Thursday, November 11, 2010

¿Pero pa' qué?

a Francisco Roig Cardoza, el primer funcionario
(Diputado a la Legislatura Estatal, 1910-1912)
independentista del Pepino finisecular
y José Tirado Cordovés, fundador en 1902 de la Alianza Obrera

El libro del dolor sé de memoria.
Sé lo que son reveses de fortuna
y lo terrible de la humana historia:

Ramón María Torres, alias «Moncho Lira»
(1868-1903), poeta pepiniano

«¿Pa'que tiró tantos pe'os a la Luna , pa' qué?», lo mofa Juan Juliá. Oyó a unos contertulios cuando salía de su hotelillo. No dejó la pregunta en el aire. Se contesta a sí mismo: «Pa'ná, Pancho, pa'ná...»

Ahora Francisco Roig Cardoza, joven candidato unionista, de 30 años de edad, sabe que Juliá se ha dirigido a él y que insinúa que es otro soñador que pierde el tiempo, como Moncho el poeta que murió hace unos años, «Se comía el mundo, o se lo bebía a tragos, amargamente, sin lograr nunca ná». A su juicio, la gente que vale es la que se arma de un garrote y quita estorbos, sean personas o situaciones, de su camino.

Pero, entre las personas que rodean a Roig Cardoza, marieño que llegó a Pepino, con muchos sueños de justicia y militancia, está el hijo de cierto platero, fundidor de municiones («el Extremera»), José Tirado, otro que sueña con la palabra obrerismo a flor de labios, y están Pablo Avilés y Pedro Susoni. Se suman los hijos de Saavedra Nieves y prole de Méndez Martínez, gente que hacía balas en la madrugada. para matar a españoles en 1868.

Dizque, tras la invasión estadounidense, en el Régimen Civil de Foraker, Roig Cardoza está pasando la voz de su ambición por competir por el Distrito de Aguadilla-Pepino como diputado y ocupar un escaño en la Legislatura de Puerta de Tierra, a fin de hacer algo por los agricultores y por un heroico pueblo, como éste, que se quemó en virtud de un viento que arrasó las cortinas de la casa de Mariana Rubio y se extendió por otras 67 chozas. «Hasta jodernos», como dice Juliá-Castañer.

Don Juan Juliá comprende que el pueblo le tiene tirria. Un poco más y lo culpan, como culparon a Mariana, por la suerte de la villa en sombras y en desgracias. «A él, que come y calla y ni las debe ni las teme». El fuego fue un accidente mas lo llaman el Fuego de Castañer, o el Fuego del Guayabal del 1906, aludiendo a su apellido. Se ha convertido como un ave de mal agüero y, encima de tanta vaina, ahora los unionistas andan crecidos. «Cualquier ignorante, analfabeto, puede ir a votar. No era así antes». Por causa de reformas electorales, Roig Cardoza, amigo de incendiarios de 1898, compinche de los Tirados y los Avilés, se incentiva a busca a quien tenga 21 años y, «por más torpe que sea de entendimiento, le propone que vote por él». El temor de Juan es que gane. No lo dice, pero lo piensa: «Ya no son abstencionistas; votan. A las turbas las vigilan», le contestan sus golpes y, desde el año 1909, es obvio «que la Cámara de Delegados: o no sabe gobermar o no puede».

Hay una crisis en el presupuesto. Mas, parodiando a Benjamin Franklin, Francisco dice: «Ni la vida ni la libertad ni la propiedad están a salvo cuando la Legislatura duerme». El cree que se puede traer lA luz eléctrica al Pueblo. Es la esperanza de Rivera Negroni, hacendado, otro que anda «politiqueando», según Juliá.

