Thursday, June 10, 2010

«Cuando el barco se hunde»: Manuel Esqueda


Frag. 46. / Novela pedagógica «Gustavo, el maestro»

«Este es el señor Manuel Esqueda, quien es prácticamente un 'homie' de Delhi, aunque nació en Kansas City. El ha venido a conocerlos», fue la presentación que Gustavo hizo y, en adición, pasó el dato de que, con él, se aprende mucho sobre organización comunitaria. Tiene una licenciatura y una Maestría en Finanzas. Fue el gran jefe ejecutivo del Banco de América.

Lo último que dijo (porque sabe que don Manuel no vino a jactarse) es que el Distrito Escolar local construye una escuela que tendrá su nombre y dará el honor de su apellido a la escuela que sirva a 1,200 alumnos del Kinder al Tercer Grado. Niños de las familias más pobres en la Ciudad Más Pobre. «Don Manuel, como yo y como los miembros de esta pandilla de Artesia, cree que hay que promover lectura y conocimiento del inglés en vecindarios donde abunda el inmigrante nuevo y promover la lectura y conocimiento del español donde este idioma se pierde».

Con casi 60 años de casado, ya con 12 nietos y con la edad que supera los 80, es hombre que ha vivido y no siempre una vida fácil, sin retos y sin problemas. «Viene a contarles algo sobre él y el por qué, desde 1950, fundó un club de cuatro amigos para becar a los estudiantes, animar a todos a educarse». Fundó una minipandilla que llamaron «Gemeni Club», misma que ha crecido porque su labor es buena. Ahora ha sido rebauitizada como «Los Serafines — Angels of Orange County».

Lo primero que hizo el invitado, ante adolescentes de diverso aspecto, sentados en el césped de El Salvador Park o en unos improvisados bancos, cerca de unos muros, fue preguntar, si alguno ha viajado en barco y ha conocido los paisajes de alta mar, durante olejas procelosos. Ni ha escuchado antes una historia verídica de naufragio. Y oyeron la suya. No sacada de ninguna película, o libro de leyendas o historias. Esta es su vida.

Durante la segunda Guerra Mundia, siendo soldado de la Marina, se le asignó a un portaviones que fue enviado al archipiélago de las Filipinas. Durante la Batalla del Golfo de Leyte, en octubre de 1944, un avión japonés soltó una bomba de 500 libras sobre la plataforma del portaviones. Para salvar su vida, según Manuel le contó a la pandilla, se tiró en el océano y se aferró a los escombros que iba dejando el barco USS Princeton cuando se hundió.

Tirarme a las aguas heladas fue una opción desesperada. Quizás la única. Tarde o temprano, se incendiaría todo el barco antes de hundirse... Yo comencé a rezar... de entre los tripulantes que ví, conté muertos y ví a uno vivo antes de tirarme al agua. Trataba de mirar a lo alto del barco y ver brazos, piernas y cuerpos, se sobrevientes y era una tarea casi imposible... Ví por fin un hombre, subido a una escalera más alta que la plataforma, y antes que él pereciera le grité: 'Si me salvo y me ayudas a salvar, dedicaré mi vida a ayudar a la humanidad».

¿Cómo me salvé de las agua heladas, sobreviendo por más de tres horas, es lo de menos? Aquí estoy y les digo: 'I've done that. I've kept my promise'. Y soy una persona muy diferente a como fui antes, al Yeoman de segunda clase en la Marina... Mucha personas se pueden ver en medio de muchas batallas, puede que las sobreviven, sin experiencias directas con la muerte y sin sentido de aprendizaje y de misión; yo me dí una misión de servicio a la humanidad, conociendo que vendrán más pruebas como aquella del naufragio... pero, para salvar la vida, en cuanto es más que un cuerpo, hay que salvar el alma también y eso se hace teniendo una promesa y una tarea de servicio... En la década de 1940, de lo que se trata Santa Ana erade una región con muchas bases mlitares instaladas por los alrededores...

¡Me agrada oír que un chico tan joven como El Buddy sepa la historia de cuando México tuvo que firmar el tratado de Guadalupe-Hidalgo. También fue una época de guerra, donde el mexicano perdió la mitad de un territorio que había definido suyo. Mas, como dijo Gustavo, la California de 1820 no era igual que la de 1840 ni será nunca igual, según el tiempo pasa. La manera de pensar de la gente cambia y me gusta la idea de generación que El Buddy dice que aprendió de «La Consciencia» de Joaquín Murrieta... Tendré que leer de esa cosas que leen, o se hablan, o pasan al presente por la tradición oral, o los corridos... Lo importante de lo que yo he aprendido, con ustedes hoy, es que las guerras no son muy diferentes ayer y hoy. Son trágicas. Y, con la guerra contra los mexicanos, antes del Tratado de Guadalupe-Hidalgo, se hicieron injusticias porque los anglos no respetaron ni protegieron ni la libertad ni la propiedad de los que en estas tierras, alguna vez llamadas mexicanas, eran los habitantes orignales. No se garantizó el l derecho a los antiguos títulos de propiedad. Ni sl idioma ni derechos civiles... ¡Qué buenos que desde, muy niño, haya un chico que aquí sepa la historia y la cuente! Eso significa que de aquí saldrán otros Rick Aguirre, otros Wallace Davis, otros Amezcua».

