Monday, February 28, 2011

María sólo quiere un vaso de agua / Microrelatos

A María Isabel Vásquez Jiménez, de 17 años de edad,
fallecida el 14 de mayo de 2008, en el Viñedo La Merced,
cerca de la Ciudad de Stockton del Valle de San Joaquín

«Farm workers are literally dying because of the state’s broken system, which is designed in a way that ensures inadequate enforcement of the law. The laws in the books are not the laws in the fields»: Petition on the Case

«¿Qué estuviste haciendo?», preguntó Elías Armenta a una empleada de 17 años que trabaja en el Viñedo Merced. La mujer buscaba una sombra sin hallarla y tenía la boca seca, sintiéndose a punto del desmayo.

«Trabajar, trabajar, pero ya no puedo», le dijo ella.

« ... pero bien que te embarazas y ejercitas con el macho».

Y habría respondido, sin querer ser insolente: «¿Y a usted qué le importan mis amoríos?», pero cerca estuvo otro obrero, quien dijo: «María sólo quiere un vaso de agua. Y le he visto, cerca de mí, por nueve horas en faena sin parar. Es por lo que le dije que mejor es que se vaya a su casa y descanse»

«¿Y quién es usted para parar las faenas en el Viñedo? Aquí no se paga por descansar y la Patrona Colunga es precisa en sus órdenes», aclaró Armenta y preguntó por el marido de la niña, seguro que fue buscarle un vasito de agua. Y parece que no hay en todo el campo, por más vueltas que diera, si buscara una pluma. Regresó sin agua. Tampoco parece que haya una caseta que provea la sombra y, bien lo saben el capataz Armenta y la patrona Colunga, desde hace más de cinco años, el Viñedo no atiende las quejas. No se construyó ni un cobertizo.

Han sido multados porque no hay plan escrito sobre cómo han de protegerse a los trabajadores del calor, la sed y el cansancio, que acarrea el trabajo de cosecha de la uva. Ni descripciones de instalaciones como plumas de aguas, casetas de reposo, lavamanos y letrinas ni horarios para periodos de descanso.

«Vuelve a la faena; ya veré que hago con quien se fue por agua para su mujercita», dijo Armenta con petulancia e ironía, y daba esas órdenes cuando arribó el novio sobre un carrito, en que se cargaban cajas de uvas.

«Lo que vaya a tratar conmigo hágalo después. O descuéntelo de mi sueldo, pero yo voy a llevar a mi mujer a la casa, porque tiene mareos, ha buscado una sombra en vano, así como yo he buscado una pluma de agua y no la encuentro... aquí a nadie se le provee agua y ésto es ilegal. Hace cinco años lo pedimos: el derecho a beber agua fresca, cuando estemos sedientos y trabajamos» y, mientras ésto dijo, su novia se desvaneció en sus brazos cuando extendió los suyos.

Y el novio sospechó por su repentina frialdad que estaba muerta. Urgió al conductor del carrito ir rumbo al hospital. «¡Rápido y de emergencia!», gritaba, echando cajas de uvas de una patada al suelo.

Y Armenta se asustó, aunque quería ser eficiente, y llamó a los que oyeron, a los que estaban cerca y la vieron: «Si quieren conservar el empleo, digan que la obrera Maria Isabel brincaba de gozo, mozuela embarazada, traviesa y que por bailar se desmayó y que yo que dije que se fuese a su casa».

Cuando el novio regresó del hospital, trajo la noticia: «¡Murió mi novia, asesinos! La fiebre de su cuerpo fue de 108 grados. No tenía agua en las células y el rostro se le puso negro por tanto sol en el viñedo... ¡Asesinos, asesinos!»

Ahora los dueños, ambos (la señora Colunga y Armenta) están nerviosos. Se alboorotó el cotarro. No quieren al novio en el predio. Por gritarles asesinos, la policía se personó al Viñedo. Se investiga y maneja la hipótesis de «homicidio involuntario». Violaciones a exigencias legales en torno a un «written heat-stress prevention plan».

Después del sepelio rápido a la muchacha, el dinero se ha movido y no se sabe cómo. James P. Willet, Procurador del Distrito de San Joaquin, alega que Armenta y la señora Colunga, son gente buena y ciudadanos modelos. No pasarán un segundo de arresto en cárcel alguna, sino que cumplirán unas jornadas de 400 y 40 horas de servicio comunitario, según la culpa. Que se harán unas casetas, han prometido, que pondrán unas plumas y unas letrinas, a lo largo y ancho del viñedo.

«¿Y tuvo que morir una niña para que lo entendieran después de cinco años de habérselo dicho el mismo gobierno?», preguntó el novio. Y dirigentes de un sindicato agrario han comentado: Hay 650,000 trabajadores del campo que enfrentan este riesgo de muerte y enfermedad diariamente, especial por el calor del verano. Están a merced de empleados y contratistas que no cumplen los estatutos laborales para proteger a los trabajadores del campo...

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Change.Org / La Gaceta Literaria

¡No me tires moco encima!

Por Carlos López Dzur / Microrelatos

Muy extrañamente, Sem va al Cinema del Mall y paga por ver una película. Las tonteras del celuloide que le gustan son ofertas que compra en vídeos ya viejos, cuando hay ventas de barata y por eso tiene la trilogía de «Godfather» de Francis Ford Coppola. Sem está ya en la Universidad y, precisamente, toma una clase en común con el taquillero. Aunque en cuanto a cine anda retrasado, no en historia social y política. Es estudioso y listo. El taquillero sí estudia Cine, no Ciencias Políticas, y se ríe de lo que Sem designa «escenas de violencia y épica bien tratadas», poniendo ejemplos de secuencias fílmicas de Peckinpah, Kurosawa, Lynch, Kieslowski y aún Kubrick.

Desafiándolo lo instó, «véte a ver lo último de Mel Gibson». El otro dice que la violencia gustosa hay que buscarla en la película La Pasión de Cristo y Sem vino a verla y no pudo. Ya, de por sí, había esta mutua antipatía y no esperaba al Otro como taquillero.

Son cuestiones ideológicas y étnicas. El Otro lo primero que hizo, mirando hacia la gente que hacía fila, fue regañar al condiscípulo por, al parecer, robarse el turno y crear indisciplina en la fila, sin anticipar quién pudiera ser culpable de que dos o tres la abandonaran. Sem nada tuvo que ver. El sólo les abrió paso para que se largaran.

El Otro está protegido por una caseta en el interior del Mall, a prudente distancia de las salas de proyección. Desde los agujeros de la vidriera, se comunica su voz amplificada por el micrófono y se despachan los boletos.

«Aquí no vengas a robarte el turno», dice protegido, pero con impertinencia.

«Y tú, ¿de qué hablas?», pregunta Sem.

«Que te ví pasándote de listo... Y por eso, como verás, al judío se le dio su escarmiento merecidamente», y se refiere a que concuerda con que se haya castigado a Jesús en sus últimas horas con la violencia que el director sugiere en el filme. Pero, para el buen entendedor, este judío es él (Sem) y no Cristo. El otro se molesta de su presencia en la universidad y su acento semítico, que destacó en manifestaciones recientes. «Robaste cámara, eh», lo chotió. En los canales televisivos de toda la nación se le escuchó en defensa de las minorías e inmigrantes. Hasta el otro tuvo envidia de la elocuencia que el judío se sacó de su ronco pecho en cadena nacional.

Es que Sem, el agitadorcillo, siempre «a la mano» en el campus, ya lo encaró desde la única clase que llevan juntos, una sesión de apreciación de cine, que él toma como electiva, y la clase le da otro foro en que se luce. Elocuente, bien informado, pese a esa facha de rascuache mexicano o de árabe trapajoso. Ni siquiera es un judío rico porque el Otro ha conocido algunos de este tipo y que piensan que el Asunto del Holocausto es una exageración y el affaire de Hitler («que haya sido un ogro»), propaganda de judíos anticristianos y anti-occidentales.

Pero éste es un militante de la agrupación Tikkum. Lanza críticas contra los demócratas y republicanos. Hace pinturas ideológicas de Hitler y de Alemania que avergüenzan al profesorado y luego sigue con Stalin y el Ejército Rojo, a quienes responsabiliza de hambrunas planificadas en el Holodomo / Holocausto Ucraniano, con cifras de 10 millones de personas exterminadas... A la izquierda, la derecha, los centros, los llama campos de buitres. Y el otro / taquillero / está ofendido por lo que dijo sobre Yalta en 1945 y el mundo de buitres cuando él defendía a su padre, gran político o senador federal entonces.

«Si nos dice a los norteamericanos buitres, ¿usted es qué? ... mire, le dedico la escena de la crucifixión de los ladrones y del cuervo que se posa en el travesaño, justo encima de la cabeza del peor de los ladrones, y le saca los dos ojos... Eso estuve genial. ¡Bravo por Gibson! y yo añadiría un moco, uno de mi cosecha, que baje sobre los labios del ladrón», y el ofensor retardario se ríe e imita el gesto de sacar un moco de su nariz y lanzarlo por el agujero del vidrio para que caiga sobre la cara a Sem.

Sem había estudiado el desplante. Fue ese desprecio lo que le ofendió y noquitó el dedo del renglón desde el primer día en clases cuando surgió la pantomimama del moco. Antes de que pudiera completar su payasada de echarle un moco a la cara, esta vez filtró su mano por la vidriera agujereada y agarró el micrófono, se echó a un lado para que las personas en la fila vieran las actitudes del Otro.

«¿Sacudes un moco y lo lanzas por este agujero? ¿Qué? ¿No respetas a los clientes del cinema?»

Y la gente vio al Otro con su gesto de desdén, echando un moco por la ventanilla y, con reticencias, abandonó la fila. Sem no vio la película, pero condenó públicamente el moco y, en adición, ese obsceno despliegue de sangre para explicar el maltrato judeo-romano de Jesús, a tres horas del beso de Judas.

2005 / Chapman University


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Sunday, February 27, 2011

A propósito de un veto


Por MELVIN MAÑÓN

Obama accede a enemistarse con todos los árabes del mundo al vetar la resolución de condena a Israel solamente porque sabe muy bien que, el lobby judío (léase sionista) tiene capacidad sobrada para arruinar su reelección.

Una vez más, EEUU ha vetado una resolución unánime del Consejo de Seguridad que, con 14 votos condenaba a Israel por los asentamientos de colonos judíos en Cisjordania, parte mayoritaria de los territorios palestinos. En el mundo musulmán, 1,200 millones de personas pasan del asombro ante lo que consideran una increíble torpeza del gobierno de Obama a la confirmación de lo que ha sido obvio para ellos hasta ahora: el respaldo incondicional de EEUU a Israel.

La prensa internacional habla del momento como inoportuno, y lo es; se habla de las consecuencias posibles y las habrá. Se comenta que EEUU trató de evitar la unanimidad de la condena y ejerció el veto con cierto pesar, pero a nadie le importan los intentos sino el resultado.

