Por Carlos López Dzur / De La Naranja de OC
Cualquiera que hayan sido los delitos de esos «presos políticos» que operan o están dentro de Cuba, yo les haría las maletas a ellos y sus esposas, damas de blanco o de negro, y se los mandaría a Obama o a la comunidad cubana del exilio para que los mantengan. A mí me parece que el chantaje y la cobardía de quienes animan a esas mujeres / damas de blancos / a desafiar el orden y crear amotinamientos o artificiales confrontamientos en su país para desacreditar el gobierno debe cobrarse de ese modo. ¿Son tan humanitaristas? Pruébenlo...
¿Cuántas son las esposas, hermanas o madres de esos supuestos y heroicos «presos políticos»? ¿40? ¿200? ¿400? Pues háganse cargo. Que, desde Cuba, se haga el paquete, envío «of human cargo» y se les destine a Miami. Eso es lo ellos quieren para no pasar por las lentas y disuasivas maniobras del proceso migratorio que, en EE.UU., se lucha en las calles, con marchas que tienen más sentido, porque mexicanos y centroamericanos indocumentados tienen legítimos deseos de trabajar y sentirse libres, desde el país estadounidense, en el que pueden ayudar a los suyos en México y librarse del gobierno y las mafias asesinas que matan a funcionarios e inocentes.
Tengan cuidado, sí, de no comenzar a solicitar también a delincuentes comunes porque, ahora está de moda la ardid de hacer a los delincuentes comunes de la noche a la mañana, «patriotas» y «luchadores de libertad»... Y los provocadores tiran la piedra y esconden la mano; los «sediciosos», sin causa verdadera, se auto-sanbenitan como pacíficos. El que, en los EE.UU. o en Cuba, se asigna una función «desestabilizadora» para posar de falso humanismo, aunque no tenga otro sentido de solidaridad y aporte social, que creer que es un derecho de venderle su patria a los gringos y alimentar rivalidades, justificando toda agresión publicitaria, económica, contra un régimen, so pretexto de «democracias» y el sistema capitalista, sí que se vaya.
Lo que que hay, detrás de este merequetengue, es un chantaje mediático. El neoliberalismo, en medio de la histeria que provoca la lucha contra el terrorismo y el crecimiento de nuevas izquerdas, electas en procesos democráticos, tiene que volver a las tácticas de la «guerra fría» contra el comunismo. Hay que desacreditar a Hugo Chávez, pasar por Evo Morales, el expresidente Zelaya y cualquier otro rojillo, que no defienda la libre-empresa y el rol que se asignan los EE.UU. como policías del mundo y fraguadores de guerras en Oriente Medio.
Quiero ser todo lo sensible del mundo, si es gente buena esa que en Cuba protesta, seamos todavía más sensibles. Que se vayan donde crean que existe un paraíso (¿es Miami? pues que se vayan a Miami a ver si los Estefan, Andy García o la Congresista Ross-Latimer, les da trabajo, servicios médicos y les paga alojamiento) y yo nu dudo que lo hagan, porque el lucro político de ésto es mayor. Norteamérica los puede programar como propagandistas contra los «gobiernos enemigos» y Cuba siempre será descrita como enemiga: porque cree que la educación es liberadora y debe ser solidaria y que la salud debe ser una prioridad. Entonces, logros en educación y salud en Cuba son transformados en silencio, o en el peor de los casos, en malos ejemplos en un país que corta fondos a la educación, se resiste a una Reforma de la Salud e instinga los estereotipos del islámicos como quien es creyente del Diablo o terrorismo.
Yo respetaría a un mártir, no porque utilice el chantaje sicológico de suicidarse por medio de una huelga de hambre. Examinaría, paso por paso, en qué causas y con qué consistencia y compromiso puso la boca. ¿Qué clase de luchador político, o mártir o preso es, quien no se sabe explicar el por qué de la pobreza que cunde en Norteamérica, pero sí se abre paso con el interés de llegar acá para que le vitoréen como héroe?... Los estudios dicen que el 58.5% de los estadounidenses pasarám por lo menos un año de su vida bajo el nivel definido de pobreza.
En los EE.UU., hay más de 37.3 millones de pobres y es el país más rico del mundo. Y el hecho es que tales estadísticas cambian poco de una década a la otra. Los males que originan la pobreza son estructurales. Y en EE.UU. la pobreza, o las condiciones que le perpetúan, lejos de corregirse, se criminalizan. No hay país en el mundo que tenga una tasa de encarcelamiento más alta que los EE.UU. Ver: «USA also has the highest total documented prison and jail population in the world» y, si hubiese seriedad, vergüenza y verdadera comprensión de lo que en EE.UU. sucede, se debería sentir más respeto y cautela cuando se habla de Cuba. No cualquier país encarcela a más de 2.4 millones de personas y pasa tan inadvertido. Aunque los EE.UU., sólo represente menos del 5% de la población mundial, más del 25% del total de 9.25 millones de encarcelados en el mundo, están en los sistemas penitenciarios en los EE.UU. y, como si estos males, de los que los cubanos exiliados y dizque que disidentes conservadores en Norteamérica no hablan, aunque ahora quieren auparse como árbitros de cuanto sucede en Cuba o el mundo, la intolerancia en este país es intensa. No sólo viene del sistema establecido. Hace apenas cinco años, de casi 8,000 crímenes de odio e intolerancia reportados por el FBI, casi 3,000 de ellos fueron motivados por mensprecios a la población afroamericana.
