Por Abel Samir / ARGENPRESS.info
En la cumbre realizada recientemente en Pekín entre la mayor potencia mundial y la potencia mundial emergente, al parecer, están de acuerdo, en una serie de asuntos que van desde el plano económico, pasando por el geopolítico, hasta el plano de los derechos humanos. Primero quiero dejar en claro que ningún país, sea del sistema político que sea, tiene derecho de reprimir a la gente de su país como a la gente de países extranjeros.
Los derechos humanos se extienden a toda la humanidad, por supuesto también a aquella gente que indirectamente se ven afectados por las medidas económicas, políticas y militares de países que tratan de imponer su política en el plano internacional para obtener ganancias económicas. Sin pretender defender a China, reconociendo que en China se atropellan los derechos humanos de una u otra forma, el atropello a los derechos humanos por USA (dentro y fuera de sus fronteras) es un asunto reconocido por todo el mundo excepto por aquellos partidarios de poder imperial que justifican cualquier crimen basados en al lucha por una democracia hasta ahora inexistente.
¿Cómo puede haber democracia en un país en donde una gran parte de la población no tiene derecho a la atención médica o dental por carecer de los recursos económicos mínimos? ¿De que democracia se habla cuando una gran parte de la juventud vive en la extrema pobreza, sin trabajo, de la criminalidad, porque no existe para ellos otra forma de sobrevivir? ¿Mientras ese mismo país gasta sumas enormes en guerras en lugares del mundo en donde nadie los ha agredido? ¡Vaya que cinismo tienen los gobernantes norteamericanos!
El cinismo de los norteamericanos no tiene precedente en el mundo. Un país que tiene cárceles secretas en distintas partes del globo para aplicar torturas a sospechosos de ser enemigos de USA, sin que ningún organismo internacional (sobre todo la ONU) tome carta en este grave asunto, ¿cómo tienen el impudor de plantearse defender los derechos humanos? ¿Es que esos miles y miles de presos políticos no son humanos? Un país que mantiene una cárcel en Guantánamo, Cuba, en condiciones aberrantes, en que la tortura es el pan de cada día, ¿cómo puede exigir a otros países el respeto a los derechos humanos? Un país en que sus gobernantes anteriores como Bush y sus ministros defienden abiertamente la tortura como medio de obtener información, renegando abiertamente de tratados internacionales contra el uso de la tortura, incluso de sus propias leyes para con los ciudadanos que viven en territorio norteamericano.
Y para que hablar de los golpes de Estado que promueve este país defensor de los derechos humanos. En la totalidad de los golpes de Estado sufridos en Latinoamérica está presente la mano siniestra de la CIA, organismo que depende del gobierno norteamericano de turno. El reciente golpe de Estado ocurrido en Honduras es una de las tantas muestras del respeto a los derechos humanos de USA y de su actual gobernante Obama. Este presidente se sintió muy escandalizado por los sucesos de Irán en donde perdieron la vida una veintena de personas a manos de la guardia nacional y de los partidarios del gobierno iraní.
Hoy llama la atención la actitud escandalizada del señor Obama. Es como si hubiese despertado de un largo sueño como los que les ocurren a lo osos y otras especies a la llegada de la primavera o que hubiese vivido hasta aquí en otro planeta. Se ha encontrado con cosas que no le agradan, tal vez se deba un poco a su carácter sentimental o, tal vez, despierta a la realidad por la presión de los políticos de su país imperial, que ven en la situación de Irán, una lucha entre dos facciones: los que están apoyando a la política nacional e internacional del gobierno de Ahmadineyad y los que buscan un acercamiento a USA y al sistema económico del capitalismo individual de occidente, ya que en Irán una gran parte de la economía se rige por el capitalismo de Estado.
Además, en este mundo en expansión y en la necesidad de reagruparse por regiones para solidificar sus sistemas económicos, que construyen Estados superiores a los nacionales (Como el de la Unión Europea), que yo designo como Estados Multinacionales, Irán por su desarrollo tecnológico y su economía. Si bien es cierto la situación actual de Irán no corresponde enteramente al concepto marxista de lucha de clases, algo hay de eso. La clase alta iraní, la que tiene fuertes ingresos económicos, los privilegiados y otros parecidos, están en contra del gobierno actual. Una gran parte de ellos eran en el pasado el soporte político del Sha Mohamed Reza Pahlevi, que fue uno de los principales aliados de USA en Oriente Medio, el cual fue depuesto por la Revolución Iraní el 11 de febrero de 1979.
En la política actual de Irán hay entonces una confrontación no solo dentro del marco de la ideología religiosa y de la libertad religiosa, hay indirectamente una confrontación de clases o podríamos llamarlo entre grupos sociales adscritos al poder económico. Política existe en donde los grupos sociales o las clases luchan por sus intereses fundamentalmente económicos que se manifiestan en la práctica social y en la confrontación pacífica o violenta. Y política es la lucha que se ve en cada manifestación en las calles. Imposible es separar la política de la economía. Están unidas como el espacio y el tiempo. Por esa razón, y no por otra, Lenin decía que la política es la expresión reconcentrada de la economía.