No creo necesario repetir que los asentamientos israelíes en territorio palestino violan —sin excepción— todas las resoluciones de la ONU, las convenciones estipuladas y los acuerdos de paz negociados, en Oslo, Madrid, Camp David y otros. Se sabe, hasta la saciedad, que los asentamientos son ilegales; que son un factor de irritación y violencia; que los palestinos se oponen con ferocidad a éstos; que el derecho internacional explícitamente los prohíbe y que Israel ha faltado a sus obligaciones como ocupante de territorios ajenos ocupados. En fin, todo esto se sabe. Veamos, empero, dos aspectos que no son tan bien conocidos.

En primer lugar, el fundamento del enfrentamiento entre palestinos y sionistas israelíes no ha sido nunca, ni es, un tema estricta ni principalmente religioso entre gente que abraza el Islam del Corán y otros que proclaman la Torah. El verdadero conflicto en Palestina es el despojo de tierras que se consuma contra los palestinos. Primero se hizo con dinero sionista (entre 1889-1948) y, desde entonces hasta hoy, se consuma con la fuerza militar y la mayor brutalidad imaginable. Es decir, lo que ha enfrentado una población palestina autóctona con colonos judíos recién llegados de cualquier parte, pero sobre todo de Europa del Este, no es un texto sagrado o pagano, ni una túnica ni una barba, sino que es el robo con violencia, el despojo de las tierras, sembradíos y hogares palestinos para construir asentamientos judíos desde los cuales se abusa, tirotea y masacra rutinariamente a los palestinos en su propia tierra. Ninguna campaña mediática de las tantas que han emprendido los gobiernos israelíes ha logrado desmentir, ni borrar esta realidad. Peor aún, a pesar del evidente perjuicio que han hecho a la imagen de Israel estos asentamientos, a pesar de la evidencia pública, diplomática e histórica de cuanto han obstruido los procesos de paz que Israel dice abrazar y a pesar del daño enorme que infligen estos hechos a la imagen y la posición de los EEUU en el Medio Oriente y por extensión en todo el mundo, los israelíes siguen haciéndolo y los EEUU siguen apoyándolo.

¿Por qué?

Esparte y continuación de un plan diseñado desde que Theodore Herzl lo propusiera a finales de 1880 y la diáspora judía y los sionistas lo aceptaran. David Ben-Gurion, reconocido como el padre del Estado Judío sabía perfectamente bien que eran intrusos, usurpadores y que se dedicarían al despojo y las cartas suyas, que al efecto lo revelan, están publicadas desde hace muchos años y reposan en museos.

Puede verlas el lector en los siguientes libros entre muchos otros: The Gun and The Olive Branch de David Hirst; Righteous Victims de Benny Morris y
The Great War for Civilization de Robert Fisk.

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Friday, February 25, 2011

¿Por qué escribí esta novela?: Berkeley y yo


Por Carlos López Dzur / poeta y narrador

Esta novela, cuyo personaje central se llama «Pirri» (Pedro Enrique), trata sobre un «secuestro metafísico», sobre una intrusión ajena en la vida de un niño. Es una metáfora onírica del estado de mi psiquis cuando ocurrieron ciertas cosas que repudié con toda mi energía. En este sentido, esta novela es sicológica más que filosófica. Es una novela sobre mis alucinaciones, estados casi esquizofrénicos y obseso-compulsivos que experimenté, callé en su obviedad, pero que superé mediante un estudio autoexplorativo que me indujeron a la filosofía.

Siempre he preferido callar estas cosas; pero un escritor no puede. El sótano en que Pirri se encierra es una caseta, o almacén que se construyó en mi casa para guardar cosas; allí tendimos una hamaca, en que solía mecerme con uno que otro de mis hermanos, los pequeños. Colgarse de un pie es algo que soñaba, pero alude a las mecidas de la hamaca, a ese sótano del símbolo. Lo que importa de tan sencilla trama en esta novelita no es la acción, sino una circunstancia que azuzaron mis emociones durante ese tiempo. Un aislamiento buscado, deseado, para escapar de los «invasores», porque no eran imaginarios. Venían a casa 3 o 4 veces por semana, en grande número, y toda la semana uno que otro, alegando amistad y simpatía por mi familia.

No creo que yo haya sido odioso. No fue una actitud nata y morbosa; pero yo los rechazaba. Robaban el tiempo que fue de mi familia para nosotros, en nombre de una Amenaza Apocalíptica, o una irrupción divina que juzgará a los seres vivientes y pondrá a los no merecedores en «lagos de fuego y azufre». No sé cómo yo soporté esos cuentos por tan largo tiempo; pero, por impotencia, comencé a hablar solo, a tener pesadillas, a maldecir en secreto, imitando burlonamente voces de esos exponentes del Juicio Final. Imitaba la voz meliflua de un tal Loperana, las carrasperas del Hermano Alberto, la engolada voz argentina de Braulio Pérez Marcio, anunciando radialmente «La Voz de la Esperanza, Apartado G, Caparra Heights», y fue como caí secretamente en esos estados que define mi novela y mi coraje reprimido llegó a ser tanto que cortaba los capullos de las flores de hibisco, antes de que afloraran tan hermosamente rojos, los destrozaba con espinas que cortaba de un limonero. Hacía mi vodú, ceremonias de asesinato, atravesándolos con espinas, maldiciendo algo que representaban, antes de despachurrarlos. Sacaba los pistilos de las flores con ritual caníbal y esos juegos, al parecer niñerías o travesuras, se hicieron metáforas esofagarias en mis sueños... pero nadie culpa a un niño de 8 o 10 años por esas extravagancias.

Por destruir los capullitos del hibisco, llegué a sentir mucha culpa, como si hubiese matado a alguien. Ciertamente, ese capullito, con pocos días más de crecimiento, sería algo bello, no una megáspora... ¿Por qué yo hice estas cosas? ¿Y cómo superé esa etapa? Ese esfuerzo de descodificación es lo que se desprende de mi relato... Al madurar, pude enfrentar esas imágenes y replantear mi extraño / retraído / fantasioso / carácter de niño. Y todo comienza por aquí... veamos...

Mi madre fue una mujer amorosa, hacendosa, consoladora y servicial, con talento para todo, lo práctico, lo artístico y, aún lo intelectual, pero vivió enferma y, así su vida se me introyectó con sucesivas imágenes durante mi niñez. Intensamente achacosa por el asma, así la recuerdo... arrebatando el aire a la vida. Me obsesinó el temor de que que pudiera morir. Era delicada y bella, aún en su enfermedad, sus rutinas de ama de casa.

Descubrí una de las cosas que le hizo daño: la hostilidad religiosa, la transformación de su estilo de vida. Un periodo abrupto es éste en que tuvo que renunciar a pequeñas vanidades que antes le habían dado felicidad y asueto; pequeñas vanidades, digo, porque dentro de las limitaciones económicas y la tarea de criar a sus primeros hijos, siempre amó las carteras bonitas, los perfumes, el maquillarse y cultivar amistades, comprar algún detalle para obsequiar a otros, compartir el alimento con el vecino, ancianos o desprotegidos. Y éramos pobres y mi papá medio «codo», muy pragmático.

El no creía en la Gracia, sino en el trabajo y disciplinar los recursos. A veces era más que austero, duramente acerbo con Dios. Mamá no. Sacó una raje judaica de los suyos. Papá no. El era un hombre muy educado, ex-veterano, rayaba en el ateísmo con muchos resentimientos y conflictos callados, quizás porque amaba tanto a mi madre, como yo, y culpaba a Dios de su poca salud, la muerte de su primer hijo y muchas otras cosas.

Mamá no era fiestera, pero un día cierta denominación religiosa, con sus comefuegos evangelizadores, quiso edificar un templo y ganar feligreses. A fin de coauxiliar el objetivo de una iglesia bonita, con salones de clases, irrumpió en la zona en que vivimos y, entonces, en casa con malos signos. Para mi familia, se acabó el paseo, ir a Fiestas Patronales, beber el café tradicional (ahora se ha de tostar garbanzos), se prohibió la carne de cerdo, se acabaron los horarios de TV para los hijos, la tarrea de sintonizar «Calle Abajo» o la telenovela «La Gata», no se pudo conocer cómo fue su desenlace al no seguir más las imágenes y escenas de Lucy Boscana Esperancita Martínez o Helena Montalbán, ya no habría Gabi, Fofo y Miliki, ni horas para ver a Gaspar Pumarejo, aquel Don Francisco pionero... Se corría a apagar el televisor o el tocadiscos, o la radio, por la visita súbita de los Hermanos del Juicio Final... y mamá dejaría de pintarse los labios.

Ella no era fiestera, insisto, pero ahora, si es posible, se ceñiría a una falda larga como beata cuando subiera al poblado... Tendría que dejar a un lado esas revistas de las que leía, en Bohemia Cubana, Modas o Caretas las novelas de Caridad Bravo Adams, o Corín Tellado, y ya no repasaría las modas y bordados que ella misma se cosía... ahora habría que leer a Elena G. de White, la profetisa, y Biblia de desayuno, almuerzo y cena. Una tiranía de socialización selectiva entró en vigor en la familia porque Cristo viene pronto, como ladrón en la noche, y no se puede perder un minuto en distracciones... y la casa nuestra fue un subcuartel, donde había que meter a todo el vecindario y recibir a los evangelizadores, diez o doce extraños, y proyectar diapositivas a todo color en una pantalla, después de cantar himnos y muchas oraciones de 3 o 4. Se viviría para ganar adeptos y propagar La Palabra...

Para mí, apenas pubertario, fue un alto precio para que le devolvieran la salud a mi madre, orando por ella, si ese fue el pretexto real para invadir nuestra privacidad, no ya un viernes en la tarde o el sábado hasta la noche, todos esos sábados y tres o cuatro días a la semana, en adición a unas caminatas hasta el templo... y, en la casa, a preparar café con leche (café de garbanzos) y bocadillos para ese tropel... ya ni TV ni privacidad ni tiempo de diálogo para los hijos; ya hasta mi padre se cohibía de contar sus cuentos / chistes / bromas / de cagaos o pedos, o historias de Juan Bobo y Pedro Urdemalas, ya no se hablaría de política y nostalgia ni de Cuba ni Fidel Castro,sque eran la novedad en esos años de la Revolución Cubana y la Crisis de los Misiles. Prohibido cagarse en Dios o decir linduraS, o hacerse la puñeta, si las urgencias adolescentes, lo animan. Te sale pelos en la palma de la mano, o te vuelves demente, dice Elena G. de White... Cambió el mundo de todos, padres y hermanos, desde que se decretó por prioridad edificar un Templo / una Academia cristiana / porque el Señor está cerca y viene pronto... y tenemos que ser la Familia Modelo, la Sagrada Familia en este barrio.