«Menos mal que la peste a poeta ya se va» y lo dice porque, por la desaparición de un periodiquillo que se llamó El Culebrinas, el asesinato del trovador Carmelo Cruz y la muerte de Moncho Lira y por todo lo que se llevara San Ciríaco, hay limpieza en el pueblo. Ya no se mira a los románticos trasnochados y los pichiruches que efigiban la indolencia. «Si uno realmente ama a lo que sea, al pueblo o a la mujer que no puede tener, coño, póngase a tono con las expectativas y las necesidades y... no es que a las necesidades haya que estar cantándolas con versitos; ármese del garrote y siéntase vivo. Haga algo», sigue en verba como si copara la atención de todos. Agita una gacetilla en la mano. Entonces, porque ha leído en ella que Teddy Roosevelt (y no hará una semana) se llevó para un safari al Africa 500 galones de cerveza, zumba el elogio: «Aquí tiene a un hombre de verdad. Tiene sed pues acumula la cerveza por toneles, se calienta los sesos para la acción, escopeta al hombro... y yo creo en tales articulaciones de la voluntad: La Doctrina del Garrote, Roosevelt's Big Stick... No. Eso de Doctrina Monroe, como dice Barbosa, es mojigatería. El trabajo completo no es temer y echar a verso a las rapiñas de Europa. No dar palotadas es mediocridad. Si no quieres problemas en el hemisferio, porque las criadas te salen respondonas o las naciones se comportan como cayapa de truhanes y ladrones, aprieta el garrote que más viejo es el escarmiento que la tiña... Eso es lo que significa la Enmienda Platt que Teddy le aprobó a los cubanos... Que Colombia no se pone de acuerdo sobre cómo construir un canal para el comercio es lo mismo que pasa con el presupuesto de mierda en este paisito, coño quíteselo... Que los panemeños se pelean por el cantito de itsmo, quíteselo. Garrote con ellos... así, hay que tratar a las patrias bobas, que no se saben gobernar, que no saben si ser federales, o ser autocoordinadas, soberanas, en la búsqueda de orden y progreso».

«Usted lo dijo, Don Juan. Usted quiere un amo con garrote y, por desgracia, lo tenemos en el Presidente y el Gobernador, el que tenemos. No contamos con federalismo ni centralismo. Tenemos un amo con garrote y un pájaro bobo en Washington al que régimen de la Ley Foraker no dio ni voz ni voto. El Comisionado Residente. Y lo triste es que ni el Partido Federal de Muñoz Rivera ni el Republicano de Barbosa se mueven hacia ningún lado que no sea la anexión gradual a Estados Unidos. ¿Pero usted sabe qué significa gradual? ¡A paso de tortuga! De tortuga y sin patas. De tortuga y sin dientes... Tal vez tenga razón en decir que somos una Patria Boba, por tantos conflictos internos, incluyendo la falta de fe», le dijo Roig Cardoza.

«Pero, ¿qué es la fe sin garrote? ¿Lamentarse de los «reveses de fortuna / y lo terrible de la humana historia», como Moncho Lira? Te voy a decir, Pancho, lo que le dije a Moncho cuando venía a llorar las penas, con el alcohol en la sangre: 'Vaya, por esa mujer que lo atormenta, vigila cuando salga de la casa, y róbesela, tírela sobre un montecito, y hágale el amor; obligue a los Scharrón a que la casen contigo», y se reía él mismo de su consejo. Este es Juliá en sus decires de cuerpo entero.

