La Casa de la muerte / The House of Death 1795 / circa 1805 / grabado en tinta y acuarelas de William Blake
Por CARLOS LOPEZ DZUR / Historiador y poeta
Parte II: William Blake y la experiencia terrenal / Parte I / Parte III
A partir de ciertas premisas generales, contenidas en diversos libros poéticos de Blake, hallaremos el contexto de Cantos de la experiencia en el marco mayor. Las características definitorias, desde las que expondré las significaciones blakeanas son: Aún los hombres más perversos y hostiles pueden cambiar. «Lobos y tigres», otrora aullantes por una presa a la que dañar, pueden detener su ataque, llorar apenados y «desviar su sed en otro sentido». En La Noche humana puede advenir la bendición para los opresores y los oprimidos, los depredadores y los depredados. Aún el León, iracundo, puede vaticinar la expulsión del Mal y anunciarla a los corderos: «lavada en el río de la vida mi reluciente melena», «ahora junto a ti, cordero que balas, puedo recostarme y dormir» [La Noche]. Blake contrasta en dos poemas, como El cordero y El tigre, la inocencia de la niñez y la corrupción y la represión de la vida adulta.
Blake se centra en dos metáforas principales: Una, la imagen del Cordero, sin mancha y sin contaminación (1 Pe. 1:19). Cordero inmolado que será enaltecido por la fe, al cabo del tiempo, ya que por siempre fue digno de tomar el poder, las riquezas, la sabiduría, la fortaleza, la honra, la gloria y la alabanza (Ap., 5:11). El León, como toda fiera que embista enfurecidamente contra las ovejas, ha de ser expulsada de «nuestro día inmortal». Unicamente, a través de la imaginación, la imagen del Cordero puede ser vista; no del modo naturalístico de la Religión. La Via Naturaliter Negativa destroza la trascendencia y la vuelve un relativismo. El prefirió repudiar el sistema teológico de la Iglesia Católica y crear su propia Visión Dialéctica de Jerusalén (o en sus textos, Albión). Anduvo en búsqueda de una Mano / u Ojo Inmortal, capaz de crear al Tigre / The Tyger / cuya simetría describe como «fearful», «burning bright In the forests of the night». Temible. Esta naturaleza tigrina, temible y airada al mismo tiempo, le interesa y está relacionada a una teología personal y política que el Establecimiento intelectual y religioso condenara. El lo sabe: «The tigers of wrath are wiser than the horses of instruction», lo dijo. Al proceso creativo divino Blake lo designa como Los, también alter-ego del hombre creador.
A diferencia del Génesis, Dios / Los / crea el mundo natural, después de una catástrofe cósmica. Esta visión tiene elementos del Movimento Gnóstico. No obstante, aún cuando los espíritus toman a criaturas aún no nacidas (simbolizadas por los niños) para encarnar, el mundo físico o natural al que advienen no es la vida real, la Vida Esencial en la unidad, lo que no significa que el mundo natural sea atroz. Observa Ed Friendlander que «Natural world contains much that is gentle and innocent [Songs of Innocence]», pero la experiencia de la vida encarnada también puede ser atormentadora. El Tyger es una imagen que mienta la belleza y el horror [«beauty and the horror of the natural world»] y, sobre todo, el que no se tenga una respuesta satisfactoria a la fe. El Tyger es «sense of awe and fear» que desafía la Razón. [1]
Cuando se trata de fundar una comprensión del universo con la pura razón, queda creado Urizen. El Padre de Nadie. Una imagen con la que simboliza a los racionalistas y su particular obsesión con la procesión mecánica de las estrellas: el intelecto, la mente, la formas racionales, divisoras. Ese tipo de hombre son los newtonianos de la Era de la Razón y son los revolucionarios del radicalismo británico de la era de Blake, 1790-1832. En la mitología teológica de Blake, las estrellas que los newtonianos estudian son más débiles que el Sol de la Inspiración y la Luna de Amor. A los teóricos de la Libertad política y el cambio social ante la necesidad, él preguntaría: What is Liberty without Universal Toleration? Y es que los valores ético-espirituales y el utopismo explícito que Blake revela en libros como Jerusalén, América: Una profecía y Los Cuatro Zoas, no se fundan como en Hegel, por la comprensión de la necesidad ni por la derivación de la libertad a partir de la transformación de las relaciones sociales. El amor (Luvah) de Los, no la necesidad, es lo que lleva al Horno de la Aflicción y el Terror a originar y esparcir su bendición hacia Albión. La gente responde con su potencial de fraternidad y devoción a una humanidad universal a fin de consolidar el Jesús inmanente en la Humanidad. Unificados en amor, somos Jesús. Ninguna autoridad revolucionaria, intelectualmente pensada, sin amor, puede dirigir a Albión hacia el Edén.