Yo siempre he sido un buen oidor, pero no un papagallo. Lo que oigo y me inquieta, lo medito, lo pregunto de mil formas si lo juzgo extraño. Siempre me ha movido una inquietud por el misterio. Creo en lo Sublime y me fascina ver en luz lo que oigo, hasta soñar y fascinarme, porque lo que oigo lo llevo a mi Inconsciente profundo... y no dudo que enloquecí por un periodo, hasta que parejamente, me eduqué para liberarme y sincerarme con mi madre y decirle: «Ya no soporto ésto», y comenzamos a hablar y poner límites. Y mi diálogo con Mamá la curó. Claro, hubo una ayuda extra, con el pastor nuevo / de apellido García / y llevaron a mamá a una clínica y a la Iglesia se le dijo que la familia necesita aire y todo ese tropel en una casa, semana tras semana, año tras año, les asfixia. Cuando dejaron de llegar, el asma de mamá cedió y fuimos más felices como grupo familiar y la verdadera fe retoñó. Yo lo ví en un sueño: mis capullitos de hibiscos, cruzados por espinas, se renacían, floreaban en tiempo de Pascuas.

Me hizo tan feliz dejar de ver las piernas obesas, peludas, de tantas beatas, de tantas mujeres sin maquillaje, con faldas largas. Se acaba el secuestro metafísico. Ya nadie me diría que exigir pruebas a Dios de su existencia, o la de sus ángeles o lo ultransensible, es pecado. De todos modos, yo los veía. Me levantaba de madrugada a encender la luz para un mejor cercioramiento de creerlos, verlos. Mas desaparecían... ¡Ellos sí me quitaron esos ángeles, o las voces inaudibles! Mas cuando dejaron de invadir, ya no sería yo un adolescente pedante, descreído, al que le Diablo lo posee... nació en mí.la verdadera espiritualidad. Estudié la Biblia de rabo a cabo, leyéndola completa muchas veces, enriqueciéndola con extrapolaciones de otros Libros Sagrados, y viendo siempre lo mismo: Que la Sabiduría está en el saber interpretar lo poético, del mismo modo en que se infiere de un sueño las guías sublimimnales y se capta su esencia. Ese día «mi Pirri» dejó de ser excéntrico, loco o poseso. Era libre, al fin libre, y yo con él. Ahora sí podría bailar y asumir mi adolescencia.

En uno de mis blogs resumo la trama, con la ayuda de quienes la han leído: «Berkeley y yo es una novela sicológica, filosófica y poética, escrita por Carlos López Dzur. Narra la historia de la adolescencia y juventud de «Pirri», un jovencito de la clase alta mexicana; repasa eventos vividos junto a su hermana (Caterina), su primer amor (Cèline), su contradictoria relación con su amigo (Jeremías Campas), quien es su rival amoroso y, sobre todo, da cuenta detallada de los seres invasores que llama Vampiros, Pájaros Negros, Demonios, Don Nadie y otros apelativos, que sugieren su gran problema: la esquizofrenia que prácticamente le induce a la soledad, a una breve reclusión siquiátrica y a su fracaso como estudiante, pese a su inteligencia sobresaliente.

La narración de López Dzur nos lleva, poéticamente, a su mundo de fantasías, su religiosidad, su deseo de liberarse de las obsesiones. Y, finalmente, al recurso de imaginación que utiliza el personaje para darse alivio: cometer un crimen, ritual liberador. Descúbralo usted al leer estas páginas que sirven de marco para un análisis filsófico del subjetivismo absoluto».

Al repasar algunos de sus mensajes codificados, el amigo, poeta y crítico Extor Martínez, observa: «... Idealismo versus materialismo. Sancho y don Quijote, Marx y Hegel, el filósofo de la praxis y el escolástico metafísico, el ser y el pensar, la metáfora y el misticismo, y demás derivaciones, torcimientos y desviaciones. Retomando la premisa antes expuesta, la novela del máster Carlos López Dzur, Berkeley y yo, se inscribe en esas dos concepciones del mundo. López Dzur ha escrito una novela con un enfoque auténticamente filosófico. Con la peculiaridad estilística que tiene la palabra (dixit Bajtin, al referirse a la prosa literaria) y a través de una forma autobiográfica ficticia, haciendo uso de una riqueza lingüística y, además, sin otorgarle concesiones al realismo literario que registra vidas acartonadas, el autor nos ofrece una obra que retrata de manera dramática el conflicto entre el ser y el no ser; la rivalidad casi esquizoide que enfrenta en el personaje principal a su «vergüenza cartesiana», su «arjé» berkeliano (es decir, un dios subjetivado) por una parte, y la cobardía de no aceptar como determinación del espíritu la existencia del mundo sensible; un debate interno de la conciencia «superyóica» del personaje protagónico, adiestrada e indoctrinada para adorar falsas representaciones y fetiches abstractos, creados en los talleres, aulas, oficinas y cubículos de la gran vanguardia pequeñoburguesa que vive y sobrevive gracias al patrocinio y orientación del mecenas Yorch Berkeley, cuya filosofía ha renacido como «paradigma neoliberal y globalizador» y que se vende o se endosa como «estrategia del éxito gerencial», solo aplicable en el campo de la «meritocracia competitiva».

López Dzur publicó recientemente en páginas electrónicas esa última novela suya titulada Berkeley y yo. La estructura narrativa de esta obra tiene un valor poético y asimismo está dotada de una semántica del pensamiento que invita a la reflexión: Ektor Henrique Martínez, profesor universitario de Literatura, crítico y poeta».

Otros de sus lectores, Panyu Damac, me escribió: « ... 'No tiene ningún mérito pasar por la vida sin vencer al interno rival'... Y el nuevo mundo por venir será dado a los justos, el adán cadmón, un hombre aparte, capaz de embriagarse, y dar a luz a la sabiduría, y al verdadero gozo de vivir, un hombre sin pretensiones, ni soberbias, ni ánimos por alcanzar lo infinito, un hombre conforme consigo, porque ha vencido al verdadero enemigo... Un ensayo para detenerse a pensar, y a reflexionar. Muy aleccionador
».

indice / Berkeley y yo / Teth mi serpiente / Imdice

Thursday, February 24, 2011

Cambio de nombre / Las frutas / ¿Qué es oír?

{Reproducido de la Revista Literaria «Con Voz Propia»,
8 de octubre de 2008,
Argentina]
Cambio de nombre

En la encina del llanto, te lloro,
Carlos, por lo que permanezca de tu recuerdo.
En mí enlutezco y doy a ti lo que es tuyo
(no digas que algo se guardó con falsía).
No. Hoy todo lo entierras tú mismo.
Eres como el ángel-rostro que pelea conmigo.

Torcido está tu muslo.
Falta que cambie tu nombre y geografía.
Que te ofrezca la serpiente y las palomas
con sus hojitas de olvido.

Observa en el firmamento mi pacto perpetuo.
Eleva tus ojos a la bendición y no creas que mi golpe
es duro o mi separación para siempre
porque no te llamaré más Carlos
y vas al río del olvido. Él tiene que morir
y tú, sin ese nombre, comenzar de nuevo
desde el sepulcro que le doy.

El huirá del hermano que lo busca para aniquilarlo.
El sabe que el mundo es ingrato desde su falaz fraternidad;
pero yo no huiré de ti ni conmigo, ante ti,
es que tú huyes. Nos peleamos gratamente fieles
sólo por cosechar el fruto de otros nombres
y escribir otros versos ignorados
en la nobleza de algún porvenir.

En la encina del llanto, mutuamente invocados,
yo te lloro por un rato, pero quiero
que estés conmigo. Yo sólo te cambio
el nombre para que sea posible en Canaán.

De Teth mi serpiente

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Las frutas

Desprende tu amor si acaso aún cuelga
como una fruta tan alta que no alcanza ninguno.
Hazlo disponible, si es así, a la boca hambrienta.
Baja el amor de las alturas ingratas.
Inclina los penachos del árbol imposible.

El fruto siempre comienza humildemente
a nivel de raíces y, lícuamente, circula
y te da savia, su beso se aproxima hasta los labios.
Una fruta es como tu pensamiento, o un mimo,
o un abrazo, disponible a tu espacio.

Si tuyo es el fruto, juzga si es bueno.
Un árbol no es tuyo solamente.
Es tan sencillo ir y hacerlo público.
No hay que cortar tallos ni troncos ni ramajes:
basta que quieras que se desprenda el fruto.
asirlo al alcance justo de tu gesto.

Díle a la gente que tu cosecha es buena
porque precisamente la hicíste disponible
para ellos como amor. Y el amor es bueno
si es social, si se cultiva para otros,
no para uno mismo. En otras bocas
es que la pulpa verifica lo sabroso.

Ahora coteja el hecho: si eres bendito
porque díste de ese amor de lo alto.
Descubre si te está buscando un amigo,
si el vecino pregunta por semillas,
o alguien cercano ya extendió su mano.

Dí a tu corazón si está llegando el pueblo
y si el más hambriento de amor te sonríe;
verifica si llegan a tu casa,
si claman por un poquito más y te bendicen.
En soledad nadie está si sus frutos dulcifican
generosamente; no te hace sólo el prójimo.

No tomes como algo personal si alguno
comió sin darte gracias. Compensa suficientemente
la medida de tu amor, ese amor que se mide
porque descuelgas el fruto y lo sabes tan bueno
como una gran bellota, llena de dulzura,
que te place que no se quede en tí,
se comunique, se esparza. Tu obtienes
un tesoro con el descolgamiento.

26-5-1999 /
Las frutas

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¿Qué es oír?

Oír internamente es entrar
al laberinto óseo,
al caracol que nos da altares
y tambores y martillos y túneles.

Oír es saludar al profeta
y al veedor tubular de los sonidos
en la Cóclea sagrada, tan oscura.
El navega en las aguas interiores.

Está abriendo los flujos de potasio.
Está llevando las axonas
del desierto
a la mágica alquimia
de los olivares.

7-14-1980 /
¿Qué es oír?
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SerPoeta / Las frutas / Colección Maravilla /

Diputado de Tierra Caliente visita a los guerrerenses locales


CONDADO DE ORANGE:
Luego de una visita por el Sur de California, el Honorable Diputado de la Cámara del Estado Guerrero (México) por el Distrito 7, Catalino Duarte Ortuño, dijo: «Sirvió mucho esta visita. Me voy con la mentalidad de convencer a mis compañeros legisladores de que tenemos que redoblar esfuerzos para mejorar las relaciones y poner atención a nuestros paisanos en los EE.UU. y estar más pendientes de los guerrerenses acá».

Electo por el voto popular, el diputado del PRD representa tres municipios de Tierra Caliente (Irándaro, Ayustlan del Progreso y Coyuca de Catalán). Sus metas incluyen: mejorar las carreteras, el sector de educación y atención a los campesinos, a quienes describiera como «un porcentaje importante», junto a los jóvenes.

Parte de la meta es «centrar nuestra atención en esos grupos básicos, conexión imprescindible porque si tenemos un pueblo educado las cosas serán diferentes». Con educación y atención a la pobreza, Catalino Duarte espera que «la cultura de Guerrero pueda ser conocida en California».

En esta su primera visita, Duarte Ortuño tuvo la oportunidad de visitar la Casa Guerrero, donde hizo la promesa de traer próximamente al Gobernador (Angel Eladio Aguirre Rivero) y pudo contactar a amigos y activistas de Coyuca de Catalán, Altamirano, Arcelia y varios clubes guerrerenses. Visitó la secretaria de Relaciones Exteriores, al Alcalde Miguel Pulido y otros líderes locales.

