Por Dr. Marcos Reyes Dávila / Poeta y educador
Oigo a Telesur hablar "saqueo" en un Chile desamparado y desolado... Y me sorprende.
Siempre me ha sorprendido la insistencia de llamar saqueo a la acción de la gente que busca, dónde lo puede encontrar, lo necesario para mantener la vida de los miembros de la familia.
Una cosa es el saqueo oportuno que brinda la oportunidad causada por disturbios sociales, protestas, huelgas generales, y que consiste en el robo de televisores, por ejemplo.
Pero en el caso de terremotos, huracanes, inundaciones, tsunamis, de todas esas fuerzas naturales desatadas contra las poblaciones, cuando el mismo gobierno, como en el caso de Haití, queda desamparado, y los pueblos sin energía eléctrica, sin albergue, sin alimento, etc., se debe comprender, incluso patrocinar, que la gente busque en las ruinas de los depósitos lo que necesita con urgencia, antes de que la propia acción de las ruinas, de la falta de electricidad, de las aguas, eche incluso a perder, dañe, pudra, lo que por el momento se puede consumir. Incluye mantas, almohadas y abrigos en los países helados, medicinas y ayudas farmacéuticas, velas y linternas cuando colapsan las líneas eléctricas, etc.
Es decir, ¿cómo negarle al niño sediento o hambriento un poco de agua o de alimento que encuentre él, su padre o su madre, en cualquier depósito de alimento? ¿Cómo llamarle a eso saqueo?
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Cortejando el desastre: Marc A. Thiessen. / Los objetivos estratégicos: en El Librepensador / El Estado y el anarquista, dos enemigos / Los capturadores del Estado / Como usted verá / Ese proxoneta, el Cabildero / Los captores
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