En 2007, el número delitos de odio o su promedio anual en la nación se redujo a 7,624 incidentes gracias a mayor participación policíaca. Nueve de esos delitos fueron asesinatos. Nadie hace un caso político de ésto porque ese año se cometieron 17,000 asesinatos, por razones que no son tu raza o lo que crees. En una nación, tan equiparada a paraíso como ésta, ver imágenes de negra cubanas, damas de blanco, arrestadas y ellas resistiendo el arresto para que se intensifique la violencia ante esl espectáculo mundial que dan a la prensa, si violencia contra la mujer se trata, o contra inmigrantes, baste que recuerde que cada año en la nación ocurren 90,000 ultrajes sexuales con galas de violencia y que el Fiscal General de la Nación, Eric Holder, está consciente que muchos de los asesinatos que se dan en los EE.UU. o atropellos a inmgrantes o minorías son «violencia enmascarada de activismo político».
Quien quiera conocer la verdadera realidad de derechos civiles en los EE.UU. y cómo comparan con esta cortinas de humo que nos llegan de Cuba, que se centre en el conocimento de la situación migratoria, el trato que se dan desde los EE.UU. con a los inmigrante, los miles de deportaciones, la insenbilidad con que se separan a las familias y se persigue y humilla a los trabajadores. Les recomiendo que lea el informe de Tom Barry, titulado La nueva economía política de la inmigración para que entiendan cómo «la caza de inmigrantes se ha convertido en una de las prioridades principales del DHS» y cómo este organismo del gobierno federal, con pretexto de que su misión es «prevenir los ataques terroristas contra la nación y proteger a nuestra nación de personas peligrosas», .hostiga al extranjero, les suprime libertades a los ciudanos y crea verdaderas crisis de derechos humanos. No como estas payasadas en torno a Zapata, el huelguista fallecido, o las Damas de Blanco.
Un estudio realizado en el 2007 por el Centro de Acceso a Documentos Transnacionales (TRAC por sus siglas en inglés) de la Universidad de Syracuse encontró que «no ha ocurrido ningún aumento en el terrorismo o en los cargos relacionados a la seguridad nacional en contra de los inmigrantes desde el 2001», pero, en tiempos de «la economía en decaimiento, la represión de inmigrantes ha fortalecido a otras fuerzas del mercado, ansiosos de obtener lucro a raíz de la detención de inmigrantes». El primer interesado en lucrar es el Departamento de Justicia con las cárceles necesarias para albergar a los cientos de miles de inmigrantes capturados por ICE y agentes de la Patrulla Fronteriza. Como explica Tom Barry en su análisis «las cárceles de inmigrantes sirven como desarrollo económico cuamdo cientos de gobiernos locales le sacan partido a esta demanda creciente para camas para inmigrantes detenidos, y con el Departamento de Justicia y construyen cárceles nuevas para satisfacer el aumento previsto en la demanda».
En el curso de esta inmoralidad, como demuestra un estudio realizado en 2004 por «Amnesty International USA», aproximadamente unos 32 millones de estadounidenses de minorías, incluyendo la hispana y la afroamericana, ha experimentado «racial profiling» y 87 millones han sido considerados en «alto riesgo» de sufrirla en el futuro. Georgia Bill Would Ban Racial Profiling, Require Data Collection El hecho es que los programas federales que conllevan a crear perfiles raciales de «indocumntados» y «terroristas» están desuniendo a familias inmigrantes.
Señores: Seamos serios. Identifiquemos las verdades luchas sociales y los representantes. Estos carnavales publicitarios lo que buscan es desviar la atención de la tragedia que, en materia de derechos humanos, se vive aquí, sin necesidad de buscarla en otro lado. A los que quieran sufrir de verdad, o creen que desde una celda cubana se les priva de demostrar su gran experdiente de amor a la libertad, vénganse acá y peléen contra la Patrulla Fronteriza y el Despartamento de Seguridad Interna (DIS), tal vez acá está ya construída una nueva cárcela para meterlos.
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Textos en Letras: Flora la pariah / La prensa vendida y anestesiada / Letras / Uruguay / James Madison / Carlos López Dzur: Entre la narrativa y la poesía / Revista Literaria Sequoyah
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