Por Alfredo Villanueva Collado / poeta y educador puertorriqueño
Es muy cierto que la policia ha perdido el respeto de la ciudadanía, pero eso es por que ellos mismos no respetan al ciudadano. Yo recuerdo cuando me criaba que los jovencitos aspiraban a ser policías, por que era una profesión de honra y de respeto, personas que estaban para servir al ciudadano. Cuando llegué a la mayoría de edad lo que se escuchaba era: «si éste me sale bruto que se meta a policía».
El deterioro en el profesionalismo de la policía fue páulatino, se perdieron aquellos policías profesionales como el Comandante Loyola, el Coronel Roig, el Superintendente Torres Braschi, personas de honor y respeto cuya ejecutoria era para el bienestar del pueblo. La policía se pobló de batatas políticas en su alta esfera a fines de los años 60 y principio de los 70, y desafortunadamente esa tendencia nunca ha frenado.
Al parecer hemos llegado al epítome de la incompetencia y el batatero político con el actual superintendente Figueroa Sancha, que no es otra cosa que un buscón político en su máxima expresión, o un guapo de barrio que tira la piedra y esconde la mano inventándose excusas fatulas para su acción. No hay lugar en la policía para personas como estas, cuyo interés no es servir al pueblo, sinó empujar la agenda de su cacique político sin importarle los derechos del pueblo.
Ejemplo craso de esto es lo que ocurrió frente al Capitolio, entrampamiento, burla, abuso, violación de derechos civiles, y muchas cosas más alegando que los estudiantes estaban armados e iban a tomar el Capito-lío por la fuerza. Explique Sr Superintendente que pasó, pues la reyerta comenzó dentro del edificio, no en las afueras, y comenzó con un ataque vicioso en contra de los periodistas que estaban allí, e inclusive contra legisladores de la minoría que estaban hablando con ellos.
¿Qué peligro o amenaza representaban esas personas que pacíficamente estaban entrevistando a legisladores? ¿Qué necesidad había de enprenderla a macanazos y rocío de pimienta y gases lacrimógenos? Explique también los disparos hechos por el Tenientito del Cuartel de la Calle Loíza, ¿O es qué el propósito era crear un motín para reprimir la libre expresión del pueblo?
Sr. Superintendente, usted debe de renunciar por que le falta la honestidad intelectual y moral para ocupar el puesto que le regaló el gobernador de jure, y que le avaló la asamblea del gobernador de facto. Renuncie antes de que verdaderamente provoque una revolución del pueblo contra sus abusos y mentiras para justificar lo injustificable. Basta ya de mentiras y maltratos de este desgobierno de ineptos y farsantes.
Tomado de Arquelio / Facebool
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