Blake impugna la idea de perfectibilidad y bondad, por ejemplo, la noción de J. J. Rousseau de que el hombre nace bueno y la sociedad y cultura a posteriori lo corrompe. El hombre es un espectro satánico, parcial o enteramente desde que éste nace o se encarna. Niño o niña han nacido vulnerables al influjo de sus tendencias interiores, o zoas: por cuanto es ya nacido como «a Spectre or Satan & is altogether an Evil». Por su innata naturaleza pecadora, sólo es cuestión de tiempo que la conducta humana manifieste con competitividad, opresión y guerra. Con la noción de la perfección, el poder vertical o el Gobierno de los Guardianes de esa ficción espectral comienzan su hostilidad contra las personas de cultura o virtud insuficiente, o de creencias ordinarias, sus semejantes. Al analizar la pasada experiencia histórica de regímenes como la Inglaterra de Cromwell y la Revolución Francesa, Blake desconfiará. Es preferible su idea del perdón contínuo de los pecados e imperfecciones. En el caso contrario, como ya sucediera, «the desire for a suprahuman perfection becomes the basis for usurping power». [C. Z. Hobson].
A esta conclusiones, Blake llega por revelación y un estudio histórico que analizaremos. El primer aspecto revelativo concierne a su estudio de la Teología a la luz de sus contactos místicos-mediunímicos. Al describir esta etapa, Iñigo Sarriugarte dice: «Fueron muchísimas las experiencias sobrenaturales, según los diversos biógrafos del poeta, con toda una larga serie de personajes históricos que conversaban con el visionario de una manera totalmente amistosa. Estas visiones, contactos o experiencias paranormales fueron aceptadas por el artista con total normalidad y naturalidad. Ante todo parece que William Blake pudo ser un auténtico médium, ya que estos fenómenos paranormales se presentaban como algo cotidiano. Se le podría definir bajo este concepto ya que él mismo se presentaba como un intermediario entre el mundo de los hombres y el mundo de los espíritus, transmitiendo los pensamientos de estos mediante sus poesías y obras artísticas».
Las conclusiones corresponden a sus libros más dramáticamete proféticos: Urizen, El Libro de Athanía, El Libro de Los, completado posteriormente con Canto de Los, Vala o los Cuatro Zoas y Milton. Es muy posible, cuando no incuestionable, que Blake entró en contacto con los tratados sánscrito hinduístas como el Upanishad, donde el término Vala aque utiliza el poeta parece de contínuo, sin adulterar fonética y gráficamente como la Maya, esto es, «Naturaleza y, por lo tanto, de todo tipo de engaño e ilusiones» [I. Sarriugarte].
Con Vala o los Cuatro Zoas, se dilucida cómo la criatura humana «debe salir de este espejismo, alejándose de una angustia continua que le hace encarnar en distintos estados, que lógicamente serán los cuatro Zoas, a los que hace referencia el título, para encontrar finalmente su verdadera unidad interior» [Sarriugarte]. Blake no está solo en esta etapa de estudios. Hay otros herejes de su tiempo con la misma capacidad mística y vidente: Jacob Boehme, Emmanuel Swedenborg, Paracelso, etc., a los que combina con la lectura de Shakespeare, Dante y John Milton y, no sin especial atención, Blake leyó sobre el agnosticismo, la alquimia, la cábala hebraica y la astrología. De alguna manera, lo que cuaja es su crítica urizeniana a la Razón y la priorización de lo urthónico.
