Por Dr. Rafael Cox Alomar / Abogado
De la misma manera que llegó la hora de que el liderato estadista coja el toro por los cuernos, es hora ya que el PPD defina claramente su ideario. No me refiero a definiciones vagas y anodinas que no dicen nada. No me refiero a la repetición sin sentido del mismo catecismo de frases inconexas que tomadas en conjunto confunden más de lo que esclarecen. Me refiero a la discusión abierta, transparente y detallada de cada uno de los elementos constitutivos de ese Estado Libre Asociado que el PPD dice defender de cara al futuro. Al PPD le llegó la hora de la gran definición.
El momento de debatir el futuro del Estado Libre Asociado es ahora. Mañana será muy tarde. Aquellos que apuestan a que con indefinición, confusión y discursos dobles se ganan elecciones se equivocan. Y los que creen que torpedeando la celebración del debate ideológico ahora evitan rupturas futuras también se equivocan.
El pueblo de Puerto Rico no necesita más líderes endebles y fácilmente maleables. Tampoco necesita líderes que digan una cosa hoy para hacer otra mañana. Ni mucho menos le concederá el poder político a un partido que no habla claro y que lo que proyecta es que está controlado por una camarilla de independentistas desafiliados que quieren desde afuera dictar el rumbo ideológico de la colectividad. Al pueblo hay que hablarle claro y con la verdad. Empecemos por el principio.
Si bien es cierto que el paso de Aníbal Acevedo Vilá por la gobernación y la presidencia del PPD fue uno altamente accidentado por las maquinaciones politiqueras de fiscalía federal y por el canibalismo de una legislatura troglodita, no es menos cierto que su abordaje del tema ideológico dejó mucho que desear.
Aníbal nunca habló con especificidad. Mientras en sus comparecencias ante el Comité de Descolonización de la ONU (9 de junio de 2008) y la Comisión de Recursos Naturales del Senado federal (15 de noviembre de 2006) abogaba por la evolución orgánica del ELA hacia mayores poderes políticos dentro del esquema federal de los Estados Unidos, aquí permitía que los autoproclamados soberanistas sacaran fuera de contexto sus expresiones para ganar indulgencias electorales con el independentismo desafiliado.
Y así con ese doble discurso --- diciendo una cosa allá y permitiendo que se dijeran otras aquí --- creó un resbaladero ideológico tan confuso que el PPD ahora mismo no sabe ni de dónde vino, ni dónde está ni mucho menos hacia dónde debe de ir.
Que si el ELA soberano, que si el fondo de autosuficiencia, que si un tratado de amistad con Estados Unidos, que si la ciudadanía doble, que si Palau, que si las Islas Marshall, que si la Resolución 1541, que si digo digo que digo Diego. Y el pueblo ahí como espectador impotente de la debacle, víctima de la mogolla ideológica.
Ahora bien, de lo que el pueblo si está claro es que no puede respaldar a un partido que no inspira confianza ni seguridad porque no sabe hacia donde quiere ir. Y mientras el hacha va y viene, Fortuño y Rivera Schatz haciendo fiesta, despidiendo a miles de empleados públicos y cavando a cuatro manos la tumba del Estado Libre Asociado.
El PPD tiene que agarrar el toro por los cuernos. ¿De qué están hablando los soberanistas? ¿Qué es el ELA soberano? ¿Es con ciudadanía americana para los que aún no han nacido o sin ciudadanía como en Palau, las Islas Marshall y los Estados Federados de la Micronesia? ¿Puede ser anulado unilateralmente por los Estados Unidos como en aquellas islas? ¿O acaso es una relación en unión permanente basada en el principio del consentimiento mutuo? ¿Es con transferencias federales al ritmo actual de $5.7 billones anuales de gobierno a gobierno y cerca de $4 billones directamente a individuos?
¿O por el contrario es con el esquema de la Micronesia con aportaciones temporeras restringidas a sólo 6 renglones (educación, salud, infraestructura pública, el ambiente, y el fortalecimiento de los sectores públicos y privados) que para el año 2023 desaparecerá totalmente? ¿Es con el mismo modelo de fondo de autosuficiencia de las islas del Pacífico que ha resultado ser un verdadero desastre y que está quebrado? ¿Es una asociación por tratado entre países independientes? ¿Qué se quiere la independencia en asociación o el perfeccionamiento del Estado Libre Asociado sobre lo que ya tenemos? ¿Qué se pretende pedir mayores poderes sin entregar lo que tenemos o entregar lo que se tiene para entonces pedir desde un limbo político? ¿Cuál es el problema con debatir todo esto de frente? ¿Cuál es el miedo?
La única manera de coger el toro por los cuernos y acabar con toda esta madeja absurda de confusión es debatiendo el futuro del Estado Libre Asociado de frente ante el pueblo popular. Y que sea ese mismo pueblo popular quien finalmente decida hacia dónde quiere ir.
Si el PPD sigue a la deriva, sin rumbo ni dirección, caerá en la trampa que ya está urdida del plebiscito criollo del año que viene sin quinta columna --- abriéndole las puertas de par en par a la estadidad. Por eso el PPD tiene que definirse ahora para que el pueblo sepa desde ya donde está parado y trazar un rumbo ideológico consistente con sus valores históricos --- rumbo que la gente entienda. No es hora de rehuir el debate y salir corriendo, es hora de ir de frente. Ahora más que nunca.
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