«Ni como chiste nos sirve, don Juan. La política se maneja de otro modo. Yo creí que usted hablaba en serio. Usted sabe: Simón Bolívar en Colombia hablaba sobre unidad, no anarquía. El sí entendía ambas cosas, centralismo unitario y federalismo... La anarquía es boba. Destruye la voluntad y lo que se desprende del consejo suyo no sirve: que hagamos mollero a un poder, que ni siquiera está en nosotros... usted no puede comparar a los tiznaos y a gente como Carmelo Cruz y Moncho Lira con Bolívar y Camilo Torres. Ellos tenían ya el poder liberado. Puerto Rico, no. Salimos de una colonia para caer en otra. A Bolívar lo dejaron solo: los peruanos conservadores, los centralistas de Buenos Aires, los segregacionistas del Río de la Plata, pero ya tenían la República, luchada a sangre y fuego por el Libertador y sus generales. Nosotros lo que tenemos es un pueblo con hambre y en las manos de los EE.UU... no tenemos el derecho a crear una Constitución. No tenemos armas para hacer ni el simulacro de una guerrita bananera como al Sur del continente.. coraje hay; pero, ya no es lo mismo. Hoy no darían abasto que haya muchos Tirados Extremeras, Nieves y Méndez, fabricando balas en el monte frente a las cañoneras del nuevo enemigo... ya no tenemos moneda y el canje empobreció a todo el mundo; ya no tenemos mercados, ante exportábamos a España y Cuba... y ahora, en los mercados del americano que no quiere competencia, el café pa' la mierda y todo lo que produjimos es considerado la traición comercial extranjera... la única exportación que nos piden es caña de azúcar, si acaso no se la lleva un huracán de la destructividad de San Ciríaco... Usted sí que es chistoso, con sus consejos, y su garrote suicida. No sé que más podrá el yankee aporrearnos, aunque no sea que nos sugiera que volvamos a formar aquellas turbas del 1900 y 1906. Estaban como usted, molestas porque cambió la ley del voto y ahora el pobre y el analfabeto, que es el 90% de nuestros campesinos, al menos puede decir lo que quiere... votar como unionistas, en preferencia a republicanos de Barbosa... pero yo le voy a demostrar algo, cuando salga electo: los unionistas no son partidarios de una Patria Boba, sino de una Patria Libre...»

«¡Y trasnochá estaba la vieja Mariana Rubio que quemó el pueblo!», gritó Pablo Avilés a la cara de Juan, «que si no fuera parienta de Genarito Rodón, que yo respeto, le agarraba por los faldones y las sacaria a rastras del pueblo».

«No. Se le cayó la vela por andar rezando», defendió Pedro Susoni.

«Fue culpa del viento», confirmó el candidato Roig.

«Lo que yo no quiero es mítines ni loas a republiquitas y patrias bobas», dijo al fin Juan Juliá, mirando con desdén a Tirado Cordovés, federalista, hoy unionista en la línea brava de Matienzo Cintrón y Lloréns Torres, como el aspirante a diputado.

«Y, perdone, señor Juliá, tampoco me quedaré callado con lo que dijo sobre los románticos trasnochados... si usted no supiera español, otra cosa que los yankees quieren quitarnos, según avanza la política americanización de Roland Falkner, si no supiera, no podría leer a Lloréns Torres ni a De Diego. Usted que viene y se asoma cuando visitan al Pueblo y en mítines hablan sobre patria, amor y romanticismo. Ellos leen sus versos para que los entiende y disfrute en español... usted que sabe de memoria algunos de los poemas de Moncho Lira no debe hablar con desprecio de gente que lo tiene hablando muy finamente de las gestas iberoamericanas... usted no podría leer sobre esa majadería de Roosevelt y sus 500 galones de cerveza, o de pitorro para el safari, si no lo lee en español y se mama en su idioma la gaceta, porque usted no habla inglés y se quedará mudo, cuando dicten que, por ley, no se hablará el español ni en los campos... No sea malagradecido de quien le mantiene su idioma vivo... y si yo llego a la Cámara de Diputados, voy a decir que romanticismo es mantener a Dios, el lenguaje y el ideal de libertad vivos... Español y Dios imprescindibles, aunque haya gente como usted que ya ni cree ni en el vientre de la santa mujer que lo parió... No ha de ser poesía trasnochada la que se acuerde que la existencia no se hizo para el suicidio y que la guerra, en condiciones desiguales, no vale la pena. Ya no es autodefensa ante la violencia iniciatoria... Usted le dijo a un apasionado del amor, como Moncho Lira, róbese su hembrita, préñela y no sufra... sí, para que le peguen un tiro o lo fundan en la cárcel. ¡Vaya consejo! Usted sí que es arcaico... Usted que habla de que es trasnochelería romántica ser pobre y enamorarse de la hija del adinerado, o del Marqués, se aferra a una aberración trasnochada como es no tener dinero y simpatizar con el capitalismo, o con los alardes de Roosevelt. Eso es peor que el romanticismo trasnochado, eso es barato... y me habla sobre armarse de garrotes y... bueno, ¿para qué? ¿Cree que el Gobierno de los EE.UU, permitirá que un boricua con garrote haga causa común con un amhelo modernista, o antisocialista, como el que le ha estado permitiendo a Porfirio Díaz? El mexicano Díaz es un dictador que cuando toma el garrrote aporrea a su pueblo, no a sus vecinos ni a los amos del Norte... yo prefiero que no haya borincano con garrote. ¡Nunca! No sea que lo tiente el Demonio y los utilice contra su propio pueblo, o sus hermanos... Usted es malo dando consejos. Antes que podamos tener una varita para dar foete, no digo yo garrote, los yankees nos bombardean la capital y Guánica... Vuelven a azotarnos por Asomante y Guacio, aquí mismo en Pepino... no. Guárdese, el consejo, don Juan. Puerto Rico ni es Patria Boba ni pueblo pendejo... Quien se quiera suicidar, que lo haga, pero no en nombre del independentismo ni del Grito de Lares ni del poeta Moncho Lira, que en paz descanse», concluyó Roig Cardoza.