Urizen, si bien es uno de los Seres Vivientes o Zoas de la Visión de Ezequiel, es el que pervierte al Amor (Luvah) en la Tierra, o más bien, lo que el amor tiene de pasión y emoción. El amor terreno pasionalizado y emocionalizado se convierte en dos cosas: Represión del Deseo y, en su polo opuesto, Rebelión, todo gracias no a Luvah, sino a Orc, el demonio racionalizador de Urizen cuando ataca a Luvah. Mas es importante que se entienda que Blake cree sobre todo en la regeneración del hombre concreto, de carne y hueso, y que sus cadenas psíquicas y espirituales han sido creadas por el Espíritu para su bendición. Lo interesante es explicar el aspecto trascendente de sus cadenas. «Las cadenas que llevamos todos han sido forjadas por nuestro espíritu», dice Blake en Los Proverbios del Infierno. Pero: ¿qué es infierno y qué es perdición en sus propuestas de interpretación? ¿Cómo se rompe «la apariencia engañosa del mundo con el objetivo de lograr la auténtica verdad»?
Aquí es importante la idea blakeana del Día Inmortal del Apocalípsis, con el que adviene una revolución democrática de masas, que es impredecible, pero para la cual hay que estar preparados por el aprendizaje del amor mutuo. Este «apocalypse-uprising» para salvar a Albión del que nos habla en Jerusalem, no triunfa con coersión, habiendo sido ya intentado con resultados desastrosos. Nos dice de los Amigos de Albión y su violencia bien intencionada:
They Albion surround with kindest violence to bear him back
Against his will thro Los's Gate to Eden.
* * *
Albion resists, the universe growsdark,
and the friends have to abandon the attempt.
(Jerusalem, 39:2-17).
Por esta razón, Hobson interpreta bien al decir que la insurrección redentora de Albión «cannot be predicted or foretold with any certainty, because it depends on Albion's waking and his readiness to follow Jesus' example... If he were not ready to do this, he would descend into competitiveness and oppression —in Blake's terms, he would “die” again».
En Canto de la Inocencia, el día inmortal no es para los cobardes que huyen del Tigre solar y que, por apatía no luchan por «a gentle world guided by kindness and understanding» [Friendlander, loc. cit.], sino para los que entienden la transformación del Tigre. Esta transformación es marcada por la muerte de Jesús.
The Death of Jesus set me free...
(To Tirzah, en: Song of Innocence, 1789)
Esta muerte simbólica de Jesús es la crucifixión que cesa en el espacio el espectro de los entes / o Seres Divididos / que representan las facultades primarias o Zoas, que han sido pervertidas. Con la Caída de Albión, Blake representa el proceso. Con Albión representa al Ser dividido, al Hombre / Mujer antiguo, escindido en cuatro tendencias que se atacan entre sí y que ahjora a lo que tiene enfrente lo observa como «satánicos molinos», «colinas nubladas», «huesos de los muertos». Lo observado con ojos desorientados es «senda de excesos», lo inmundo del quehacer humano. Sin embargo, en el último entre los cuatro Zoas, al que llama Urthona, Blake pone la esperanza: pues este es el Ser de la Imaginación, la Inspiración y la Sabiduría. Más a menudo que referirlo como El Eterno Profeta, Blake lo designa como Los. El recobrador, con una forma manifestada en el tiempo. Los tiempos de Los son de siembra para el aprendizaje; pero, no tiempos de cosecha ni el invierno del descanso.
En la experiencia de la terrenalidad y la historia, Blake establece un periodo en que el hombre debe aprender a despertar los Zoas y unificarlos de modo que pueda vencer los Espectros que son formas deformadas de pensamiento y acción. Uno de tales espectros es el referido en el poema The Druid Spectre de su poemario Jerusalem. Este periodo dedicado a la salud espiritual señala causas o misiones en el que el ciudadano se puede vincular, como son combatir la belicosidad y la pena capital que Blake asocia al druidismo. En dicho libro establece el tipo de humanidad que desea y da un repudio a la guerra:
In loves and tears of brothers, sisters, sons, fathers, and friends
Which if Man ceases to behold, he ceases to exist:
Saying. Albion! Our wars are wars of life, & wounds of love,
With intellectual spears, & long winged arrows of thought:
Mutual in one anothers love and wrath all renewing
We live as One Man; for contracting our infinite senses
We behold multitude; or expanding: we behold as one.