Y, cuán brevemente podía, habló de naufragio que a veces no se dan en la mar, porque todas las guerras se libran, sin decir un resultado bueno, son naufragios y habló de luchas que, aún siendo necesarias, sólo serán úitiles, si quienes las luchan en vez de una memoria de beligerancia positiva en pro de futuro y renovación, las convierte en resentimiento. Ante lo que se dijo acerca de la actitud vital de las generaciones, Manuel Esqueda interpretó que, si bien toda generación pasa por la faena de «recibir lo vivido», «lo hecho por otros», «lo que no hemos labrado nosotros» por más duro sea, «se debe saber valorarlo, olvidarlo y cambiarlo, según se pueda». Ortega y Gasset llama a ésto el espacio de espontaneidad de cada generación. Don Manuel dice que la espontaneidad es necesaria para improvisar y apartarse de lo viejo, porque no todo lo viejo ha sido bueno y ejemplificó:

«Me dijeron que muchos de ustedes han visto que sus padres han sido perseguidos, metidos en cárceles... que han crecido sin ellos, que desde que se construyó la Corte y la Cárcel nuevas se le ha creado para ellos 'hogares' que no desearían, celdas de 4 aburridas paredes... yo tuve suerte; pero, imaginen esta situación que yo viví hasta los once años de edad. Mi hogar también fue un barco hundido. Un hogar que mi padre hundía porque el vicio del alcohol y la violencia doméstica no permtía otra cosa. Maltratar a mi madre, dejarla en el abandono, y ésto lo vivimos mi hermana José y yo. Cuando yo volví a ver a mi padre, habían pasado 20 años. Prácticamente, nos criamos solos. Nadie a él lo metió a la cárcel; pero él sólo hizo barrotes de separaciones entre él y la familia. Si golpeara a su esposa, bajo las leyes de hoy, él sería uno en compañía de padres como los suyos. El padre mío se hizo cárcel y condena él mismo... pero yo no guardo memorias de resentimiento. Puedo decirle: 'Usted lo hizo mal'; pero, sin rencor. La educación hace posible esta actitud moral y vital. Yo no dejé la escuela porque mi padre fuera negligente. Ni dejé de trabajar en la pisca porque sabía que mi mamá necesitaría de mi ayuda, cuando mi padre la abandonó... Niños, estas también son guerras. Los sufrimientos también son como USS Prinecton, el buque hundido, por bombas japonesas. Aquí, en el dolor de la niñez y del crecimiento, las bombas tiramos nosotros mismos... ¿Cómo? Cuando se deja la escuela... De niño, sentí odio por una maestra que le lavaba la boca con jabón a los niños mexicanos. Este fue su modo de humillarlos y menospreciar su cultura; pero ella, con su actitud, me hizo más fuerte... 'At first we hated her, but I wouldn't be speaking the way I am, without Bragg's guidance. Those measures would not be appropriate today, but it started a new life and challange for many of us... I decided to be a good student and good worker... Con la bendición de mi madre, me mudé a Huntington Park y terminé la preparatoria. Fui poco a poco porque, así iba mejorando mi imglés y tenía el tiempo para trabajar... Entre las muchas cosas que hice, te lo aseguro, Buddy, fui lavaplatos, mesero y cantante de boleros en la Calle Olvera de Los Angeles».

«¿Sabes? Uno de usted me dijo que la pandilla en Artesia debe ser sólo de mexicanos / californios originarios / y que estaría bien que Schwarzenegger mejorar el sistema de prisiones de California 'agarre' 20,000 de los inmigrantes indocumentados que tiene presos y los deporte a México... Yo no pienso así. Me gustaría que le liberaran los presos de todas las cárceles; pero para enviarlas a sus casas y a los colegios. Eso es un pensamiento creativo, sin amargura. Hay espacios, en cielo y aire, en mar y en tierra, para tods... sólo que hay muchos naufragios; los provocamos y los valoramos más, porque no queremos ser una vanguardia y hacer una promesa como la que yo hice, cuando se hundió el buque USS Princeton: 'Si me salvo y me ayuda a salvarme, dedicaré mi vida a ayudar a la humanidad».

Indice
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Indice / Novela de tesis / pedagógica / 1. Preámbulo / 2. El Estado Dorado y Exitoso / 3. ¿Cuál es «El divino tesoro»? / 4. La cazapremios que vive entre ratas / 5. La llaman Meteorito o La Gorda / 6. «Usted es un progresivista, no un trascendentalista» / 7. Dos papas podridas / 8. El certificado de defunción / 9. Un demonio vestido de santito / 11. El hijo de un guerrillero / 12. La exportación del miedo / 13. «Soy de donde mejor me convenga» / 14. «Y de mí, ¿qué va a decir?»: La Shakira / 15. En el submundo de la Rosa Salvaje / 16. «Los marcianos llegaron ya»: Miss Meteorito / 17. «Tras viciosos, malagradecidos»: Rosie / 18. Cruzarse de brazos / 19. Sobre conejas, premios y el Título X / 20. «Por amor a mi cantón»: El cholo / 21. «Naomi, ese hijo pudo haber sido el mío»/ 22. ¿De qué sueño americano estará hablando? / 23. El sabotaje y la historia / 24. El desaliento / 25. El toiletazo y los 'Homies' / 26. Se harán averiguaciones / 27. El robo y la palabra del día / 28. En defensa de Fa Boulon / 29. Gustavo y el padre de Fa Boulon / 30. El régimen de vigilancia / 31. El detalle de 2,000 caballos muertos / 32. «¿Lo expulsan por feo?»: Gustavo / 33. «Para despolitizar este asunto»: Frazier / 34. Vivencias del padre del alumno laosiano / 35. Por un poquito de digndad, no quiso la etiqueta para sí / 36. En el terror de una micronación / 37. El régimen de la secretividad / 38. La fotografía de la Princesa / 39. El equívoco del investigador / 40. Fa Boulon, la Princesa Bui Dou y los padres / 41. La amistad y la política en el plantel escolar / 42. Amigo es el que aprende a oir / 43. Conversaciones magisteriales / 44. Vatoz Locos / Pájaros locos /

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