ESTADIDAD: LA PERFECCION COLONIAL
DEL ENTREGUISMO
Por JULIO SOTO AROCHO
Decir que la estadidad es tan descolonizadora como la independencia, no es un acto de ignorancia. Es en realidad, un acto de destape, de "strip tease". De vil y vulgar complicidad de tipo comercial y traicionero. Es una radiografía de alguien que por su odio al PPD, terminó perdiendo lo más importante en el ser humano que aspira a ser patriota, que es la constancia y la consecuencia, en aras de la apariencia de meramente presumir y aparentar ser con poses, lo que no se puede ser desde la conciencia.
Es ya tan conocido en nuestra isla el odio sarraceno neopipiolo al PPD, que termina haciéndoles daño a ellos mismos. Y a la lucha, si es sincera. Porque si no lo es, solo va pudriendo espiritualmente al que una vez pudo ser un patriota, pero que ha confundido el rumbo con la veredita angosta del fanatismo, la calentura con la sábana, el amor con la bellaquera; teniendo por guía el odio al hermano que no piensa como él, que piensa diferente, para terminar amancebándose con el enemigo irreconciliable de Puerto Rico y de nuestra puertorriqueñidad. El conato de patriota que piensa que solo se puede ser patriota a su peculiar manera, ni siquiera puede ser líder de sí mismo, porque ha perdido el rumbo, y con el rumbo la conciencia.
Don Pedro nos advirtió, que si esta lucha no era por amor, era mejor no darla hasta que el amor al prójimo no sea más grande que el amor enajenado y dogmático a una entelequia de patria, que no nos deja ver que la patria es su gente.
Citando a Martí nos decía Don Pedro, que "patria es humanidad".
Y hasta nos profetizó ( y ya lo estamos viendo), que el odio es embrutecedor. Y en cada argumento de odio neopiolo, vemos la degeneración como ser humana/o de otro neopipoilo que dejó de servirle a la patria, para servirle a su líder y a su odio bien pagado; en lugar de a la independencia, a su consecución, a hacerla realidad.
Y esta realidad solo se hace, solo se logra, con pueblo.
Sin pueblo puertorriqueño, noy lucha que valga la pepa de una quenepa agria, que no vale ni la pena sembrarla. Pero parece más, que lo único que desean es que nunca llegue, y sin poderlo disimular ya. ¡Sí señor!
Los argumentos del neopipiolismo, son un catálogo, un broshure de este odio embrutecedor. Dividir la celebración de nuestra Fiesta Nacional, del Grito de Lares, es solo uno de los ejemplos de la barbarie por donde nos conduce el odio fanático y enfermizo. Una verdadera barrabasada, fecundada por el odio embrutecedor. ¡Qué razón tenías, Maestro! Sí, el odio embrutece. Y el odio total, embrutece totalmente.
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