Saturday, July 20, 2013

Selecciones de VARIACIONES ACRATAS









A JUANA DE ARCO

Tiemblas, Campesina, porque te hablo
¡y qué bien que temas! Soy la voz
de un ángel temible, quien destruye el miedo,
no lo escucha dos veces, quien sojuzga
la injusticia y la registra para la muerte
y, al final, reintegra en dignidad
al que padece y saluda en la eternidad
a los héroes humildes.

Doncella, esta es la meta una vez
me escuches y obedezcas sin miedo.
Por tu medio, se romperá el Sitio de Orleáns.
El poderío del inglés invasor sobre Francia
ha llegado a su límite y el pequeño
vencerá sobre el gigante y ni lobos
ni hienas impondrán como asirios
su máquina de guerra y hábitos de pillaje.
Organiza tu Oír, ve y avisa.
Haré que el Delfin escuche:
«Que ni Enrique de Inglaterra, conquistador
de los normandos ni su cómplice
el Duque de Borgoña, pisarán por siempre
el suelo en que naciste ni la Francia
que quieres para el mundo».
Proclama este...como único milagro
y el primer aviso de justicia: de voz de óngel
escuchaste la sentencia y, con el pendón
que enarboles, se iniciará el proceso...
En la aparente vulnerabilidad
de una niña, haré Armadura de Dignidad
y con ella Francia se vestirá para salvar
el principio de soberanía,
de valor y propósito,,
Francia en el porvenir...

*

EMISARIA DEL ANGEL DE LA MUERTE

La Provocadora es quien vendrá
con el mensaje, «Para la oreja, necio» 
y nacerá en Orleáns dicha doncella
como antes nació la madre del profeta 
y se llamó María, Santa Virgen, 
virgen santa, y perseguida.

Así nacerá la primera Madre de las Naciones Libres
y Juana adolescente y campesina 
se vestirá de varón y será célibe, no ramera,
aunque la examinarán como a una perra
salazmente para culpar sus entregas.

Meteráne dos o más dedos en su ano.
La desnudarán y una pupila con lentes
escrutará el centro de su útero, van a oliscar
su clítoris hermoso, a dedear verificadoramente
su doncellez y, después los inquisidores 
avergonzados dirán: 
«Puta no ha sido todavía».

Sepa la Iglesia y los Reyes de Francia
'ella no miente'; pero digan al Delfín:
«Es provocadora». 

En su hermosura ya tiene su pecado; 
oye las vanidades de su propio ego; 
que se vista otra vez de mujer. 
«Que haga mil penitencias y rece».

*

AMONESTACION DE GILLES DE RAIS

No te puso él, el Sol que prepara 
en ringleras la vida, a ramal y media manta.
No te dio miseria ni retablillo para recogieras
pajas de las eras. Te dio olivares de Samaní
y en las mañanas de Tiferet,
salud, alegría de la vida.

Te llamó a armonía, a balance,
a su gran visión y como amabas
a Catherine de Thouar, no te dijo
ráptala, sino ve por ella y profetízale
un amor inmenso.

En casa de rey te puso
con Carlos VII y Mariscal de Francia
fuiste porque el Sol que prepara 
las ringleras de la vida, quería
que alcanzaras el Secreto,
el que los Magos alcanzan en su luz
cuando dicen la Tierra es sagrada.

Y ella murió y te dolía 
que no la amaste con la intensidad
que habías prometido.

2.

En su lugar, 
preferiste la Fortuna,
no la que es  por el Sol de Tiferet,
sino la que lleva  a tuche y del alma 
hace un jorro,  no hija de Sacerdote.

De tu Ego hicIste un simulacro,
nigromante. Entraste  a laberintos de perdición
y aún decías:  «Amo la música, los placeres,
la Tierra sagrada, y defiendo la Libertad».

Te apartaste del Cerebro Oculto
y del útero que brinda alegría
y cuyo fruto es bueno. 
Echaste mano de un retablillo
y recogías lujuria.

Mas quien te creó lanzó un gancho 
de su amor y te puso como lugarteniente 
de la Madre de Francia.
Ella por la Libertad dio la vida y habló de Vav, 
la conexión del Altísimo, que es el sol
que prepara las ringleras de la vida
y el primer Estado confecciona
para la trascendencia.

El te puso en las tiendas del Arco
y viste la hermosura de la Doncella de Orleáns
y fuiste su lugarteniente... ¿Será cierto
que amas lo sublime? porque Juana lo es.

En medio de la guerra, la viste.
Gancho de redención tiró él
cuando dolido estabas por la muerte
de Thouar... «¡Qué hermosa es la campesina!»,
decías, aunque ella vestía de varón.
Como Diana es, como Démeter
que juega en los trigales.
Y su boca era un rayo contra el error
y las prisiones. Juana fue la historia
en su afán de romper la esclavitud
y el yugo de las imposiciones extranjeras.

3.

