Por Marcos Reyes Dávila, Vice Presidente del FIPPR
No podemos hablar del éxito del Segundo Festival Internacional de Poesía en Puerto Rico, pues lo correcto sería presumir de los numerosos éxitos, a pesar de las innumerables dificultades y de los desaciertos imponderables. El próposito de reunir en Puerto Rico a un grupo de poetas de obra sólida procedente de los países de Nuestra América y de España para que conocieran nuestro país, nuestros poetas y nuestra gente, se cumplió absolutamente. Se cumplió absolutamente nuestra intención primordial de llevar la poesía a comunidades de toda la isla, de norte a sur y de este a oeste, y a todo tipo de público, desde el universitario hasta el hombre y mujer de la calle, sin olvidar nuestros jóvenes y niños. Centenares de personas asistieron a la clausura en Mayagüez, al teatro en la Universidad de Puerto Rico en Humacao, y en muchos otros lugares. Las actividades se desarrollaron coordinadas a perfección y sin tropiezos de importancia, a pesar de la presencia imprevisible de algunos contratiempos. Muchas cosas hay que mejorar cuando lo permitan los recursos y cuando la experiencia nos permita ampliar nuestro control de lo anticipable, pero no en la calidad de los poetas invitados.
Son infinitos los aspectos que pueden ser abordados en cada momento, y los infinitos momentos que compusieron este festival no son excepción. De momento sólo destacamos algunas cosas, quizás por su importancia intrínseca, quizás por ser motivo de antojo. Pero observar la presencia de Mayrim Cruz Bernal, repetidamente, ya fuera en el foro dedicado a Miguel Hernández, o en la Inter en Cupey, constituyó una verdadera sorpresa, dado el hecho de que la presidenta de PEN Club llamó a boicot y escribió, ella y Odaliz de León, cartas a muchos de nuestros invitados lanzando acusaciones injustas e infundadas, sino simplemente entrometidas, a la Directiva del FIPPR, y exhortándoles al boicot. Su exhortación no halló mucho eco, y así parecen haberlo comprendido al presentarse. No obstante, y si bien es cierto que la fraternidad y la solidaridad son principios hostosianos, también es cierto que Hostos descata claramente que algunos principios éticos prevalecen sobre otros cuando hay conflicto, y que debe prevalecer el sentido del bien y del deber.
Martí le dice a los niños que un hombre no es honrado si no se atreve a decir lo que piensa. Esa honradez es una de las piedras angulares del sentido hostosiano de la dignidad. Digno es quien ajusta su conducta a los principios no sólo propios, sino también aquellos que se desprenden universalmente de la conciencia del bien y del deber, y actúa coherentemente. Es por eso que al ver llegar a la señora Cruz Bernal a la actividad solemne organizada por el Municipio de Mayagüez para darle un discurso de bienvenida a los poetas invitados, muchos sintieron verdadera indignación, no por su presencia, sino porque tras el llamado a boicot la señora llega a tomar el micrófono y a protagonizar las cámaras. Por algún motivo recordé entonces una canción de una cantautora española ya fallecida de nombre Cecilia, titulada Dama, dama. Hay gente que cree merecerlo todo como los políticos y siempre se presentan en los salones como buscando votos con sonrisa de diente de oro, es cierto, pero este incidente tiene otras raíces más importantes que tienen que ver con otras concepciones e ideologías, pues definitivamente no somos de los que creemos que patria es la loseta que pisan nuestros pies.
Ese desdén por el pueblo que nos acunó y dio el ser –y nos aseguran que la señora es cubana, aunque ella lo niega– y el narcisismo individualista y absolutamente falaz no juegan papel alguno entre los integrantes del FIPPR. Vicente, en ese sentido, dio cátedra, otra vez, cuando al acercársele un micrófono que nunca pidió, se limitó a decir, sencillamente: Gracias, sin pronunciar una sola palabra más.
Nos aseguran que exponer esto a la luz no vale la pena, pues no hay esperanza de entendimiento. Yo perdí esa esperanza después de intentar muchas veces restablecer puentes de entendimiento y tolerancia con esta persona. En el seno del FIPPR hubo también quintacolumnas que deshacían con la mano izquierda lo que fingían hacer con la derecha y que pudieron jugar un papel importante en estos malos entendidos.
La señora Cruz Bernal tuvo que presentarse ante los poetas a pesar de su boicot, y a abrazar a Vicente Rodríguez Nietzsche con las muelas de atrás, y la quintacolumna tuvo que renunciar derrotada. Puede interpretarse en ello que hubo una rectificación y una victoria, pero yo no creo que el escorpión deje de morder cuando pueda. No hay esperanza de entendimiento, amigo mío que me diste el buen consejo, pero tampoco podemos cederle el campo de acción a lo indigno, ni a los hambrientos de micrófonos ni a los adictos a cámaras.
En muchas ocasiones y de diferentes formas, el FIPPR y nuestro pueblo se expresó solidariamente con el pueblo heroico de Honduras, y volvió a hacerlo en la clausura. Es por eso que agradecemos a todos los poetas invitados que respondieron al llamado que les hiciera don Ricardo Alegría para que endosaran nuestra petición de ingreso en la UNESCO. Así se hace patria en Nuestra América.
Marcos Reyes Dávila
Director Revista EXÉGESIS
UPR-Humacao, Puerto Rico
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