«Tengo una opinion distinta sobre cómo son las cosas. Aprendí mucho. Pude percibir que muchos guerrerenses requieren de ayuda en su identificación, con sus documentos de actas de nacimiento o de matrimonio. Detectar necesidades. Regreso a Guerrero con la mentalidad de convencer a mis compañeros diputados de trabajar en cualquier accion que beneficie a nuestra gente».

El diputado popular hizo críticas fuertes sobre lo que han sido errores del pasado. «Es nuestra visión que muchos presidentes municipales desconocen el programa del Uno por Uno y del Tres por Uno. La ignorancia no permite avanzar, genera atraso y más ignorancia y lamento que no perticipen ni promuevan estos programas. Yo daré lucha para que le entremos al Tres por Uno y lo primero es que participen los presidentes municipales».

Duarte Ortuño también se refirió a la necesidad «de tecnificfar el campo de Guerrero» y que el gobierno abra las condiciones de vender los productos de los campesinos... Todo es posible. Se requiere voluntad poltica del gobierno... Efectivamente, en Tierra Caliente se produce buena cantidad de maíz, producto que últimamente, como el ajonjoli, se siembra poco por causas de una plaga y fue el gobierno, que al no ver la posibilidad de venderlos, descuidó esos mercados, el ajonjolí, la semilla de calabazas y el maíz. Tecnificar el campo es imprescindible y es el ejemplo a seguir, sumando la confianza y nuevos productos de los que Guerrero es rico».

«Espero que acerquemos una parte de la cultura y los productos de México que no se conocen: la industria del sombrero, el guarache, la plata de Tasco, las extraccioines del oro en Iguala y Altamirano, uno de los mercados mas importantes de México, la playas bonitas, en el sector turismo», enumeró como ejemplos.

Clarificó el siguiente hecho: «Hay inseguridad en Guerrero, pero los homicidios se dan y la parte noble de la gente no se mete en ese tipo de cosas».

En Guerrero, la capacitacion y la tecnología de servicios (y se refirió a los Departamentos de Bomberos) no responde a la demanda y culpó a alcaldes y al nivel estatal de gobierno, ya que «hay que ser mas sensibles y reconocer que es una actividad que puede rescatar las vidas de muchos seres humanos en segundos». Se comprometió a presentar una propuesta de ley para que sin disculpa alguna se atienda el problema, se apruebe inversión en equipo y capacitación de jóvenes interesados en el servicio.

Dio seguridad de una visita del nuevo Gobernador a California, porque tiene una relación de amistad y buena coordinación con él para que se hagan cosas positivas en Tierra Caliente y los guerrerenses en el exterior. «Mi visita, como la del nuevo Gobernador, ha sido y será para mostrar lo positivo y las cosas buenas de Tierra Caliente y cómo queremos mejorar las condiciones de vida, cosa que es posible coordinándonos, con el apoyo de los gobiernos locales, federales y la respuesta de quienes viven acá», concluyó.

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Lo que une a Tahrir con Madison


Por Ángel Guerra Cabrera (especial para ARGENPRESS.info)

No es una extrapolación caprichosa de los activistas en los dos lugares comparar a la plaza del Capitolio en Madison, capital de Wisconsin, en Estados Unidos, con la Plaza Tahrir, de El Cairo. Las une mucho más de lo que las separa: la identidad universal del ser humano, el amor a la libertad, el ansia de justicia social y democracia, los derechos de los trabajadores, la solidaridad entre los que luchan no importa dónde.

El ingeniero Muhammad Saladin Nusair levantó una pancarta en la Plaza Tahrir, ya famosa entre los manifestantes de Madison, que decía: Egipto apoya a los trabajadores de Winsconsin-un mundo, un dolor. En Winsconsin se enarbolan estas: De Egipto a Winsconsin nos levantamos; gobernador Walker, nuestro Mubarak. Cuenta la luchadora estadunidense Medea Benjamin, que luego de informar a los estudiantes que ocupan junto a los trabajadores el Capitolio de Madison sobre las prácticas que observó en la Plaza Tahrir, comprobó al día siguiente que al igual que en esta, los de Madison limpiaban hasta dejar relucientes los pisos de mármol de la Legislatura estatal. Aprendemos rápido, le dijo una estudiante.

En la plaza Tahrir continúa la lucha por la liberación de Egipto, que es mucho más que la salida de Mubarak, el viernes después de la oración la veremos llenarse de nuevo. En Madison los trabajadores del sector público del estado de Wisconsin pugnan por impedir la aprobación por la legislatura estatal con mayoría republicana de una iniciativa de ley del gobernador Scott Walker (del Tea Party) que suprimiría el derecho del sindicato de empleados públicos a la negociación del contrato colectivo de trabajo salvo en cuanto a salarios, y recortaría sus sueldos y pensiones. Anteriormente Walker disminuyó los impuestos a los ricos y corporaciones privando a las arcas públicas de ese sustancial ingreso y ahora pretende cubrir el déficit a costa de suprimir miles de puestos de trabajo y de aumentar las contribuciones a la salud y al retiro de los maestros, médicos y enfermeras, trabajadores de salubridad, policías y bomberos. Amenaza, además, con usar la Guardia Nacional si los sindicatos ponen obstáculos a su iniciativa. El atropello que intenta el gobernador ha levantado una ola de solidaridad y movilización de los estudiantes universitarios, de secundaria y preparatoria, trabajadores del sector privado, organizaciones religiosas y comunitarias en casi todos los distritos de Wisconsin y luego se ha ido extendiendo a todo el país.

Este estado, con antiguas tradiciones progresistas y el primero donde el sindicato de empleados públicos ganó el derecho a la negociación colectiva en 1959, ha visto, como muchos otros en los últimos años, esfumarse el «american dream»: cierre de miles de empresas, alargamiento de la jornada laboral, aumento imparable del desempleo, empeoramiento de las condiciones de vida de la mayoría y la reducción a la nada de las expectativas de la gente común.

Lo que se juega en Wisconsin es mucho más que un asunto laboral de carácter local. Es allí donde el movimiento sindical ha decido decir ¡basta ya! a la guerra de clases contra la clase obrera iniciada hace tres décadas bajo la presidencia de Ronald Reagan y sostenida desde entonces por los ocupantes, republicanos o demócratas, de la Casa Blanca. El ejemplo más reciente es el presupuesto antipopular presentado por el presidente Barak Obama al Congreso, que empobrecerá aún más a los de abajo y continuará otorgando jugosos contratos al complejo militar-de seguridad-industrial y cuantiosas ganancias a Wall Street. Paradójicamente los trabajadores de Wisconsin han contado con el apoyo del Partido Demócrata y de Obama puesto que las contribuciones económicas de los sindicatos y el voto de sus miembros es necesitada desesperadamente por los demócratas para las elecciones de 2012.

El hecho es que el movimiento iniciado en Wisconsin se ha extendido ya a Ohio, Indiana, Pensilvania y otros estados donde gobernadores republicanos tienen en cartera similares iniciativas. Incluso en grandes estados con astronómicos déficit presupuestarios, como California y Nueva York, gobernados por demócratas, se preparan medidas un poco más benignas del mismo corte. Noam Chomsky comentó al programa Democracy Now (David Brooks, La Jornada, 17 de febrero) que lo que ocurre en Wisconsin tal vez es el inicio de lo que verdaderamente necesitamos aquí(en Estados Unidos): un levantamiento de democracia; ya que la democracia aquí ha sido casi eviscerada.

En Wisconsin, situado en la región de los lagos en el llamado Medio Oeste del país, se juega el futuro del poder sindical y su influencia en la distribución del ingreso en toda la nación.

El gobernador republicano Scott Walker y la legislatura controlada por su partido impulsan una iniciativa de ley que limita el poder de los sindicatos del sector público a discutir sólo salarios, dejando afuera beneficios y condiciones de trabajo. También impone un techo a las mejoras salariales basado en el índice de inflación y aumenta las contribuciones a los fondos de pensión y salud.

El gobernador asegura que la medida es necesaria para equilibrar las cuentas del estado, que están «muy afectadas».

Pero lo que pasa en Wisconsin no es apenas un recorte presupuestario, sino un experimento para quebrar a los sindicatos

El proyecto obedece al endurecimiento ideológico republicano más que a una urgencia económica de Wisconsin, dice Ernesto Semán. El desempleo (7.5 por ciento) y el déficit proyectado (12.8 del presupuesto) no sólo están por debajo del promedio nacional sino que son optimistas comparados con los de otros estados. Lo que explica que la convicción ideológica es el motor de esta pelea, y de que más de un centenar de organizaciones vinculadas con el Tea Party en todo el país hayan comenzado a movilizarse en favor de la medida.

Wisconsin tal vez sea hoy un estado más agrícola, es conocido por sus productos lácteos en general y por el queso en particular. Pero fue y hasta cierto punto sigue siendo un estado cuya economía se basa en las manufacturas y la producción de herramientas. Wisconsin también es cuna de AFCSM, uno de los sindicatos más grandes de funcionarios públicos y enfermeras del país, con 170 mil afiliados, señala Amy Goodman.

El AFCSM fue creado en los ’30 al calor del avance de la legislación laboral durante el New Deal. Y en 1959 se convirtió en el primero con capacidad de negociar convenios colectivos de trabajo.

La avanzada del gobernador Walker también implicaría quebrar el poder de este sindicato

La legislación laboral estadounidense regula las relaciones de empresas privadas a nivel federal, pero delega la regulación de los empleados públicos en cada uno de los estados. Por eso Walker cuenta con todo el poder legislativo en su mano para imponer medidas de corte draconiano que hagan literalmente imposible la continuidad de los sindicatos de trabajadores del sector público.

El gobernador quiere forzar a los sindicatos a celebrar un plebiscito que les legitime anualmente, y prohibir las deducciones automáticas de las contribuciones sindicales

«Es hora de limitar el poder de los sindicatos, y en eso espero poder ser la fuente de inspiración para muchos otros», afirmó Walker, gobernador de Wisconsin desde enero del 2011, quien, nada más jurar su cargo y con una mayoría sólida en la asamblea estatal, otorgó una amnistía fiscal a empresas multinacionales y estatales que costó a las arcas del estado 170 millones de dólares. Para compensar este regalo, el gobernador decidió unilateralmente reducir los derechos de negociación colectiva de los empleados públicos

La reacción contra el proyecto conocido como ley de reparación presupuestaria no arrancó entre los empleados públicos sino en oposición a los recortes presupuestarios a la universidad.

Ante ello, miles de estudiantes y profesores suspendieron clases en las universidades estatales en protesta contra la iniciativa. Además, miles de maestros de escuelas públicas se reportaron enfermos y no asistieron a sus centros de trabajo para sumarse a las protestas, obligando el cierre de las escuelas públicas en la capital. Estudiantes de preparatorias y secundarias, en lugar de gozar sus días libres, se sumaron a las marchas y protestas. Varias iglesias también han declarado su apoyo.

