos, la Tierra que protejo.
La doy al hombre / mujer por abrigo y amparo.

Ego, cesa. Yo te recibo;
despídete de la Madre, y nichos ecológicos,
amores gentilicios, íntima simbiosis,
vecinas dependencias; ego, cesa.

El ego tiene que morir, irse conmigo,
dejar que yo sea su memoria,
su nuevo canto.

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DAR Y QUITAR DE LA MUERTE

Todo lo que quito, al fin y a la postre, lo devuelvo.
Si. Soy ladrona de vida pura.
No quiero Ego de muertos.

Digo, en la orilla de las Estigias del planeta,
desligáos del cadáver.
Un cadáver no sirve.
Sóis más que huesos mugrientos;
la vida sin los huesos, hoy se inicia.

Desligáos de toda memoria que no sea
su amor profundo, olvidáos de las cosas,
lmecanicidades, inesencias frívolas
e impuras. Ego, cesa.
¡Alma, múerete ya!
Así podrás vivir conmigo.

[1-29-1998 / De Narrativas del Yo cesativo]

El libro «YSL» / Yo soy la Muerte / consta de siete partes con los siguientes títulos y orden: Narrativa del Yo Cesativo, Introducción a la Laguna, ¿A dónde vamos?, Oralidad de los demonios, La Barca de la Muerte, La Barca de la gloria y, la sección final, La invención del alma. López Dzur describe el libro como producto de la más dura etapa de autocuración, tras el padecimiento de cáncer, y el enfrentamiento con este aspecto físico, único desagradable ante la muerte, la enfermedad y desgaste. El triunfo sobre la etapa descrita es este libro, como anticipo a la meditatio mortis, contenida en «El libro del amor y la amistad», con el que como autor esperaba despedirse de todos sus amigos. Mas 'La Dama' / la Viuda / del Alma / de sus poemas le ha permitido permanecer aún más en la 'orilla antes del próximo viaje de Caronte'. Carlos es un sobreviviente que ha meditado su experiencia. Selecciones

EN ADICION, UNA ENTREVISTA... El hombre enamorado de la vida

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LA MUERTE ES SANTA

La muerte es santa, Carlos,
pero hay una muerte que hipnotiza,
mentirosa propuesta de los destructores
y no es mía y no me representa.

Ebriedad es. Sopor de un limbo innecesario.
Acaricia con uñas largas aún a los vivos.
Con dientes blancos y ojos severos,
miente. Sonriendo, bebe la sangre oscura.

Cuando veas a los que te aman
o pudieran llorarte, dí que la muerte,
a la que irás un día no es tipo de condena.
Es muerte verdadera, cesación,
meramente. Ella no me suplanta:
te recibe La Dama.

Es la Cárite más bella,
el esplendor, el ángel.

Tú no mueres en verdad, Carlitos.
Vienes a verme por un rato
y me pides que te restaure el ser
y ponga júbilo y dones en tu alma:
el eco de mi voz en el corazón tuyo.

{De Introducción a la Laguna, frag. 15 }

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CUANDO LA MUERTE ES AMORFA

A veces la muerte es amorfa,
mercado de todo y nada,
disparate de muchas piezas,
originariedad desnaturalizada,
quincallería de golpes,
decepciones, caídas y fracasos,
desespiritualizado acaecer,
sórdida arritmia,
ética maquiavélica de angustia.

Antigualla de nihilismo, demagogia neosofista,
epítome del desgarramiento político del verbo,
mentís aparatosa de inmanencia, sepelio del alma.

Mecanicidad del ser, externa teratología,
egolátrica internalización de causas,
te saludo en miles de estadísticas.
Te computo en el asco de mi vómito.
Te esputo con ojo de buen cubero cálculo.

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CUANDO LA MUERTE ES COMO EL OLVIDO

A mi amigo el poeta y médico Cecilio R. Font Ríos
A veces la muerte quiere olvido
en síndromes de células.
Quiere una voz parkinsoniana.
Llevarse a los héroes que admiro,
a mis amigos amados, Cecilio.

Se los lleva vistiendo de temblores
a mis ángeles, con argucioso plan de olvido
porque ellos se aferran trágicamente
a la memoria de sus cuerpos,
a lo abyecto y sublime que simultáneamente
se conjuga para dar un Soy poético a la tarde,
un Seré mañana al placer de la noche.