En la suntuosidad hicIste casa 
hasta el despilfarro y hablaste de pasión 
y de sabiduría... y él lo permitió
porque a ramal y media asta no te quiso
con tal de que protegieras a Juana,
la doncella de Orleáns y dijera al Delfin:
«Hija de Sacerdote es, alma bella,
digna de las naciones, princesa es
de la Libertad»; pero, a ella la atrajo
la boca de su Dios, 
el poder-ser de la Muerte
y los ángeles que le hablaban
y la llamaron a sus mundos, 
el que es Porvernir de recompensa. 

En cambio, tú dijiste:
«Quiero la vida, aquí y ahora. 
El mundo es placentero y lo será 
aunque ella falte.
Con mis libros, con la música,
con galas de todo lo que es hermoso,
auparé mi placer y desafiaré a quienes
han prendido en hoguera 
a mi niña, mi adorable Juana».

Después de humillaciones y presidios.
de ella se burlaron y cometieron en su cuerpo
infamias, porque dijo que es virgen
y que, por su boca,  Dios declara Libertad.
«Doncella... yo te vengaré».

Entonces, aquel que da las rupturas necesarias
y gira la Rueda del Destino, movió
las fuerzas con energía que no esperabas
y preguntó: «¿Por qué te decidirás, Gilles de Rais?»
... si fama y riqueza no necesitas, ¿qué?
Quien prepara en ringleras la vida,
te dejó que sirvieras banquetes, cenas 
para los poderosos, que dieras bailes 
y exhibas tu garbo, tu elocuencia. 

Quien a ti no puso a recoger pajas
de las eras, si en palacio de Carlos VII
permiti que sirvieras y con espada alcanzaras 
fama y rango, ¿por qué andas como perdido 
y la angustia te da un ego monstruoso?

En recámaras de tu palacio
abundan las profanaciones, bebes sangre,
y entras a barrios de miseria
para buscar niños hambrientos
y elegía a los que, pese a su palidez
y flacura, parecens sólo sombras de Juana,
la doncella y trasunto de su hermosura,
Juana viripotente, enérgica,
Juana de nalgas calipigias y senos duros
(a los que ningún varón, so riesgo de la muerte,
besó); pero Juana no existía más,
Juana, puñado de polvo y ceniza...

*

A LOS INFANTICIDAS

Y tú que tomaste el dolor demasiado en serio
(el dolor de Juana, entregada por ingleses
al suplicio de Francia)
y sin paz de espíritu hicíste añicos
su memoria... mataste, Gilles de Rais, 
mis palomas y mis niños santos, infanticida.
El mundo de los teólogos y cultos imperiales,
cortes y gobiernos de complicidad
con estúpidas diplomacias y poderes oscuros,
asesinó a la Madre Fértil,
pero tú asesinas a la generación 
de mis semillas sobre la tierra. 
Traicionas a quien no dejó que no tomaras
retablillo y fueses el obrero que limpia
las eras. No quise que te entendieras con dolor
y buscaste la paja y a la semilla quemaste.

Y tú, que dijiste Venganza, el más serio
y luctuoso de los dolores interiores y tú,
que dijiste Depresión para autoderrotarte,
mariscal del pesimismo, y Yo, 
que perdono hasta los buitres del miedo,
así como hice de una campesina
una osada prócer en guerra contra ingleses: 
¿qué haré contigo si no eres humilde
para cantarte validante,
y al Giro de la Rueda maldices? 
... no miras atrás si paciencia
es mi exhorto cuando digo: «Espera y calla»
que no hay oportunidad al azar.
Giro para traer la Mano que atrapa,
retiro el rigor, y la mano se detiene y salva.

Sólo pido eso. Espera la Mano 
que atrapa y detiene el giro del infortunio
porque la Mano de mi ángel 
siempre se envío al Monte de Moriah
de cada hombre, la Mano invisible identifica
a cada Abram que obedece, prueba 
el amor revolucionario...
y el hacha de sacrificio se bendice en la ofrenda
de Isaak... ¿por qué la Mano rechazaste,
tú, a quien dí la visión de Francia?
¿Qué has hecho que dices que no hay 
libertad en tu mundo?

La Libertad es el afecto de quien dice
NO al egoísmo, libertad es que la consciencia
en lo físico no quede fragmentada
y van 200 niños a los que niegas su kelim.

¿Dónde dejaste, a quien díste
las virtudes de tu alma? porque yo te mostré
la hija del Sacerdote, bruja de las edades
en el cuerpo de una docella,
y te dije tan claro su nombre y te dejé
frente a su tienda, en medio de ejércitos
de libertad y resistencia... te dije su nombre:
Juana de Arco, la alegría de Francia,
la inspiración futura y eterna
para su inocencia...

... pero he aquí, que en la hora
en que giro la historia y pruebo en el éter
a los que alegaron: «Somos leales»,
y debajo de los cobijos hablaron,
no hay Shiflut, humildad,
no hay sinceridad,
no hay misericordia,
no hay verdad,
no hay amor,
no hay fe,
entonces, zaramullo,
para nada me sirve tu Alma,
porque la escondes en Tinieblas
y te comes la carne de mis semillas
y violas la santidad, asesino.

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