La protesta ya involucra a más de 100 mil personas sólo en Wisconsin. Tiene el apoyo de la totalidad de los sindicatos, que por más de una semana consecutiva mantienen sus protestas, y va en camino de convertirse en una de las movilizaciones gremiales más grandes de las últimas décadas

Lo que ocurre en Wisconsin, comentó Noam Chomsky, «tal vez es el inicio de lo que verdaderamente necesitamos aquí: un levantamiento democrático».

Si en algo coinciden todos, es que si esta ley se aprueba en Madison, será replicada en otros estados donde gobernantes intentan reducir sus déficits presupuestales -que se han multiplicado como consecuencia de la crisis económica- trasladando los costos a los trabajadores del sector público.

Iniciativas parecidas se impulsan en Ohio, Indiana, Tenesí, y también versiones menos drásticas pero que imponen severos recortes presupuestales a sindicalistas del sector público -sobre todo maestros- en estados gobernados por demócratas como es el caso de Nueva York y California.

Aunque en muchos estados se han convocado manifestaciones de apoyo a las protestas de Wisconsin. Es pronto para decir si las protestas podrían extenderse. Lo que sí está claro, dicen los analistas, es que el neoliberalismo sólo puede seguir avanzando: exigiendo más privatizaciones dentro del sector público, aumentado la edad de jubilación, aumentando las contribuciones al fondo de pensiones, y desarmando a los sindicatos para imponer recortes salariales.

No es exagerado suponer que las últimas medidas del gobierno de Obama también abonaron el campo para iniciativas como las de Wisconsin que, entre otras cosas, acaba de aprobar el presupuesto económico más regresivo de la historia, con argumentos que en muchos casos se superponen con los de la oposición.

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Rebelión en Wisconsin


Por Alberto Ampuero (especial para ARGENPRESS.info)

En Wisconsin, situado en la región de los lagos en el llamado Medio Oeste del país, se juega el futuro del poder sindical y su influencia en la distribución del ingreso en toda la nación.

El gobernador republicano Scott Walker y la legislatura controlada por su partido impulsan una iniciativa de ley que limita el poder de los sindicatos del sector público a discutir sólo salarios, dejando afuera beneficios y condiciones de trabajo. También impone un techo a las mejoras salariales basado en el índice de inflación y aumenta las contribuciones a los fondos de pensión y salud.

El gobernador asegura que la medida es necesaria para equilibrar las cuentas del estado, que están «muy afectadas».

Pero lo que pasa en Wisconsin no es apenas un recorte presupuestario, sino un experimento para quebrar a los sindicatos

El proyecto obedece al endurecimiento ideológico republicano más que a una urgencia económica de Wisconsin, dice Ernesto Semán. El desempleo (7.5 por ciento) y el déficit proyectado (12.8 del presupuesto) no sólo están por debajo del promedio nacional sino que son optimistas comparados con los de otros estados. Lo que explica que la convicción ideológica es el motor de esta pelea, y de que más de un centenar de organizaciones vinculadas con el Tea Party en todo el país hayan comenzado a movilizarse en favor de la medida.

Wisconsin tal vez sea hoy un estado más agrícola, es conocido por sus productos lácteos en general y por el queso en particular. Pero fue y hasta cierto punto sigue siendo un estado cuya economía se basa en las manufacturas y la producción de herramientas. Wisconsin también es cuna de AFCSM, uno de los sindicatos más grandes de funcionarios públicos y enfermeras del país, con 170 mil afiliados, señala Amy Goodman.

El AFCSM fue creado en los ’30 al calor del avance de la legislación laboral durante el New Deal. Y en 1959 se convirtió en el primero con capacidad de negociar convenios colectivos de trabajo.

La avanzada del gobernador Walker también implicaría quebrar el poder de este sindicato

La legislación laboral estadounidense regula las relaciones de empresas privadas a nivel federal, pero delega la regulación de los empleados públicos en cada uno de los estados. Por eso Walker cuenta con todo el poder legislativo en su mano para imponer medidas de corte draconiano que hagan literalmente imposible la continuidad de los sindicatos de trabajadores del sector público.

El gobernador quiere forzar a los sindicatos a celebrar un plebiscito que les legitime anualmente, y prohibir las deducciones automáticas de las contribuciones sindicales

«Es hora de limitar el poder de los sindicatos, y en eso espero poder ser la fuente de inspiración para muchos otros», afirmó Walker, gobernador de Wisconsin desde enero del 2011, quien, nada más jurar su cargo y con una mayoría sólida en la asamblea estatal, otorgó una amnistía fiscal a empresas multinacionales y estatales que costó a las arcas del estado 170 millones de dólares. Para compensar este regalo, el gobernador decidió unilateralmente reducir los derechos de negociación colectiva de los empleados públicos

La reacción contra el proyecto conocido como ley de reparación presupuestaria no arrancó entre los empleados públicos sino en oposición a los recortes presupuestarios a la universidad.

Ante ello, miles de estudiantes y profesores suspendieron clases en las universidades estatales en protesta contra la iniciativa. Además, miles de maestros de escuelas públicas se reportaron enfermos y no asistieron a sus centros de trabajo para sumarse a las protestas, obligando el cierre de las escuelas públicas en la capital. Estudiantes de preparatorias y secundarias, en lugar de gozar sus días libres, se sumaron a las marchas y protestas. Varias iglesias también han declarado su apoyo.

La protesta ya involucra a más de 100 mil personas sólo en Wisconsin. Tiene el apoyo de la totalidad de los sindicatos, que por más de una semana consecutiva mantienen sus protestas, y va en camino de convertirse en una de las movilizaciones gremiales más grandes de las últimas décadas

Lo que ocurre en Wisconsin, comentó Noam Chomsky, «tal vez es el inicio de lo que verdaderamente necesitamos aquí: un levantamiento democrático».

Si en algo coinciden todos, es que si esta ley se aprueba en Madison, será replicada en otros estados donde gobernantes intentan reducir sus déficits presupuestales -que se han multiplicado como consecuencia de la crisis económica- trasladando los costos a los trabajadores del sector público.

Iniciativas parecidas se impulsan en Ohio, Indiana, Tenesí, y también versiones menos drásticas pero que imponen severos recortes presupuestales a sindicalistas del sector público -sobre todo maestros- en estados gobernados por demócratas como es el caso de Nueva York y California.

Aunque en muchos estados se han convocado manifestaciones de apoyo a las protestas de Wisconsin. Es pronto para decir si las protestas podrían extenderse. Lo que sí está claro, dicen los analistas, es que el neoliberalismo sólo puede seguir avanzando: exigiendo más privatizaciones dentro del sector público, aumentado la edad de jubilación, aumentando las contribuciones al fondo de pensiones, y desarmando a los sindicatos para imponer recortes salariales.

No es exagerado suponer que las últimas medidas del gobierno de Obama también abonaron el campo para iniciativas como las de Wisconsin que, entre otras cosas, acaba de aprobar el presupuesto económico más regresivo de la historia, con argumentos que en muchos casos se superponen con los de la oposición.

Alberto Ampuero es periodista de Riverside, California.

Wednesday, February 23, 2011

Advertencias de la Revolución a Muamar

«No soy un presidente que pueda dimitir.
Moriré como un mártir»:
Muamar Abu Meniar el-Gaddafi


1.

Un día vino la Revolición a conocerte
y eras un niño de escuela en Sirte, Muamar.
¡El hijo de un beduíno del Desierto!
Uno abofeteado por maestros, uno resentido
por la autoridad de ellos cuando exhibieron
su poder vanaglorioso, jactándose ante tí:
«Soy superior, infalible, el único justo,
el sabio de la Academia, el que evalúa
y se da por imponderable.
Tú un nómade ignorante».

Y crecIste así, públicamente humillado,
como todo tu pueblo en tierra de déspotas,
esto es, bajo el dominio colonial italiano
y, más tarde, de británicos que vendrían a quedarse
con Tripolitania y Cirenaica... y de franceses que dijeron:
«De la tierra Libia, que nunca será patria libre,
me quedaré con Fezzan» y el Rey Idris diría
como lacayo en rodillas: «Que sea yo el mandadero,
el sátrapa. Como todo monarca, me vendo.
Que del culo de mi dinastía se sirva toda Europa;
Italianos, franceses, británicos, israelitas
y norteameicanos». Y fue así, en tal contexto
que crecíste, hasta que yo dije: BASTA...

Y en ese proceso colonial, la Revolución
se dolió, se avergonzó de que su esencia fuese
abofeteada, malservida, vendida y traficada
como ramera... y se acercó a tí, Moamar.
Te eligió y dijo, a tu oído de consciencia:
«Yo te guiaré.
Te escojo como un Hermano Líder».
Te dio una palabra: «Jamahirya» y el mandato:
«Construye un Estado para las Masas
(que incluya a esos beduínos del desierto)
y que el término sea Masas educadas para la misericordia,
no masa adoctrinada para el vicio o los alcoholes,
Forja masas con identidades orgullosas,
masas liberadas, con sano nacionalismo.
No desprecies a Gamal Nasser, el egipcio,
no desampares al hermano palestino
ni hagas migas con el fundamentalismo
de integristas islámicos ni con el lucro del petróleo
ni las ofertas depredatorias
del neocolonialismo y los globalizadores».

«Que tu Revolución sea Verde como la Esperanza
y que la Masa no sea amorfa ni atorrante
porque, como hienas, atacan, olvidan, traicionan...
En la Revolución, cuando bien aprendida,
la masa deja de ser masa».

Y me preguntaste: «¿Quién eres que me hablas
de este modo, cómo ha de funcionar la Masa
y Mi Estado de Masas?», ya habías crecido
coronel. Te habías graduado en la Historia,
Soy la que pongo y quito, la Revolución.
Yo, la interna, que hablo en la oreja como un susurro
no para el hambriento, no para el estúpido,
no para el aventurero, no para el arribista o el presuntuoso,
no para torpes rebaños, esa masa sin mayúsculas.
Yo hablo al corazón abofeado, al niño que comprende
el dolor de ese gesto, al padre que sabrá no cegarse
de ira y fanatismo cuando ataquen su pueblo
y Jana, tu propia hija, muera en los bombardeos
que el imperialismo organiza con ínfulas criminales,
porque ha de suceder, Moamar.

Enfrentarás en Tripoli el odio de Reagan.
Te faltarán números para contar los muertos en 1986
y quienes otrara te dijeron «revolucionario idealista»,
«Hermano Mayor de los Libios»,
«Padre de la Patria / Gestor de la República»,
harán coro con el Reino Unido, Francia,
Alemania y toda vieja potencia esclavizante
entre las que esquilmaron los recursos y libertades
de tu Estado... y van a quitarte su apoyo y tu honra
y gritarte: imprevisible, déspota, engendro temible
del Eje del Mal, Pariah de la Comunidad
de las naciones. «Moamar, hijo de puta».

