Por Martha Guadalupe Romero
La verdad es que antes de la revolución cubana, el 20% de la población recibía el 58% de los ingresos, en cambio el 20% más pobre percibía solo el 2%. El 75% de las tierras estaban en manos de un 8% de propietarios. El 24% de la población activa estaba desempleada. Solo el 12% de la fuerza laboral era femenina. Alrededor del 60% de los trabajadores asalariados y por cuenta propia tenían un ingreso inferior al salario mínimo vigente. Había una ausencia total de la asistencia social.
El 50% de los niños entre 6 y 14 años no asistían a la escuela. Los mayores de 15 años tenían un promedio de 3 grados escolares. El nivel de analfabetismo en el campo era del 47% y en general, era del 23%.
La enteritis, la diarrea y la tuberculosis, estaban entre las 10 principales causas de muerte. La descomposición social era evidente: drogas, corrupción y prostitución, entre otros vicios. Cuba era el burdel de las Antillas.
Pero la verdad es que esas son cifras del pasado. Actualmente existe un 1.7% de analfabetismo. Por cada 15 alumnos hay un maestro, una de las tasas mundiales más altas. Para el 2000, había un médico por cada 168 habitantes. La tasa de mortalidad infantil es del 5.3% por cada mil nacidos vivos, una de las más bajas del mundo. El sistema nacional del médico de la familia cubre al 99.1% de la población cubana. La expectativa de vida es de 76.5 años. El Índice de desempleo se estima en 3.3%. Cuba tiene el puesto 51 del Índice de Desarrollo Humano (PNUD).
Verdaderamente, la juventud cubana no tiene donde perderse. Cuba posee aproximadamente 7 mil bibliotecas públicas, 17 escuelas de artes plásticas y una práctica masiva del deporte. La Feria del Libro se ha extendido a todo el país y recibe más de 3 millones de visitantes locales. Existen 211 centros de investigación. Por cada mil habitantes hay 1.8 científicos e ingenieros en áreas de investigación.
Aún así, en Cuba había un porcentaje mínimo de jóvenes que no estudiaban ni trabajaban, por lo que fue creado un programa especial de superación. No hay espacio para formar o involucrarse en pandillas delincuenciales.
En verdad, las mujeres en Cuba representan el 65% de los graduados universitarios, el 67% el personal docente, el 56.7% de los médicos del país; más del 55% de los fiscales y el 49% de los jueces profesionales y alrededor de un tercio de la fuerza laboral industrial. Representan el 43.32% de los 614 diputados de la Asamblea Nacional del Poder Popular (2007/2012), el 38% del total de ocupados en la economía. De los 199 centros de investigación científica 48 son dirigidos por mujeres. Miles de mujeres integran la colaboración médica que llevan a cabo en África, Centroamérica y el Caribe.
La verdad es que la vulnerabilidad de Cuba frente a los desastres naturales es mínima, debido a una constante modernización y participación masiva del sistema de la defensa civil que incluye no solo medidas estructurales y un sistema de vigilancia y alarma con información oportuna que llega a toda la población, sino que incluye la preservación del medio ambiente. Para el 2001 la superficie cubierta por bosques se elevó al 21.9%. Según el PNUD, la experiencia de Cuba en el área del manejo de riesgos ha dado lugar a iniciativas de cooperación regional entre los países que enfrentan retos y desafíos similares, por lo que Cuba trasmite lecciones aprendidas y buenas experiencias en el marco de la cooperación Sur-Sur.
Es verdad que la situación económica de Cuba no es fácil, como no lo es, en ningún país subdesarrollado. No solo por el bloqueo impuesto desde el inicio de la Revolución, sino por las consecuencias del denominado periodo especial de los años noventa, más recientemente por los tres huracanes del 2008 que devastaron el área productiva y por último la crisis mundial que ha afectado a todo el planeta.
La verdad es que el pueblo cubano, como todos los seres humanos, con semejante nivel de educación y cultura, aspira a más y mejores cosas y, que a pesar de todo lo hecho, en Cuba hace falta más por hacer (donde no?) Por ejemplo, aunque entre 1981 y 2000 se construyeron 650 mil viviendas nuevas, no es suficiente para llegar a toda la población con implicaciones adicionales de abastecimiento de agua potable y saneamiento.
Verdaderamente el problema en Cuba es que se piensa en toda la población y eso es sumamente complicado. El transporte público, el suministro de energía o la distribución eficiente de los alimentos para 14 millones de personas, son asuntos que en cualquier país del mundo requieren esfuerzos extraordinarios. Solo en Cuba se puede declarar que la agricultura constituye un asunto de seguridad nacional. A pesar de todo esto, muy pocos países tienen la calidad de vida que poseen los cubanos y en su mayoría -incluso los más desarrollados- enfrentan los mismos problemas.
El Presidente Raúl Castro, en su comparecencia ante la Asamblea Nacional del Poder Popular en diciembre del 2009, informó que muchas de estas dificultades tienen que ver con "desorganización y la resistencia pasiva de los cuadros intermedios a cambiar la mentalidad». Pocas veces un presidente habla con la verdad y reconoce públicamente las dificultades internas.
La verdad es que aquellos que obstinadamente reclaman en Cuba lo que en otros países ocultan, silencian y minimizan, son los que tiran la piedra, sabiendo que no están libres de pecado o peor aún, sabiendo que están repletos de ellos. Criticar para edificar vale. Difamar para desacreditar no vale.
Es verdad que la Revolución cubana no es perfecta, que no todo es acierto, mas se acerca a lo que yo simplemente soñé.
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Hombre extendido / EHE / Herencia y verdad / La palabra que no baila con cualquiera / El preguntante / Los delirios de Andrés Belén / Cucán Oronoz / La muerte de Nano Ortiz / Leoncio Bourdón Jiménez / Red de Escritores / Jacob Needleman: Etica y dinero /II Encuentro de Proyectos Productivos / Casa Puebla /
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