As One Man all the Universal Family; and that One Man
We call Jesus the Christ: and he in us, and we in him,
Live in perfect harmony in Eden the land of life,
Giving, recieving, and forgiving each others trespasses.
He is the Good shepherd, he is the Lord and master:
He is the Shepherd of Albion, he is all in all,
In Eden: in the garden of God: and in heavenly Jerusalem.
If we have offended, forgive us, take not vengeance against us.
Thus speaking; the Divine Family follow Albion;
I see them in the Vision of God upon my pleasant valleys
[Jerusalem 34:10-28]
El Tigre, en cierto modo, es el mismo Jesús el Cristo, visualizado por T. S. Elliot en su poema, Christ the Tiger. Friendlander nos observa que los poetas románticos de los que Blake fue precursor, lo mismo que los teólogos de la liberación, escriben sobre un Jesúcristo «rebelde, liberador, defensor de los oprimidos polítIcamente, un tipo de Prometeo». Del mismo modo, Christopher Z. Hobson nos presenta a un Jesús que, en la concepción blakeana, es poltico y nos pinta a un Blake que se opuso a los impactos de la Revolución Industrial en Inglaterra y sabía que el establecimiento de una Nueva Jerusalem tenía mucho de utopía anarquista. [2]
En los Proverbios blakeanos, el rumbo hacia donde se conducirá el carro del alma [«Chariot of Fire»] es el Palacio de la Sabiduría, la primordialidad del Oriente y el punto de partida del avance diurno del sol. Esto es precisamente el Amanecer de la Eternidad: ver el Oriente, que es el lado del origen, donde aparece el sol levante (oriens, de oriri). Blake no entiende que la historia de la Humanidad Terrestre es oriental, tampoco occidental. Se refiere a lo que es antes de los días, o el Principio de los ciclos de manifestación, antes de la Caída. Para crear ese Amanecer de la Eternidad, que preceden todo sentido de marcha, avance o progresión, invoca de la noche una Estrella Nocturna, que representa Amor, «tea de amor»:
¡Tú, ángel rubio de la noche,
ahora, mientras el sol descansa en las montañas, enciende
tu brillante tea de amor! ¡Ponte la radiante corona
y sonríe a nuestro lecho nocturno!
Sonríe a nuestros amores y, mientras corres los
azules cortinajes del cielo, siembra tu rocío plateado
sobre todas las flores que cierran sus dulces ojos
al oportuno sueño. Que tu viento occidental duerma en
el lago. Di el silencio con el fulgor de tus ojos
y lava el polvo con plata. Presto, prestísimo,
te retiras; y entonces ladra, rabioso, por doquier el lobo
y el león echa fuego por los ojos en la oscura selva.
La lana de nuestras majadas se cubre con
tu sacro rocío; protégelas con tu favor.
[A la Estrella Nocturna, Versión de E. Caracciolo]
Esta estrella, comparada con un «ángel rubio», es el Anciano de los Días («Elohi Qedem»). Este es el verdadero pensamiento que llena la inmensidad. Este es quien «alimenta» los Caminos del Genio y contiene en sí todas las edades, incluyendo lo simultáneo y lo potencial. Es el Consejero y el Consolador místico. El que tiene el secreto de Tet (el embarazo y lo oculto dentro de él). Alude al más íntimo, inverso y modesto estado de belleza, bien y luz. Es el útero mismo de la futura Nueva Jerusalén. La aspiración del Genio. El útero interno de la aspiración pura del alma. Ahí seguramente nace el Tyger transformado, el de la experiencia.
