Por CARLOS LOPEZ DZUR
ORANGE COUNTY: El libro The Case Against Barack Obama del periodista conservador David Freddoso es una pieza de propaganda política. El contenido de lo que contendrá ya viene preconcluído, parcializado y determinado a ser su condena: Obama no está calificado para el cargo presidencial, «Unfit for Command». Aún así, Barack es el candidato preferido de los medios de prensa. Nada duele más a John McCain, que es un insulso, presumido y burlón, como los payasos torvos y llorones.
Freddoso, periodista de encargo a los pies de Robert D. Novak y la firma de relaciones públicas, «Creative Response Concepts», encabezado por el ex-director de operaciones del GOP (Partido Republicano), Greg Mueller, no interesa ir por verdad alguna. La orden dada a él es linchar cultural e informativamente a Obama. Tergiversar hasta lo indecible. Que comience con decir que Obama es un mentiroso: «Obama’s Problem with the Truth» y que es acérrimo liberal. Por supuesto, donde ser liberal equivaldría a ser demónico, lo peor de lo peor. Liberal tiene que ser la palabra de escándalo y de miedo en un país que se jacta de objetividad y racionalidad.
A Obama hay que hacerlo culpable hasta por asociación. Hay que buscar cualquier pretexto, rastreándole la vida en Chicago, Springfield y Washington, D.C. y convertir su imagen de reformador en alguna oscura herejía, vinculada a malas amistades de la maquinaria política de la Ciudad de los Vientos, sea ésta la amistad con el Alcalde Richard M. Daley, el Reverendo Jeremiah Wright, de Trinity United Church of Christ, o William Ayers, residente de Hyde Park resident y ex-Weatherman.
El libro de Freddoso pretende crear dudas en cuanto si los expedientes legislativos de Obama han sido examinados concienzadamente; pretende, como quien escribe una novela de terror, Freddoso ha de convertirlo en una seria amenaza a la seguridad de la nación, si ascendiera a Comandante en Jefe de la Armada. Lo declara «a typical big-government politician, the #1 most liberal U.S. senator». Obama es crucificado antes de cometer aklguna imprudencia, o cualquiera sea lo que se le achacara. Se sataniza la «the reality behind the rhetoric, the plans behind the promises, and the faults behind the façade», con el fin de sugerir que (1) carece de experiencia; (2) es un izquierdista liberal; (3) su carácter es inadecuado, por vías del escaso juicio y la naturaleza engañosa de su carácter. Una acusación que se explota, infiriéndola de su discrepancia con el Reverendo Wright.
En este libro se quiere presentar el supuesto retrato de un hombre de izquierda y Freddoso lo hace tan exageradamente que uno termina no creyéndolo. Dudando de que su libro sea realmente crítico y serio, «a comprehensive, factual look at Obama», según alega Marjory Ross, presidenta de Regnery Publishing. El subtítulo del libro es un desmentido a dos libros previos que se han escrito sobre Obama... Subtítulo que da la perspectiva de su artificio: The Unlikely Rise and Unexamined Agenda of the Media’s Favorite Candidate.
Sin embargo, antes que el libro The Case Against Barack Obama, el reportero de Chicago Tribune, David Mendell, escribió el volumen From Promise to Power, publicado en 2000, que es muy positivo para Obama. Este verano salió otro libro que hace justicia a este candidato afroamericano, hostilizado por el racismo disfrazado e hipócrita de los neo-conservadores, The Faith of Barack Obama, y aún otro, The Obama Nation, es la decimotercera edición por salir, publicada por Simon & Schuster, del verdadero Obama. Este último se une a los escritos por Obama mismo: las crónicas de Dreams From My Father (1995), en las que Barack habla de su juventud y la búsqueda de su identidad, en tanto que en The Audacity of Hope detalla sus posiciones en diversos asuntos.
Antes de entrar a la política, Obama relata introspectivamente los Dreams From My Father, traza su genealogía y raíces, se concilia con su padre ausente, que dejó la casa siendo él un niño. Obama tiene una niñez multicultural, pues, su padre es nacido en Kenya (Africa), su madre es nativa de Kansas, y en su juventud creció en Hawaii e Indonesia, durante esos años entre1960’ y los 70’s. Crece con el sentido de más allá, de si eres negro o blanco, él ha conocido ambos mundos y creará su propia noción de identidad. «The sense of knowing two worlds and belonging to neither, the sense of having to forge an identity of his own» [Michiko Kakutani].