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DEFINICIONES EXISTENCIALES DE LA MUERTE

La muerte definida
como un golpe organizado,
uña filosa que se hunde
en la molleja, en tu ser en la carne,
todavía no me asusta
aunque me arde y muerde
con su gusto de araña venenosa;
la muerte me ha llamado
desde su democracia mercantil
y su imperio totalitario y caníbal.

La muerte invocó mi nombre
antes que yo tuviera cuna y un seno
de reposo, con el rítmo cardíaco
de mi madre; me llamó
aún antes de hallarme con un beso,
me sedujo antes de encontrar
el romance con las formas bellas
de los huesos y las curvas tersas
del amor que madruga.

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CUANDO LA MUERTE ES MISERIA Y EPIDEMIA

La muerte definida como contexto cotidiano
y escenario
me hizo una estrella apagada,
volcán sediento, estanque que se perdió
en el monte de las ciudades frías,
montículo de referencialidades
soterradas, muertas en hipertextos.

No puedo temerla, aunque tampoco amarla.
La muerte se compone de millones de hambrientos.

En el año 2002, fallecieron 10.5 millones de niños
de edad menor a 5 años y a sus países
los llamé 'mis hermanos terrritorios';
yo creí la hipocresía / ingenuidad de llamarlos
criaturas, copias de mis ojos pequeños
y no pude hacer nada, sólo llorarlos inútilmente.

Otros 45 millones de niños morirán
en los países en desarrollo desde ahora
hasta el 2015 y no tengo nada que darles
sólo una frazada y envolverlos
en el adiós de mis lástimas.

A mi país, USA, le duele invertir el 0.14%
de su ingreso nacional para la ayuda;
la muerte humanitaria no es tan generosa,
se cercena la mano como el donante menos pulcro
y por esa razón, como los muertos de otras tierras
yo me llamo el más pobre, el muerto
con menos abundancia, el cadáver menos solidario.

Frags. de «Yo soy la Muerte» / En Zoomblog

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IDEARIO ANTE LA MUERTE

En ésto creo, Carlos,
y lo escribiré como una carta
para un enamorado. Pónlo
en la cesta invisible que te doy
con aroma y mandato de mi alma.

Esto dijo Atabey en su descanso eterno;
ésto lo dijo Irene, matrona que recibió
al herido y desnudo Sebastián,
asaetado en poste del Estadio Palatino:
No morirá del todo la fe,
la santidad del hombre
y su conexo histórico.

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LA VIDA COMO PALO ENCEBAO

No me los llevo al infinito, Carlos.
No estés triste por ellos.
Volverán a lo mismo, en breve:
Mingo La Perra a trepar el palo,
Sabino, a la albañilería,
Cornelia a santiguarnos.
A rezar, La Puerca y Pascasio.

Un palo encebao es la vida
de ellos, sus habitáculos en el yo,
en las autohistorizaciones,
en las norias del buey
y lo alienado.

Estas gentes no tienen plenitudes.
No son del Uno, ni sospechan
a Spinoza, ni a otros lados
de la onticidad y sus universos.

Están verdes y crudos,
sin comprensión primaria
de los cinco sólidos perfectos,
apenas balbuceantes
en sus metafísicas.

Van a sanarse después
de mucho herirse y regresar
a herir, después de mucho sanarse.

{De Introducción a la Laguna, frag. 7}

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DEL ACAECER / LA UNIDAD DE LOS CINCO SENTIDOS

Cinco silencios que la bestia no goza,
sin embargo, los tiene el náufrago viviente,
y la Lamia monstruosa,
sensible empero, con su Materia Bruta,
cinco modos de decir, vida prestada,
existencia mía, vida breve,
respit de la Mort,
lamia de existencial obsesión y desconsuelo,
a cuyos hijos verá del todo heridos,
desangrados, en burla,
aún insepultos por el Meqaber.

Por lo que, entonces, les entrega
el llanto noche y día, tiembla
sin cesar un momento, y se gasta
su mirada, y se pone cetrina
y duele el amor, el sexo, el Bíos.

Una vez sea cumplida
a fuerza pertinente de lo ónticamente
necesario, la unidad fundamental
de estos cinco sentidos, a la viuda
del Ser, a la huérfana, a la madre
que perdió los hijos, miradas
de reposo daré, ojos para la madrugada:
un día será del Gran Sepulturero
y la némesis, la venganza y el dolor,
pero otro día, se te hallará en la alquimia.

