FIESTAS Y DESFILES: Con la rememoración de los años de la Indepedencia Mexicana, se asume toda una raíz cultural e histórica. El Condado de Orange y el más grande de los ranchos, jamás habido en el Sur de California [Rancho Santiago de Santa Ana], fue el resultado de una concesión de tierras dadas a famlias mexicanas, cuyo estilo de vida fue señorial entonces. En aquellos sucesivos 50 años de ranchos florecientes, la buena comida mexicana, la charrería, lujosas vestimentas y otras costumbres, fue parte del legado de México en California y todo el suroeste al Norte de la Frontera. El despojo subsiguiente de aquella tradición fue el resultado de una guerra. Al finalizar la Guerra Mexico-Americana en 1848, el Condado de Orange, como toda California, vino a ser parte de los EE.UU. y los colonos angloamericanos arribaron por miles al área. El colono de Kentucky, William H. Spurgeon, obtuvo en 1869 las tierras de los descendientes de José Antonio Yorba. Santa Ana sería incorporada como ciudad en 1886, con una población de 2000 personas y en 1889 ser1a convertida en la capital del recién formado Condado de Orange.
Por CARLOS LOPEZ DZUR
SANTA ANA: Siempre me ha gustado la idea de que cada comunidad inmigrante y étnica tenga su festejo simbólico, conmemorativo, algo relacionado a su cultura y sus raíces, que los una. Para los mexicanos en el Sur de California, así como en otros estados del país, una de sus fechas es el 16 de Septiembre; otra, el Cinco de Mayo.
De hecho, yo pienso que si una conmemoración es, por definición, «recordar públicamente un personaje o acontecimiento», las posibilidades de que las comunidades latinas tengan muchas otras fiestas son amplísimas. Sin embargo, se prefirió recordar esas dos fechas, relacionadas a la Independencia de México. Celebrar los principios involucrados en la lucha por libertad es legítimo. Es una manifestación de cuán importante es sentirse política y económicamente libres y desautorizar las autoridades que no respetan a la gente, sus derechos al progreso y el bienestar. No dudo que cualquier mexicano, o latino en general, se sentiría feliz si celebrara con consciencia el 4 de julio, que es la fecha de la Independencia de los EE.UU.
Festejar la hispanidad en lo que hoy es la Ciudad de Santa Ana es algo tan lógico y coherente como el mismo nombre de la Ciudad que fue un homenaje de Don Gaspar de Pórtola, cuando viajaba por el hoy llamado territorio de Orange County, en 1769, en los días en que se celebraban las fiestas o advocaciones de una santa bíblica, la matrona Ana y del Apóstol Santiago. En lo que todavía es el Condado de Orange, que cabalgó Pórtola, yendo rumbo a la Bahía de Monterey, se establecieron los primeros santaneros. Pudieramos decir, sin equivocarnos, que los primeros en dar homenaje a la hispanidad y recordar públicamente a personajes y eventos que se relacionan a su historia son José Antonio Yorba, un soldado veterano de Pórtola y su nieto Juan Pablo Peralta. Ellos recibieron una dotación de tierras del Gobierno de México, tan inmensa que se extendía de las márgenes orientales del Río Santa Ana a las montañas, con una lomghitud de más de 22 millas. Ellos prefieron combinar los dos nombres de Santos para conmemorar esos hechos beneficiosos en sus vidas. En 1810, con el Rancho Santiago de Santa Ana, quienes habían sido exploradores, ahora premiados por sus servicios, fundaron el primero de muchos ranchos que tendrá la Ciudad de Santa Ana y en gratitud se acordaron de Ana y Santiago. El rancho original ocupó una parte donde hoy esta ciudad está enclavada; el Rancho Santiago fue tan grande que ocupaba todo lo que fue enteramente el Condado de Orange. Esto es decir que el rancho de Yorba incluyó las tierras que hoy son las ciudades Olive, Orange, Irvine,Yorba Linda, Villa Park, Santa Ana, Tustin, Costa Mesa y las áreaas no incorporadas de El Modena y Santa Ana Heights.
Después de 50 años de silencio, la historia de Santa Ana y el Condado de Orange se escribiría de un modo diferente a la época previa de ranchitos que un historiador como Friss estudiara. Estos racnhos florecieron durante cincuenta años. All was open range in those days and livestock roamed at will. Santa Ana era esencialmente ganadera. Los apellidos hispanos en la comunidad eran se marcaban en la política y la economía. Los Angeles y los mexicanos de Santa Ana tenían vínculos sólidos. H. H. Bancroft para su History of California, relacionaba a la región de Los Angeles, a la vida del Sur de California. En 1839, se preparó el primer censo de toda el área. Hombres como H. H.
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