Ensayarán sus embargos y sanciones para hambrear
a tu pueblo y si la masa es amorfa, la envilecerán
otra vez como antes, en los años del dominio
de Italia, Francia y los ingleses....
sólo que ahora los EE.UU. e Israel y Alemania
serán tus nuevos enemigos... Van a herir a Bengazi,
la más grande de tus ciuaddes, y lo mismo tu capital de Tripoli.
Van odiarte de Oriente a Occidente
y aún el mundo árabe te dará la espalda
y, cuando ésto llegue, yo volveré a buscarte
y te diré otras cosas al oído.

2.

Cuando la gente descrea lo que yo dije
a tu oído y el ejército haga tres intentos de matarte
(como en aquel octubre de 1993) y cuando el pueblo
se lance a manchar de sangre el prestigio
que otrora tuvíste,
prepara tus maletas. «Véte».
Ya no es la misma gente que creyó en tí en 1969.

Cuando el aislamiento internacional
y los embargos a la economía de tus pobres,
agudicen el lastre desmoralizado de la clase media
y el descontento suba a las gargantas
de cada estamento, prepara las maletas. «Vete».
Ya no eres control suficiente de las Masas
Nadie querrá oírte aunque alguna vez
devolvieras el petróleo a la nación, sacaras
las bases aéreas de los viejos enemigos
de tu Tierra e hicieras a Libia
la nación más próspera
del Africa y Oriente

Cuando el terrorismo parezca
la única voz, prepara tus maletas. «Véte».
Son tentadores, son señal de que ya debes irte.
Cuando hasta las gentes que un día apoyaran
tus servicios y gestiones, ante tu presencia
sean las nuevas «ratas», «drogadictos»,
«cáfila enferma, enemigos internos»,
prepara las maletas. «Véte».

Si tu mano se vuelve de hierro
y te pidan en su lugar la mano de un Parlamento,
véte. Cuarenta y dos años es más que suficiente
para que hayas oído el susurro renovado
de la Revolución.

Cuando temas a periodistas extranjeros
y no puedas ver la Nueva Libia,
con aspiraciones remozadas, válidas
o equívocas, prepara tus maletas. «Véte»
porque ya no has de ser distinto a los agentes
que ensangrentaron a inocentes en el atentado
de Lockerbie. O el avión de UTA 772.
Si en tu memoria pesa el atentado en Viena
y Roma en 1985 o el terror en la Discoteca La Belle
de Berlín en 1986, si Abu Nidal te implicara
aún no siendo cierto, ya eres burla de la Revolución.
Prepara las maletas y salva la memoria
con lo bueno que por Libia hicíste.
Véte. La Revolución no es un absoluto perenne
ni el Estado de las Masas eternamente lo mismo.
Hay que saber perder para valorar lo mucho
que se gana con las victorias auténticas.

3.

La Revolución no es el ego, sino una momentareidad
inspiradora, pura, aleccionante, voz
que habla y luego se retira y vuelve a hablar
con quienes realmente oyen. Como un viejo beduíno
en el desierto de sus meditaciones.
Si ya no eres un socialista puro, no seas tampoco
un Stalin. No seas un Hitler. No seas Truman.
No seas Bush. Con crímenes la Revolución
no regresa a la oreja de un niño abofeteado
por maestros en los palacios y escuelas
de los prepotentes.
.
Devuelve el mandato de Jamahirya que la Revolución
te dio; porque se está buscando otro niño
y otro corazón que no eres tú.
Desde mucho antes del pasado 22 de febrero,
la Revolución no quiere hablar contigo
y sólo pide que te vayas sin derramamiento de sangre.
A ti se han acercado las hienas, Tony Blair,
Silvio Berlusconi, Jacques Chirac y todos,
en comunión de petroleros, y ante ellos dijiste:
«Que sea mi hijo Saif Islam Gadaffi, mi sucesor»
y construíste nuevos y modernos hoteles
y renovaste barrios enteros y díste promesas
a víboras para rediseñar un país para el turismo
y eso se paga, Moamar, porque esa no es la Masa
que había que educar para justicia y socialismo.
Son los explotadores, los neoliberales
rediseñando su mafia en juegos impuros.

¿Con cuántos muertos quieres cifrar el cointrol
que no mereces? si ya tu propio ejército no te obedece
y se une a una rebelión que nadie sabe a que lleva
Tu ex-ministro de Justicia, Mustafa Abdel-Jalil,
comenta: Ghadafi ya no sirve y en Al Yabal al Ajdar,
en el noreste, hay rebelión castrense entre tus tropas.
«Nuestra unión total a la revolución popular».
Y hay asesinatos y saqueos. Y del grito en Benghazi
es Gadaffi mercenario y en la región de Cirenaica,
ya no representas gobierno...
mira lo que sucede, Moamar, cuando la Revolución
ya no habla al oído de sus elegidos, dulcemente,
y cuando los Hermanos Mayores y Guías
de las Masas, ya no son niños atentos
con contacto verdadero, transformador, compadecido,
con sus pueblos, sino aquellos
que piden que se dispare contra civiles
y se ejecuten soldados renuentes
a masacrar su pueblo.
Entonces, sólo se aproxima la voz:
«Prepara las valijas. Véte».

___

Tuesday, February 22, 2011

Carlos López Dzur: Entre la narrativa y la poesía

[Reproducido de El Librepensador, en: España, 07/04/2010 en Cultura y Ocio: Ver]
Por J. Romero Villanueva

El es el columnista de «El Librepensador», bitácora con sede en España, en la que descubrí una serie de artículos con el subtítulo «Gente de mi pueblo»; autor del libro de cuentos «El corazón del monstruo», donde descubro a personajes por ambos conocidos. Carlos López Dzur escribe sobre gente con que se topa en su vida. Sobre mí, aún no ha escrito. Prologué uno de sus libros, «La casa» y comenté una edición de «El hombre extendido», que le fue premiada en el Certamen Literario Chicano de la Universidad de California, Irvine. De California no se va y ganas no le han faltado. Lo supe en Montana y regresó al cabo de dos o tres años. Se fue a enseñar literatura y filosofía.

He gozado de su amistad por años, mas ahora me sorprende que me diga que no tiene publicaciones en papel. Y lo veo involucrado en homenajear el aniversario del Centenario de la Revolución Mexicana, con el poema titulado 'A la primera Revolución Social'. No siendo mexicano, es uno de los nuestros. Con una mexicana formó su familia. Tiene una hija recién casada y se encuentra solo, divorciado. Recordamos andanzas.

Para indagar qué sucede en su vida o sus novedades, nos reunimos. Extraño sus publicaciones y pido que me hable sobre su situación como escritor.

—Es sencillo. Soy un escritor subterráneo y virtual, tú lo sabes. El que me quiera descubrir tiene que aprender a sacarme de bajo la tierra, o entre brumas de extraños cielos virtuales y geografías. No publico en papel, a excepción de que publiqué un par de libros, esencialmente cuentos o investigación histórica… Algo que ya conoces… Mi obra es demasiado vasta. Son 20 o 30 libros y no podría autopublicarme. Lo económico es ir atiborrado mis bitácoras. Allí y acá está todo… y seguir publicándome desde ahí. Colaboro extensamente en revistas virtuales de España e Hispanoamérica».

—¿Cómo es eso? Que pese a tu calidad un país no proponga en el mercado de lectores tus publicaciones…

—Aquí interviene un segundo factor. Yo soy un escritor en el exilio. En un país que no publica en español, donde ser «latino» es algo meramente étnico. Una etiqueta llena de paradojas. En una nación, con una población hispanohablante «in denial», no interesa la dimensión espiritual de tu idioma, o temáticas… Si yo me tradujera al inglés, otro asunto sería. Surgirían oportunidades para hacer dobles libros, el español y su versión inglesa. Se me vería como uno de los escritores más productivos, no sólo como poeta, sino en la narrativa y el ensayo… Digo que si fuese mexicano, ya estaría publcado porque hay mejor ambiente para publicar en español… Un tercer factor es mi actitud creativa. No tengo tiempo para el mercado, o esas cuestiones técnicas de editar o promocionar… Mi tiempo de asueto es para estudiar, crear y para ganarme la vida, sacar adelante mi familia, sobre todo, y librarme de las angustias de las deudas, sabes… yo no tengo tiempo para participar en concursos y estar escribiendo cartas a editores, o servirme de agentes. Mi satisfacción ha sido crear, con tiempo, hasta la calidad que quiero, sin premuras y, en algún momento oportuno, que llamaré mi kairós, lo mejor de mi obra saldrá a flote y puede que sea cuando ya haya muerto, no por lucro…

—¿Cómo se recibe tu obra en tu país natal, Puerto Rico?

—Mi familia conoce mi obra. Tarde o temprano, tendrán que sacar la cara por ella… ‘I hope!’ Saben que soy muy creativo y de los acumulos de libros inéditos, que es casi todo… Uno de mis pocos libros, impreso en papel, signó un hito de investigación y renacimiento por la historia municipal en mi pueblo. Es mi libro sobre «Comevacas y Tiznaos: Las partidas sediciosas en el Pepino de 1898». Eso es un legado simbólico e indicio de la atadura sentimental mía, pese a mi condición en la Diáspora boricua, un signo en el marco de toda mi obra, con respecto a Puerto Rico… pero, insisto, soy un escritor subterráneo, ignoto, con trincheras no obvias para el Establecimiento, porque en una colonia todo el mundo tira por sí, por dar una ubicación y reconocimiento a su visibilidad personal, y yo me fui. «Y quien se va para Aguadilla, pierde su silla». Es decir, ya no existe… En el clandestinaje intelectual del exilio, estoy más cómodo y creativo. Soy más auténtico. Los «setentistas», que es mi generación nata, se interesaron en mi obra cuando estuve allá. Mi primer libro de cuentos, en papel, «Sarnas de la ira parda», fue publicado por Joserramón Meléndes, que es el alma inspiradora y nuclear de esa generación renovadora, donde además de talento, había generosidad, libertad y no un espíritu sectario de egos… pero uno se va y se acaba todo…

—¿Sientes todavía una identificación generacional con las antillas, o los nuevos temas y lecturas, o se han roto esos lazos definitivamente?

—Tengo una lealtad a Puerto Rico que se ha enriquecido de muchas formas. No necesariamente es que haya dejado de leer a autores de mi generación. A algunos sí, les perdí la pista. Por eso es que hablo en términos de exilio. Si no te dejas ver, nadie te busca. Si no estás allá, importas poco. Yo sólo puedo hablar de mis esfuerzos por leer a quienes puedo. Imagino que yo no soy leído, porque, como te digo, mi hogar intelectual es subterráneo, no que sea inaccesible; pero cada quien buscará a quien le plazca…

—¿Crees que aportas algo nuevo a tu generación?