No se puede desafiar exitosamente la existencia, en el aquí y ahora del mundo sin contar con este conocimiento sobre la forma oculta en la materia, el potencial oculto en lo real, sin aquel que es el Anciano de los Días, el que hace paz en las alturas y entre los elementos de la Creación. El da poder de juzgar e imaginar correctamente. Blake cree en un nuevo mundo y orden, mas éste no es predestinado por proceso histórico inevitable que él llamara («an adivine plan»), como son los que proponen las minorías revolucionarias o el Estado Benefactor («benevolent state»}. El mundo del cambio, la Nueva Jerusalén terrenal, sólo puede surgir realizada por «the majority of the people, and only if they are inspired by ethics, love,and mutual self-sacrifice». [3]
Esta ética universal, blakeana, es una ofrenda: Mysterious / Offering of Self for Another (dice en: Jerusalem). Esta ofrenda es Jesús. O el Tigre transformado. «At the center of Blake's new concept of liberation, as the inspiration of universal brotherhood, is the figure of Jesus». Un Jesús que no proviene del Cristianismo autoritario El tipo de Jesús que Blake valora es el Jesús humano, «a comrade in suffering, ready to die for his fellow humans». El Jesús que son todos los seres humanos siempre y cuando sepan vivir en amor y en mutuo auto-sacrificio, como el que describe en poemas como: The Divine Image de Songs of Innocence.
And to these virtues of delight
Return their thankfulness.
For Mercy Pity Peace and Love
Is God our father dear:
And Mercy Pity Peace and Love,
Is Man his child and care.
For Mercy has a human heart
Pity, a human face:
And Love, the human form divine.
Kathleen Raine en su libro World of Art: William Blake (1970) nos explica cómo en el poema The Everlasting Gospel, Blake no presenta a Jesús como un filósofo o figura mesiánica, sino como «a supremely creative being, above dogma, logic and even morality»: [4]
If he had been Antichrist, Creeping Jesus,
He'd have done anything to please us:
Gone sneaking into the Synagogues
And not used the Elders & Priests like Dogs,
But humble as a Lamb or an Ass,
Obey himself to Caiaphas.
God wants not man to humble himself.
Tampoco es Jesús «some weak idea of humanitarian benevolence»: por un lado, es un tradicional guardián de la Humanidad, el Pastor, el Maestro y Orientador; por otro, es la Hermandad Universal y la Misericordia, una colectividad de todos los que son trabajadores en el Horno de la Aflicción. Los hermanos, las hermanas y los amigos son Jesús. El Jesús colectivo es todo quien quiera morir por Albión y no se duerme: «Do I sleep amidst danger to Friends! O my Cities & Counties / Do you sleep! rouze up! rouze up. Eternal Death is abroad. / So Albion spoke & threw himself into the Furnaces of affliction».
El hombre tiene que vivir una experiencia transformadora que viene de muy remotas edades. Una edad en que el Ser del hombre no había sido dividido con la consecuencia trágica de detener, o inmovilizar el tránsito durante el Viaje Espiritual del Alma. Blake está consciente que hay tradiciones paganas que hablan de este viaje. Está consciente a su vez de las versiones del Cristianismo autoritario que no entiende la Visión de Ezequiel sobre las Cuatro Criaturas o Seres Vivientes (Zoas). Entonces, él se atreve a retomar la interpretación y comienza diciendo que el Trono de Cuatro Ruedas, o la Carroza detenida, representa el Espíritu y el Alma Universal de una Humanidad Caída, a la que llamó Albión. [5]
De la lectura de la Cábala hebrea viene una confirmación que ya Blake conocía por el místico sueco Swedenborg. Este influye en la creación de una secta cristiana en Londres, llamada Nueva Iglesia de Jerusalén, iniciada por Robert Hindmarsch y el pastor anglicano John Cloves en 1788. El poeta está interesado en cómo el mundo espiritual penetra en la materia. «Todo lo que existe es Santo. Todos los deseos, todas las pasiones, todos los placeres son sagrados», dice Blake, con lo que pone a temblar el Establecimiento puritano. «La satisfacción del deseo, engendra las frutas de la vida y de la belleza», agrega. Está haciendo espacio a un hombre gozoso y preparando una nueva dialéctica visionaria. «La Biblia tiene una interpretación diabólica que el mundo conocerá si se porta bien».
Se ha dicho que la poesía de Blake es una crítica de la «violencia fanática libertaria y sensual del romántico» [6] y E.P. Thompson en su libro Witness Against the Beast: William Blake and the Moral Law, piensa así ya que La Bestia, la verdadera bestia social es la Ley Moral y lo que Blake llamara «Congregated Assemblies of wicked men», las sinagogas de los perversos, donde Satán es la misma humanidad, en cuanto congregados los seres individuales encarnan la crueldad individual, la hipocresía sexual y moral hypocrisy. Satán es la opresión institucional humana.