El libro de Freddoso para crear un tenebroso y diabólico Obama se desmiente a sí mismo cuando uno se mete precisamente a los expedientes del candidato y senador de Illinois, en la prosa no sectaria ni partidista de sus mismos libros. No vemos un racista negro. Vemos a un hombre sensible a ideas de la Nueva Era y lo que llama los sicodramas del '60: «Las victorias que la generación del 60’ trajeron— la admisión de las minoriías y las mujeres a la completa ciudadanía, el fortalecimiento de las libertades individuales y la saludable voluntad de cuestionar la autoridad — han hecho de America un mejor lugar para todos los ciudadanos. Pero lo que hemos estado perdiendo en el proceso, y que ha sido reemplazado, son las asumpciones compartidas— que cualifican la confianza y el sentimiento en el prójimo — eso que nos une como americanos».
Obama es el político hombre, liberal demócrata, que dice que «There is not a Black America and White America and Latino America and Asian America — there’s the United States of America», que el país debe acabar con los estereotipos raciales, las lealtades y resentimientos raciales. y por eso escribe: «We are becoming more, not less, alike» / Estamos adviniendo cada vez, no menos, como semejantes, más allá de las divisiones religiosas o de ingresos, o las líneas partidarias. Esto se contrapone a la tentativa del mainstrem ultrareligioso neoconservador que ahora cultiva la xenofobia anti-semita y anti-árabe. Esto contrasta con el McCain «echando miedo» sobre el hecho de que un afroamericano, cuyo segundo nombre es Hussein, compita por la presidencia: «McCain would play on our fears and exploit our differences». Los republicanos da esta cantaleta: «He’s young and inexperienced, and he’s got a funny name. And did I mention he’s black?» / Obama «es joven e inexperto, y tiene un nombre cómico. ¿Y mencioné que es negro?»
Obama impugna las diferencias: «La mayoría de los bastiones republicanos son 40% demócratas y viceversa. Las etiquetas políticas de liberal y conservadora raramente indican los atributos personas de la gente». Obama, siendo liberal, cree en la ética del trabajo y apoyó que se reformara el Welfare, el viejo AFDC, en aras de propiciar que la dependencia gubernamental no erosionara la initiativa personal para el empleo ni el auto-respeto, tiempo que condena la burocracia intrusa y ofensora que trata al pobre a las patadas, sin sensibilidad suficiente para entender sus problemas de miseria.
En The Audacity of Hope es que Obama critica la adicción al petróleo que tiene este país. En asunto tan crucial como la autodefensa nacional, aboga que «in our strategic interest», respecto a nuestros intereses estratégicos, «se actüe multilateralmente», máxime cuando se trate de uso de la fuerza militar en otras partes del mundo. De hecho, la guerra de Iraq es un ejemplo de lo contrario y es la estrategia Bush-McCain.
El supuestamente demónico y anticristiano Obama ha anunciado sus planes de expandir un programa del Presidente Bush que canaliza dinero del gobierno federal para el servicio social a través de grupos religiosos. Son programas anti-pobreza para iglesias que operan bancos de alimentos, proveen ropas, combaten el HIV/SIDA y tienen ministerios jucveniles en comunidades pobres. «The challenges we face today, from putting people back to work to improving our schools, from saving our planet to combating HIV/AIDS to ending genocide, are simply too big for government to solve alone», dice Obama, quien al revisar el programa promete que lo elevara como «centro moral» a su administration, rebautizándolo como Office of Community and Faith-Based Partnerships.
Las agencias caritativas muy grandes deberá ayudar como mentoras a las pequeñas en las comunidades. Y promete que asignará $500 millones por año al programa para que provea enseñanza en los veranos para un millón de niños pobres que ayuden a cerrar las brechas de aprovechamiento académico entre éstos y los alumnos de familias acaudaladas.
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Michiko Kakutani, «Obama’s Foursquare Politics, With a Dab of Dijon», en: Ver
Jennifer Loven, «Obama to expand Bush's faith-based programs», en: Ver
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