En esta confrontación, lo aparente son las libertades religiosas y sociales, las reformas. La lucha política se refleja de esa forma. Pero en el fondo, lo que existe allí, es una lucha de poderes. Los “reformistas” para acercarse a USA, la UE y el modelo capitalista neoliberal y los que pretenden mantenerse independientes de esos centros de poder y para ello solidificar su modelo económico de “capitalismo de Estado”. En esta confrontación aparece la voz del “escandalizado” para advertirle a los iraníes y al mundo, que de todas maneras, USA es el poder rector del mundo, y, por tanto, nadie puede hacer oídos sordos a sus pronunciamientos. Quiere el señor escandalizado darle apoyo directo a los reformistas y así traer a ese país de vuelta a su órbita que dejó en 1979.
Extrañamente la masacre de palestinos en Gaza a manos de los sionistas no escandalizó para nada al señor Obama. La muerte de 1400 palestinos, la mitad niños y jóvenes a manos de ese ejército democrático que asesinó a gente indefensa no tiene nada que ver con los derechos humanos. Se trata de palestinos nomás, no de europeos o norteamericanos. El señor Obama no abrió la boca para decir ni una sola palabra para demostrar su preocupación y su empatía con las víctimas palestinas. Pero sigue repitiendo la frase vacía de respeto a los derechos humanos.
Y, ¿qué se entiende por derechos humanos? El artículo primero de la Declaración Universal de los Derecho humanos dice: «Todos los seres humanos nacen libres y son iguales en dignidad y derechos». ¿Cuales derechos me pregunto. ¿Acaso hay igualdad de derechos en este mundo? Y en el artículo tres se establece que todos los humanos tenemos derecho a la vida. ¿Acaso no se ejecutan los presos en USA, y a veces, gente que en realidad ha sido inocentes de los cargos por los que fueron condenados? ¡Y las celdas de castigo en las cárceles norteamericanas, no son otra forma de mostrar como se respetan los derechos humanos?
Parece ser que los que sufren de hambre en el mundo, en un mundo de extrema riqueza por un lado y de extrema pobreza al otro lado, no tiene nada que ver con los derechos humanos. Como ya lo hemos dicho anteriormente, la riqueza de unos está en función de la pobreza de otros. Y estos defensores de los derechos humanos poco o nada hacen para menguar el hambre y la miseria en el mundo. Hambre y miseria creada en medida importante por sus políticas colonialistas y neocolonialistas.
Es encomiable el Foro Alternativo de Roma contra el hambre y la miseria y contra la miserable política de los países ricos que obtuvieron su riqueza de la explotación indiscriminada del colonialismo. Lamentablemente aunque existan estos Foros de gente bien intencionada, de gente altruista, los resultados serán magros en un mundo que se rige por la fuerza militar y la política económica excluyente. En un mundo alienado hasta el máximo en que nada importa lo que sucede un poco más allá. El individualismo que forma parte de la ideología del capitalismo ha influido de tal forma en los pueblos que éstos ya no se preocupan de los que sufren a su alrededor. La política de la doble moral: por un lado se habla del bien y la práctica es la indiferencia a los sufrimientos de otros. Especialmente me preocupan los millones de niños sin padres que viven tirados en la calle sin nadie que se preocupe de ellos. Niños de dos o tres años. Los hay en abundancia en África y Latinoamérica. Pero vamos a las iglesias y solo se hablará de tu alma y del infierno que te espera si no sigues al pie de la letra de lo que dice la Biblia.
Y esta alienación contribuye a que nuestros pueblos vivan en un mundo de fantasía: no querer ver la realidad, no enfrentarse con la triste y cruel realidad. Viven en un mundo sin empatía hacia el sufrimiento de los demás. Una parte importante de los ciudadanos norteamericanos apoyan el uso de la tortura contra los llamados terroristas. Nadie condena en ese país los asesinatos de civiles en Afganistán y Pakistán a manos de las fuerzas norteamericanas y de sus aliados. Combatir y asesinar civiles por equivocación se ha transformado en un arte. Una especie de estrategia del terror. Llegan aviones no tripulados y descargan su mortífera carga matando a decenas de personas. No importa de quienes se trata, después con una excusa se libran de la responsabilidad.
Algunos norteamericanos se excusarán diciendo que no tienen conocimiento de lo que ocurre más allá de sus narices. Aunque la TV muestre programas alienantes hechos para transformar el pensamiento humano y para evitar que se desarrolle una conciencia social, existen también programas que muestran lo que afirmo.
En los países ricos no existe verdaderamente el interés de solucionar los problemas de hambre y miseria que aquejan a una gran parte de la humanidad. Se hacen declaraciones muy bonitas en la forma pero vacías de contenido, como la hecha por la Cumbre Mundial sobre Seguridad Alimenticia organizada por la FAO. La ONG que se reunió en Roma ha terminado con una declaración final que propugna además de la ayuda a los pobres una agricultura ecológica que beneficie a la mayoría de la gente del mundo y no solamente a las empresas. Pero que se ha logrado con este Foro, fuera de mostrarle al mundo la otra cara de la medalla. La cara oculta que demuestra que el hambre y la miseria se deben en gran parte a la geopolítica de los países ricos y a la destrucción de la naturaleza por la producción industrial sin medidas de protección del medio ambiente.
Pero estos países muy industrializados se permiten con todo cinismo hablar de los derechos humanos. Yo me pregunto: ¿qué camino hay que tomar para contrarrestar el abuso y la explotación de estos países que con mucha fanfarria hablan y hablan de derechos humanos, cuando ellos son los que más atentan contra la humanidad?
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