No es del todo justo negar lo que hay de ideal romántico en Blake, aunque sea crítico de los excesos. El aspira, como los románticos en general, a crear una nueva sociedad y para impulsar la confrontación cultural e intelectual acudiría al debate, a la crítica. Lo que no deseó fue una clase jerárquica, autoritaria, presidiendo sobre ese debate, o como dice Hobson, «through debate, without institutional hierarchy». Quien ha de presidir es Jesús. «At the center of Blake's new concept of liberation, as the inspiration of universal brother-hood, is the figure of Jesus». [Hobson] Y los asuntos específicos de la Nueva Sociedad, nueva Albión o Jerusalén, caben todas las temáticas sin eludir ninguna: inclusive el cuerpo humano, terrenal, y su sexualidad, la acción de masas, el acto organizativo, las luchas contra la pobreza y la tiranía, el futuro de la Revolución Industrial y las colonias inglesas en América.
Antes que una revolución violenta, en los Hornos de Aflicción, donde comienzan las rebeliones, Jesús sufre. «Albion stood in terror: not for himself but for his Friend / Divine»; «All was a Vision, all a Dream: / the Furnaces became / Fountains of Living Waters flowing from the Humanity Divine». Jesús es quien apela a una acción colectiva y pone a los hijos e hijas de Albión, a todos (« All The Sons & Daughters of Albion on soft clouds Waking from Sleep») a despertar, a fluir insurrecionalmente como Fuentes de Aguas Vivas («the furnaces throw up Fountains of Living Waters»). Mas este moviento insurrecional es No-Violento, aunque es confrontativo. El rol redentor de los trabajadores se deriva de un ideal solidario que enfatiza el auto-sacrificio; no el empuje de la necesidad por causa de las presiones de unas supervivencia económica. La Nueva Sociedad debe ser construída por la labor paciente de los trabajadores cuando se cuajen las condiciones en que «we ready ourselves for the day of struggle». «Blake also sees that to keep this system working, even to get it to work, requires a kind of spirtual cleasing after the apocalypse- revolution» [Hobson].
El rol del redentor cristiano, auto-sacrificado, solidario, mutualista y antiautoritario, procura Espacios para Jerusalén que no sean los que los «Albion's renegade sons and daughters» han creado, como la guerra y la opresión. William Morris en Romantic to Revolutionary (1988), así como Hobson en su libro The Chained Boy: Orc and Blake's Idea of Revolution, nos definen algunos «Spaces for Jerusalem» «as spaces for future redemption and free sexuality». «Blake's emphasis on ethical and spiritual values is also related to his idea of a post-apocalyptic world of free domand debate, without government.. the key to his belief in an apocalypse that brings a society of mutual rights, a cooperative commonwealth of free women and men without government... included ... the human body, therefore the body, and its sexuality, are holy... Love has the human form. This belief led Blake from an initial emphasis on male sexual gratification to an eventual belief in women's autonomy and a defense of homosexuality». Es en este sentido, político y natural, que Blake dice que «donde no está el hombre, la naturaleza es estéril».
Esta visión terrena de Espacios Futuros de Redención para Jerusalén es muy actual, tan controversial que aún la Iglesia y la Ley desamparan los derechos sexuales, a veces con el mismo rigor que en el tiempo de Blake. Como un adelantado, en tiempos en que se descuidaba la educación de la mujer, él se interesó en el tema y lo puso en práctica. En 1782, quien sería su esposa fue Catherine Boucher, hija analfabeta de un florista ambulante. Blake la educa, instruyéndola en la lectura y la escritura, el arte del grabado y el dominio del color, «de esta manera además de ser su compañera sería su más cercano colaborador profesional. A pesar de la diferencia cultural e intelectual entre ambos, su unión duraría hasta la muerte del poeta». [Sarriugarte].