Lamia, la verás, María parturienta
de Belén, Naditu, vestal acadia,
verán la promesa cumplida
y, como templarios que custodian
el Secreto, inventarán las palabras
y las alegorías, dirán contra la Muerte
y por la muerte: Soy el Acaecer,
los puntos en el centro de las cosas,
un dolor en punto para el parto,
un parto a punto de nacer,
el punto encima de las íes.
Un punto en punto caramelo…
más insondable que la muerte
es la esencia
y todas sus totalidades,
el desafío, el bíos,
la apofánsis,
el ala,
el fundamento
del fundamento.

[De Introducción a la Laguna, frag. 5]

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A LOS HIJOS DE LA ESTIGIA

A los hijos de la Estigia, cuatro son
en la Tierra, los observé en las aguas.
Los extraje del naufragio
y los salvaguardé con angustia.

Los vestí con la sociología.
Quité harapos, sedimento malo.
Los alimenté con piel nueva, futuro.
Para el hambriento dí pan de optimismo.
Los alivié en los kimtu, en aldeas gentilicias,
en villas de refugio, aún consoladoras.

Naditu les habló misericordia:

2.

Hoy lo femenino muere con su divinidad extraña
y los varones mandan, esquilman el comando.
El matriarcado se convirtió en la Luna,
la locura, el caos, lo introspectivo.
El tiempo nació hoy.
Nació el tiempo
con número nupcial de desamparo.
El hueso frío es el agua de la Oceánide.
Niké llena de horas y sepulcros
es la victoria, conato de la muerte.
Cratos nació para matarla,
tarde o temprano será,
él no se esconde en piedades,
él es, por cotidiano, vil proceso,
un trámite, una letre de caché,
sello del rey, voz de instituciones.

{De Introducción a la Laguna, frags. 1 y 2}

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UN PESCADOR TE ESPERA

A Dánae, presa de angustia y lanzada
por su padre al naufragio y la muerte
Al ángel que fulmina los fantasmas de la muerte
y ciega los temores en las cuevas, lo llamarás
el Pescador, constructor
de senderos de la oxitocina.

Es el más amoroso vigía, Séfiros isleño,
sefirot por bondad de la Mañana,
vigilante de los décimos días.
Endorfina del Ser, contigo navega
en el cofre de la huída.

¿No es hermoso? En cueva de tinieblas
no estarás por siempre.
Toma la promesa, hija es de las aguas,
héroe es y eco de Tu Vida.

Hija de la Torre, espera con paciencia.
No desmayes.
Un pescador te espera.
El cofre se abrirá en la mágica Presencia.

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NO MORIRAAS JAMAS

No morirás jamás.
Existe el infinito. Una oportunidad,
escena ctónica, una tras otra, réplica
de libertad para que extiendas al hombre
y que el ser primordial se plurifique.

El se levantará del hueso y la molécula,
del gen y el cofre de Perseo,
el Pegaso volador y las huídas de la Tierra Madre
que vigila lo siniestro y su avanzada una vez
ya venció con el espejo de la sabiduría.

No morirás tú.
Quien observa la piedra, el polvo abstracto inicial
de la serpiente, la casa-contra-piel del Golem,
la mar oceánica del monstruo, dijo: No morirás,
pequeño de Dánae, ancestro de A-Cristo,
esclavo del Tirano. No morirás.

Prevalecieron los mensajes hormonales
en zurrón guardado, en el amor posible.
Los pescadores de Sérifos quedaron con sus rayos,
humanos y divinos, y has visto el Arca,
el rollo de la Cábala, el Ojo Mío,
y pueblos cortados
y barridos de la Gloria, nada son.

Prevalecieron allende
la mar monstruosa de Occidente.

5-2-1989 / Breves antologías poéticas / Yo soy la muerte

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LOS VIAJANTES DE LA BARCA

Cuesta mucho dolor este culitaca,
sentirse libre, sin demonios,
lleno de vida.
La culpa, soterrada.

Algo queremos que no lo explica su ciencia,
sólo la líbido y su libertad de vuelta y media
que no tiene otro ser que inmoralismo.

Nos va el ser en el ritmo del perreo.
Nos habituó al clamor un grito primitivo
de las danzas y, por ello,
en lo estricto del juicio y la condena,
no hay axiomas; bloqueamos los avisos.

Preferimos la senda del rechazo.
Somos incrédulos.

4-12-2000 / De «Yo soy la Muerte»
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