«¡Vámonos de esta esquina, Susoni, que aquí huele a humo!»

«¡Sí, José, a vela quemá, o a no sé qué neuronas», dijo Francisco Roig y dejaron el área y a Juan Juliá-Castañer, perplejo frente a su hotelito en ruinas, como el aspecto general del pueblo.

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El Pueblo en sombras / Indice

NOTA DEL AUTOR: Según la memoria oral investigada, este episodio, aquí contado, ocurrió durante las vísperas de campaña de 1910 en que Francisco Roig Cardoza (pepiniano, aunque nacido en Las Marías) resultara electo como Diputado a la Legislatura Estatal de Puerto Rico. El propietario (Juan Juliá-Castañer) de un antiguo hotelito «Hotel Juliá» halló a la salida del mismo a los mencionados y, como era muy conservador y pitiyanki, a poco de la muerte del poeta Ramón María Torres, abordó al grupo para echar su veneno elitista. Lo histórico es su conocida actitud desaprobativa del voto a las personas que no saben ni leer ni escribir y que no eran propietarios. Antes de 1904, bajo la misma Ley Foraker eran requisitos. Los Juliá-Castañer eran una familia de origen catalán, pro-peninsular, luego pro-yanki, anexionistas o adheridas al Partido Republicano. Uno de sus parientes fue víctima de las partidas sediciosas en 1898 y amenazado a quemas de sus propietarios y muerte en una décima quer lo alude (Ver mi libro: «Comevacas y Tiznaos» (2002) sobre las Partidas de 1898). El odio a la poesía y los 'románticos trasnochados' surge de su despecho por las alusiones de una décima denigrativa y la asociación fóbica de la poesía con la anarquía o las ansias de separatismo. También es historiográfica en mi investigación la presencia de los aludidos y los temas tocados (la patria boba, la frustración con el impasse fiscal de 1909, enojo de Bolívar con los federalistas suramericanos, la doctrina del Garrote de Teddy Roosevelt, su safari cervecero y las secuelas del Fuego de Castañer y el del Guayabal). La refabulación del lenguaje es creación mía.

Ambos partidos puertorriqueños (Unionista, nutrido de los antes miembros del Partido Federal) y el Republicano (fundado en 1900), se remontan al principios de siglo y tenían la anexión a EE.UU. como fórmula. Los unionistas la abandonan en 1913 y la fórmula independentista en 1915. Los republicanos anexionistas ganaban las elecciones cuando sólo votaban los alfabetos y propietarios, eg. las elecciones legislativas de 1900 y 1902. No votaba por un gobernador; se imponía desde Washington. Las mujeres no votaban en las elecciones hasta la década del '30.

Importante en mi relato es la presencia de José Tirado Cordovés, hijo de un veterano del Grito de Lares (1868), miembro del Partido Obrero Socialista que apoyó al Partido Unión, y la amistad con Roig Cardoza, lo que me confirma la posibilidad de que Roig haya sido además de independentista, adláter socialista.


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