—Tendría que referirme primero, a fin de contestar bien, con respecto a quienes… Mi generación es muy talentosa. Y nunca hay, en términos absolutos, nada nuevo bajo el sol. Dentro del coloquialismo y la esfera de lo local, mi trabajo es interesante porque se asoman dimensiones tan universales que las fronteras entre lo local y lo universal desaparecen; del mismo modo, te diría que trato temas esotéricos y místicos y con ellos hago perdurar la dimensión de lo existencial, los forcejeos cotidianos de vida, esa tensión entre lo inmanente y lo contingente, lo espiritual y lo prosaico… por ahí, habría algo nuevo por mis aproximaciones a los temas… Sin embargo, recordando el libro «En Borges» de Ché Meléndes, a quien te mencioné hace rato, o su libro «Para Delfin», ¿quién soy para decir que lo mío es algo nuevo? Lo que si diría es que mi obra es original, aunque coincida con otros hallazgos o afinidades posteriores, obras paralelas que revelan el sentido de pertenencia generacional. Descubro coincidencias y eso me agrada… No quiero ser un escritor raro. Vivimos en tiemps de escribir claro lo que se piensa, claro y con belleza…

—Entre tus libros, ¿cuál es uno que te gusta, o crees importante?

—Hay algo especial en «El Libro de Anarquistas». Este surgió en la década de 1980, ya escrito acá… cuando me involucré en el estudio de la influencia anarquista en las antillas, Cuba y Puerto Rico, hecho que es importante entender para juzgar los años de la violencia campesina en Puerto Rico y la mentalidad de los republicanos y socialistas, o anexionistas pobres, que Puerto Rico tuvo en los primeros años del siglo XX y que fundaban círculos obreros, centros recreativos y cuadros de teatro…. Se enfatizaba la educación y la cultura. Así que veo la influencia de Ferrer La Guardia y Anselmo Lorenzo… Este libro me gusta porque me ayudó a comprender la dimensión espiritual y cultural de personajes locales (digamos, Domingo Liciaga, Adolfo Medina González, el Dr. Manuel Epifanio Liciaga Juarbe y otra gente pepiniana y puertorriqueña, que incluyen a las primeras feministas, como Luisa Capetillo, etc.); mas el libro, al mismo tiempo, es una épica de solidaridad universal, que me permite que rompa fronteras y hable sobre Anselmo Lorenzo, Gustave de Molinari, Max Stirner, las víctimas del Proceso de Montjuich de 1892, los hermanos Flores Magón y a la luz de las ideas de muchos luchadores sociales, como los dichos, analizar fenómenos más contemporáneos o actuales, como son la tecnocracia política, el militarismo, la posmodernidad, la filosofía del dinero, la anulación de la confidencialidad, las dictaduras y la autoridad opresiva entre los años ’30 al ’70… Poner, en poesía, toda la sociología e historia que se implica en el tema, es una aportación; no porque yo lo diga, aludo a gente muy inteligente y crítica que han leído de la internet mi libro («El Libro de anarquistas») y me escribe. Conste, hay quienes me escriben cagados de miedo, amparados en un ‘nickname’…

—Un libro tuyo que me parece valiente, denunciador, es «El Libro de la Guerra». Este coincide en muchos planteamientos con «El Libro de Anarquistas»… parece que llevas un debate interior entre tu espíritu épico y el pacifista…

—Pero no hay ninguna contradicción. Creo que uno de las aportaciones del pensamiento anarquista (de ahí la importancia de estudiarlos bien) es que, contrario a lo que se piensa, en principio, los anarquistas son pacifistas y si ha habido mucha violencia alrededor de ellos es por causa de la represión, no porque prediquen la confrontación armada. La Comuna de París, que es el evento inspirador del internacionalismo, el federalismo y el anarquismo español, fue reprimida, así como su modelo de iniciativa pacífica en España y hombres liberales como P. M. Sagasta se prestaron para eso. La esencia pacifista del pensamiento libertario es más benévola y tolerante que la del liberalismo que sí acudió a la violencia para hacer avanzar sus ideas ante las dictaduras o todas las fuerzas reaccionarias enemigas del progreso, el trabajo digno y libre, y la paz entre naciones. Me impresiona del anarquismo su liderazgo que han sido, sobre todo, educadores de pueblos. Los liberales tienden a ser educadores de élites y es la diferencia. Al pueblo estos últimos seguirán arriándolo como ganado y haciéndole sentir que no tienen la capacidad de organizarse y de autogestionar lo que verdaderamente desean sin ellos…

—¿Por qué te interesa tanto el tema de la sexualidad? Lo expones en cuentos y en poesía…

—… porque la sexualidad no es sólo un tema de la esfera privada. Es un tema político. De hecho toda noción de conflicto entre los seres humanos y sus grupos gira alrededor de la sexualidad. Históricamente, en torno a la sexualidad, se forman las primeras formas de privación y opresión. La sexualidad establece un premio o privilegio que se da o se quita por quienes tienen el poder. La primera forma de opresión fue quitar a los hombres el disfrute del erotismo, la destrucción de la Madre Tierra, como símbolo de la hembra y la relación heterosexual, sin la cual no puede haber convivencia libre, armoniosa, entre hombres y mujeres. Cuando no hay este entendimiento bidimensional, entre varón y hembra, se forja una tribu. Las tribus viven fabricando tabües… El patriarcalismo es una tribu de los hombres para oprimir a la mujer y el matriarcalismo es una tribu de mujeres, con poco interés por compartir con los hombres y hacerlo sin chantaje… Esto es un tema muy complejo. Yo, en principio, soy feminista; pero, no aspiro a una hegemonía de las mujeres ni en el sentido político ni en el sentido sicológico; pero el varón tiene que aprender a compartir con ella con fórmula tal que ni exista el patriarcalismo ni el matriarcalismo. De ahí la importancia del tema. ¿Cómo conciliar dos facciones de la identidad, el género y la diversidad?… La sociedad del futuro depende de las soluciones que demos a los desbalances de poder que hoy existen y a las angustias que la sexualidad reprimida o descontrolada provocan, que son tan profundas como la esencia misma de la criatura humana. Esto es, la sexualidad, la líbido como energía, es la puerta emocional más poderosa para construir ideologías de comunión fraterna. Es el secreto de secretos detrás de las manipulaciones de poder…

—Hay tanta poesía, mala y buena, bitácoras de autores, con todo tipo de formación y calidad en las redes, que preguntaría: ¿temes que se pierda tu nombre y tus libros entre millares de lugares y ofertas de lectura? ¿No es el libro en papel el mejor indicio de la disponibilidad formal de un escritor que deba tomarse en cuenta por su trayectoria y oficio?

—Cuando hay algo realmente bueno en la internet se pasa la voz. Uno va y los lee. Esto es el futuro y la opción. Cuando te identificas con una generación vigente o una promoción de autores serios y profesionales y ésta está en el espacio virtual, uno se entera, comulga y les avisa. «Hey, yo existo». Si se interesan bien, si no… también. Uno no tiene que suplicar ser leído, o tomado en cuenta, o aténganse a las represalias. Lo bello del quehacer entre artistas es lo espontáneo y desinteresado de la interrelación. La gente que más me comenta y me lee con simpatía no es puertorriqueña. Son chilenos, argentinos, mexicanos, españoles…

—Aunque no soy puertorriqueño, me he metido en el «Macondo» de tu Pepino (San Sebastián de Puerto Rico), donde hay alrededor de medio-centenar de cuentos, con personajes y situaciones, que fascinan. No hay que ser de allá para disfrutarlo. Háblame un poco sobre ese libro El pueblo en sombras, ¿cómo surgió? ¿Por qué seleccionaste esos personajes? que tengo entendido que son reales, como las anécdotas en torno a ellos, y que inclusive por reales, utilizas sus nombres y apellidos tal cual son… algunos deben estar vivos…

—Sí. Es gente real, vivos algunos, ya fallecidos otros. Gente a las que se les conoció y todavía se recuerdan con cariño. Son parte del folclor y la historia social y política de ese Macondo, como dices. El libro lo comencé, investigué y escribí, durante el transcurso de mis investigaciones de historia oral y documental municipal. Los personajes del siglo pasado (los del siglo XIX, en particular), se transformaron en materal para mis cuentos, siendo gente que tuvo vigencia política como funcionarios antes de 1898; otros son personas que, durante los primeros 30 años del siglo XX, fueron muy conocidos. Gente de todas las clases sociales y, en cierto modo, los cuentos son símbolos de algo importante, no sólo en la historia, de Pepino como «el pueblo en sombras», de ventorrilleros, vivales, veteranos de Corea y caciques, sino de todo Puerto Rico. Por ejemplo, yo hago la mención del pepiniano Sinforoso Vélez Arocho, que fue el primer veterano seleccionado en un sorteo para irse a la Primera Guerra Mundial; pero eso a la vez me permite tocar datos, no investigados, o poco conocidos de otros jíbaros del campo que, poco antes, en 1898, los gringos se llevaron a Cuba, no necesariamente como soldados, pero para trabajar y que allá atestiguaron las matanzas contra los partidarios de Evaristo Estenoz y el candidato presidencial Bartolomé Massó, cuando se produjo una intervención miltar norteamericana y una guerra civil racista, al formarse un partido de la gente de la raza negra… Contar la historia del brujo Don Lion, quien también fue veterano de la Primera Guerra Mundial, sirve para seguir rastreando quiénes fueron los veteranos de la Guerra del ’14, y ya no es sólo Sinforoso Vélez, ya que hay sumar a Juanito Ponce, del sector La Chula y a un héroe, enterrado en Francia…

En uno de las cuentos, «El Pacto de los Fundadores», al hacer la historia del Teniente de Alcaldía Miguel López, llevo a los lectores a un problema que fue muy típico de los tiempos de la colonia española, como fue el raparto de terrenos baldíos a funcionarios ausentistas. Así, por ejemplo, en el año 1829, a fin de ceder 45 caballerías y tierras al Duque de Mahon Crillon, hay una medición de tierras en Pepino y todo por complacer a la Reina. El cuento sirve para que, a através de la voz narrativa de Miguel López de Victoria, se exponga cómo sentían los pepinianos de esa época y para que escarbemos en el mito de la fundación del Pueblo, el papel de la familia de los González de Miraval, primeros hateros y pobladores del barrio rural que hoy se llama Mirabales y sus vínculos con las Santas Hermandades y pactos de tierra que se hacían entonces… Es interesante porque los Miravales y esos González de la Cruz anteceden la fecha convenida de fundación del pueblo, que es 1752.

—Son personajes históricos, ¿con quiénes otros estableces el nivel del folclor?