La vida ciudadana de Blake estuvo influída por la aparición en Inglaterra de una orden secreta, los ranters, que surgió en el Siglo 17. El movimiento Ranters aludía a los adherentes de los Antinomianos que surjen durante los tiempos del Commonwealth y Protectorate (1649-59). Hay ideas entre los antinomianos que apelan a Blake: por ejemplo, el panteísmo, esto es, la enseñanza de que Dios está presente en la Naturaleza. Los Ranters postulaban la experiencia íntima con Jesús y no interpretaban la Biblia de modo literal o escritural. El Parlamento les acusó de fomentar la inmoralidad y legisló su supresión. Vid.
Los antinomianistas o antinomianos «rechazan toda regla, ley y principio con relación a la moralidad, y no ven ninguna base para determinar si las acciones son morales o ...“contra la ley”. Esta es la base de la ética de la situación, un sistema popularizado por Joseph Fletcher». [Erwin Lutzer y Louis D. Whitworth: Cómo medir la moralidad: Una comparación de los sistemas éticos] Por otra parte, es imaginable la actitud de Blake ante dos versiones populares de lo que el ranterismo fue. El ranterismo puede que haya sido utilizado como una herramienta de propaganda por ciertas sectas sin otro pretexto que desacreditar a ciertos individuos [Friedman]. De hecho, la opinión de investigadores acerca de lo que fue realmente el Ranters Movement varía entre quienes señalan entre ellos a religiosos libertinos y otros que identifican a doctos, «high attainers» y «high professors», prominentes entre 1649-54. [7]
Parte III:
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Notas bibliográficas
[1] Ed Friedlander, M.D., Understanding William Blake's "The Tyger". También se ha visto, entre las significaciones del poema «El Tigre» (1794) su protesta contra «la inhumanidad de la revolución industrial, sentimiento que plasma en su famoso poema El tigre» William Blake, en Los amantes de la poesía.
[2] Christopher Z. Hobson, Anarchism and William Blake's idea of Jesus, versión en interés. Hobson es autor The Chained Bo: Orc and Blake's Idea of Revolution (1999).
[3] Hobson, Anarchism and William Blake's Idea of Jesus, op. cit. La creencia blakeana en una comunidad enteramente auto-regulada, sin gobierno, y su rechazo a la dictadura son el contenido de sus ideas anarquistas. En Blake, el Jesús como Salvador no es una persona individual, sino el símbolo de un grupo humano. «One Man all the Universal Family», «that One Man / We call Jesus the Christ»; «the Lord, the Universal Humanity”». «Blake’s Jesus, then, is humanity when it is united by love».
[4] Kathleen Raine, World of Art: William Blake. Thames & Hudson. 1970.
[5] John Emslie, Blake's Zoas, en: Vid. Con los Zoas, Blake pretende darnos un conocimiento sobre un orden unitario del alma: «Zoas tell a spiritual history they also represent an order of the soul, a perfect unity», «a guide for a journey of self-understanding». Esto es lo que significa la confesión de Blake que dice: «Four Mighty Ones are in every Man». Los Zoas residen dentro del hombre y cada uno de sus aspectos representan algo práctico: Tharmas se expresa con las Manos, Urizen en la Mente, Luvah en el Corazón y Los como el Espíritu.
[6] Iñigo Sarriugarte, Las Alucinaciones Mentales de William Blake como Base de su Obra Literaria y Artística: ¿Genialidad O Locura? [Revista Virtual Razón y Palabra: Número 40, Agosto - Septiembre, 2004]. Vid.
[7] Un libro sobre el ranterismo, escrito por Jerome Friedman, con el título Blasphemy, Immorality and Anarchy: The Ranters and English Revolution, explica lo difícil que es juzgarlo, ya que mucha de la información y los insultos que se adscriben al términos se extrae de los escritos de sus oponentes y en la actualidad es muy cuestionada. Las ideas de los Ranters y el comportamiento que se les achaca arrancan de la herejía medieval del Siglo 14, «Free Spirit or the Beghards, and Free Spirit» y su relación con «Edad del Espíritu» predicha por Joaquín di Fiori en el Siglo XII. Véase: Jerome Friedman y Vid: English Dissenters: Ranters l
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Convocatoria al Estudio de la Historia de San Sebastián del Pepino / «Cantos de la Experiencia», poemario: En torno a William Blake (2) / Dossier de Carlos López Dzur / Cuaderno de amor a Haití / Codornos y coscuros / La Naranja
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