Por Ing. Rafael R. Sirvén / rsirven@hotmail.com
El inicio de la primavera en el Hemisferio Norte fue elegido, en 1971, por los países miembros de la FAO para celebrar el Día Forestal Mundial.
Es muy justo que los bosques que son los ecosistemas más perfectos de la naturaleza tengan su día. Ellos hacen posible la existencia de una rica biodiversidad y contribuyen a la preservación de otros recursos naturales de importancia vital para el hombre como el aire, el agua y el suelo.
Hoy todos aquellos que tengan poder de decisión y responsabilidades políticas, deberían meditar y preguntarse si están haciendo todo loposible para evitar la deforestación, los incendios forestales y además promover la forestación con la fuerza necesaria para al menos compensar las irracionales e indiscriminadas talas.
Las plantaciones forestales, si bien no son ecosistemas tan perfectos como los bosques nativos, proveen de la mayor parte de la materia prima para la industria quitándole, de esta forma, presión a los bosques. Por otra parte, las forestaciones no sólo brindan bienes económicos sino también ambientales. Las cortinas rompevientos protegen a los cultivos y posibilitan, junto con los montes de reparo, el bienestar animal. Las forestaciones estabilizan el suelo en médanos y dunas y preservan las costas de la erosión.
Hasta el árbol más aislado cumple su papel de importancia porque brinda la necesaria sombra al caminante. Como si fuera poco no hay material más noble que la madera que a su vez el hombre la transforma en muebles, viviendas y otros múltiples usos entre los que se encuentra el papel, vehículo esencial de la cultura.
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