—Como un signo de folclor, en mis cuentos, están los brujos, como Guilimbo o Don Lion, cuentos con folclor costumbrista son los que tratam sobre el canario Cobita Castro, o Catín La Coja, Sopanda, el Gringo Cubero; hay cuentos sobre la vida pepiniana durante el periodo del auge cañero y la época de oro del Partido Popular Democrático, como el llamado «El Ingeniero»; cuentos sobre los policías antinacionalistas, como «Los Delirios de Belén» o «La muerte de Nano Ortiz»… Pasa mucha gente pintoresca por mis cuentos, desde el Cura Aponte, ex-Alcaldes y legisladores de La Mogolla, Cucán o ya, más prosaico y actual, Sopanda… Este es un libro lleno de amor por Pepino y hasta el más perverso de mis personajes, pasa por el cedazo de una poetización que no falsea al personaje, sino que examina sus defectos y penurias y se dirige a comprenderlo y abrazarlo con cariño, por la magia de la poesía. Enmarcan en anállis sus almas y
circunstancias… En las cosas anecdóticas que los pueblos registran y hacen suya como memoria de su historia, hay algo que es realmente adherencia regional, sucesión de patria, vínculo sentimental que se ata oralmente con la posteridad. Hay peligro de que esos cuentos flotantes en la memoria oral se pierdan, o se diluyan como el simple nombre de una calle, barriada o escuela. Es por lo que quise que estas anécdotas del elucidario colectivo no se pierdan. Son como lecciones ejemplares encarnadas. Guardan una ética y sicología social, deseante y deseada. En su momento, estos personajes eran muy festejados por sus ocurrencias, o sus escándalos, o sus simpatías. Podían ser unos hijosdeputas, pero la gente vio una cierta lección de vida para ellos… Es maravilloso que haya gente, con más edad que la mía, que las guarda y pudieron compartirlas… Sin duda, este libro fue posible gracias a las cosas que Horacio Hernández Campán, un genealogista pepiniano, Doña Bisa Rodríguez Rabell de Negrón, Pedro T. Labayen, el poeta Héctor Soto Vera y muchos otros, me compartían… y, sin duda, deudas con el historiador, poeta y sicólogo, Dr. Joaquín Torres Feliciano…

—¿Alguno de esos individuos en particular que lo hayas tratado personalmente y que te agrade más?

—A veces agradan más cuando no los conoces, sino a través del mito que encarnaron. Ellos puede pasar desaparercibidos, en su belleza y encanto sentimental, si los conocieras en vivo y directo. Te prejuicias por exceso de objetividad o familiaridad. Llegué a ver a Cucán Oronoz, que es el tema del cuento «Reflexiones antes de la caída»; pero nunca lo traté. Si me atreví a charlar mucho acerca de él con su esposa, Emilta Arbona, porque ella visitaba a una amiga suya, donde yo era inquilino y Emilita se abrió a confidencias cuando yo le dije, «¿será cierto todo ésto que se dice?» Como era una pintora, mujer fina y artista sensible, no sabía mentir ni asumir una actitud cínica ante mí. Gané su confanza. Fue ella quien me hizo ver cuán encantadora persona podía ser ese hombre, con tan especial genética y carácter. Era una especie de duende grande… Quizás, con una admiración muy fervorosa, yo diría que de estos personajes pepinianos me impresionó la historia de Luisa Bottari Rico, la que le dio una paliza a Chilín Echeandía («Chilín el Malo», como lo llamaban las personas de su tiempo y su familia para establecer una distancia). Es el cuento «Como una amazona»; o el cuento «El último adiós», dedicado a la Dra. Marcianita Echeandía Font, a quen llegué a ver, aunque murió cuando yo era adolescente y ni pensaba en escribir este libro…

Mis cuentos aluden, o se centran en muchas otras personas que conocí muy bien y admiro: Doña Bisa… bien, no me gusta escribir sobre gente que inspira odio, que sea odiosa. Todos mis personajes, por una u otra razón, pese a sus defectos, tienen que se inspiradores. Tocar algo que, aunque sea transgresión, forje un mito. Lo mío será buscar las palabras para contarlo, sin que se pierda la esencia epocal y el significado humano y social que esa gente tuvo…

—¿Es la «Epica sobre San Sebastián del Pepino» un complento al libro?

—Sí. Es en versos y en apretada síntesis lo que «El pueblo en sombras» es con la prosa. Creo que son dos libros que, en papel, publicaría. Sea como sea, en la internet, ya lo he entregado. Un libro tradicional es ya una vanidad, o un esfuerzo adicional, para hacerlo accesible al que no lee virtualmente, o le gustaría decir que el libro es suyo, o se le ha personalizado, en un volumen para tenerlo en su biblioteca.

—Eso vendrá. Con tu kairós.

—Sí, claro. Mi pluma no morirá entretanto.

—¿Y tu novela chicana?

—La puse a un lado. Demasiado complejo el tema y me frustré…

—¿Se te acabó la luna de miel con Aztlan y el movmiento?

—No sé. Sabes que, sin simplificar lo que quiero decir, yo soy de izquierda. Para mí, si es que voy a asociarme en favor de una causa, esa causa tiene que ser el pobre, el oprimido, el inmigrante… Y yo no sirvo para palmear las espaldas de mexicoamericanos que son más racistas, corruptos y ladrones, que los republicanos rednecks, que no son honestos con la historia de la nación y que, con Reagan y, poco antes, con Barry Goldwater, se han ido intensificando como conservadores y xenófobos, al punto que pervierten a los chicanos con las mismas tónicas… ¡Si supieras cuántos chicanos son, hoy por hoy, miembros de Tea Party Movement! Hablan el mismo lenguaje de Newt Gingrich…

—Yo te dije, lo hablamos… de Reagan para acá, los chicanos ya no tienen otra causa que las corporaciones promoviéndoles sus pequeñas agendas que benefician a sus segundas y terceras generaciones; luchan por cargos públicos, empleos, ser jefecillos de distritos escolares y prebendas. Ya no son un movimiento social ni étnico. Van por el encumbramiento en nombre de La Raza y un SI SE PUEDE…

—¿Un Sí Se Puede, qué? Dáme héroes, carne de cañón, para las guerras ‘democráticas’ de la Patria, dáme tu niñez para que ya no digan Mamá ni Papá, sino Mom & Dad; dáme nuevos ciudadanos para mi distrito y el programa tal o cual… ¡Viva el Sueño Americano, muerto de hambre! El papel que les gusta es el de chulear a los pobres como si fueran una palomilla de rameras, que deben talonear para ellos… Con fondos federales, so pretexto de minorías irrepresentadas, dan el gataso de que harán cosas que no harán, porque si las hacen no avanzarán como líderes en un sistema competitivo y racista. Si no son obedientes no se les vuelve a soltar dádivas del presupuesto federal. La prioridad es darse plataformas conservadoras para lanzarse como funcionarios electos o designables y, desde el poder que hagan causa común, en contra del sector que les elige, o ayudó cuando se ocultaron bajo el pretexto de La Causa y, finalmente, con asociación oportuna, teóricamente leales, a la postre no empoderaron a sus comunidades, se acomodaron ellos… ya, hoy por hoy, apenas sacan la cara por el inmigrante, temporario o indocuentado. Hablan el mismo lenguaje de menosprecio, corrupción, divisionismo y desinformación que los anglosajones de clase media alta y alta. Ahora dizque creyeron que son republicanos compasivos… Tienen la mismas agendas militaristas y de asimilación que el Establecimiento propone para quien llega… entonces, ¿qué haré yo ahí, oyéndoles los pedos, gastando saliva o escribiendo en favor de unos corruptos, chulos de la pobreza, busca subsidios, migajeros? … Mi partido no es ni demócrata ni republicano, aunque entre esos dos males haya que eligir el menor… pero se pueden autogestionar alternativas y consensos en la base…

No digo que todos sean así; pero, mejor ni les busco el lado Terminaré cagado.

—E imagino que los judíos ortodoxos te cierran la puerta…

—Entrada por salida. Los círculos cerrados no me gustan. En esta época de la políticas de seguridad interna y de sionismo desenfrenado, yo no puedo comulgar con ellos y ellos saben que soy de izquierda y anarco; pero conozco a judíos muy puros, con los que puedo hablar sobre Kabbalah, círculos de estudio de la Torah. Mi círculo es muy selecto y en él se me respeta como si fuera un rabino. Yo les digo a esos poquitos de mi diálogo que identifiquen bien sus causas. Los que son poetas me entienden y ante los celotes no me doy ocasión de que me pisen los talones en Irvine.

—Gracias, Carlos.

—Sale, vale.

Monday, February 21, 2011

Como defender a Israel (nota 2)


Por Julio Ioseph May / Argentino

Cuando hablo de proporción y justa medida en la critica y el comentario contra Israel, me refiero a que al MUNDO (digamos, Chávez a los efectos de esta nota porque lo vi en un video criticando duramente a Israel, sin ver que pasa en su propio país aparte de manejar falsa información sobre el Holocausto) le gusta, le es fácil, tocar los bombos contra Israel. La razón, que cada uno la busque adentro suyo, es un hecho.
Ver

Veamos la guerra contra el Narco en México, como ejemplo. Sale en las noticias igual que Israel-Palestina, pero no vi ningún jefe de estado (salvo error u omisión) que patee el piso y se porte como un payaso criticando la situación y la imposibilidad de detener el proceso. Leo y copio:

Hasta 2010 se reportan cerca de 30,000 asesinatos ocasionadas por la guerra contra el narco, de los cuales un número importante corresponde a los asesinatos cometidos en Ciudad Juárez: Ciudad Juárez (Chihuahua) Ver). La estadística incluye —además de las bajas de los cuerpos armados federales y de las bandas de narcotraficantes— a civiles sin nexos con el narcotráfico, jóvenes, niños y periodistas.

Esta guerra tiene apenas 5 años.

El conflicto israelí palestino considerando sus comienzos, mucho antes de la declaración del Estado de Israel en 1948 está cerca de los 100 años. Muy difícil conseguir datos, aunque en el día de memoria por los muertos del ejercito se dan las cantidades y pasan mas de 20 mil nombres.

Acabo de encontrar una nota con algunos datos que si bien estarán lejos de ser ciertos, nos dan una idea de la proporción. Conflicto árabe-israelí

Es una estadística de datos desde 1950 a la fecha-2007- con conflictos con mas de 10 mil muertos. El conflicto Israel-Palestino figura en el número 49 con 51 mil muertos. Digamos que no es un dato cierto,es manejado, es manipulado, digamos que la cantidad (doy fe que no es así!!) son 150,000, llegaría al numero 35, como la guerra civil del Libano.

América Latina: figura Brasil en el número 19, con 500 mil indios, Colombia numero 27, con 240 mil, Guatemala 200 mil es el numero 29, El Salvador, numero 44 con 75 mil, Nicaragua con 60 mil es el 48, Perú tiene 50 mil en esa lista ocupando el número 53 (Guinea y Sabalo 50 y 40 mil no se donde quedan). Argentina (dice autóctono) numero 58 con 30 mil. México aun no figura en esa lista que incluye 67 lugares, la nota se escribió en el 2007 y por supuesto fue antes de la ultima guerra de Plomo Fundido en Gaza.

Cada uno puede hacer sus números y ponerse en el lado que desee, pero en este momento algo está pasando en el mundo, no sólo en el mundo árabe o musulmán y es el momento de ponerse en linea porque esto puede barrer con muchas posiciones del yo no me meto, no tengo nada que ver. Sin duda que Israel no llega con su mejor gobierno a este momento, el tema gobiernos debe ser en otra nota que incluya Obama, Puttin, Sakuzy, Merckel, Berlusconi, Ghadaffy, Ahmanijedad, Erdogan, Castro, Chavez, en el mismo plato con Netanyahu, Liberman, Yshai, Barak y muchos otros. Sin duda, un plato indigerible.

«No hace mucho tiempo,en un país suramericano,entreviste a un hombre,un caníbal, que decía que la carne de mujer sabía distinta a la carne de hombre,porque sabía a flores... » J. Quintero

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