El por qué de la violencia doméstica

Por CARLOS LOPEZ DZUR / Administrador y fundador de La Naranja

Como parte de sus exposiciones como artista, el pintor Arturo Guevara integra un mensaje conscientizador sobre el grave problema de la violencia doméstica. Suele aprovechar los días conmemorativos [e.g., el Día de las Madres] en vista que toda la gente está más sensitiva de la mujer en cuanto es el ser que más gratitud merece. Nos da la vida.

Ultimamente, se realizan muchas campañas para instruir sobre este «mal crónico», como lo llama Guevara. La ONU califica el delito de la violencia contra la mujer y el feminicidio como «the most numerous unpunished crime in the world» y calcula que, a tenor con esta cuasi impunidad, entre el 10 y el 50% de las mujeres admiten que han golpeadas o maltratadas físicamente por sus parejas o esposos». Otro 21 y 26% son mujeres que declran otras formas de maltrato: la violencia verbal, la burla, el sobajamiento, el grito, la amenaza, la mala palabra, el menosprecio y el ninguneo.

Cuando es un agresor desconocido quien lastima a una mujer o los hijos de ésta, se puede pensar que en la calle hay demasiada maldad y malos estilos de vida de los que debemos cuidarnos preferenemente. Pero hay un elemento chocante que suele ser igual en casi todos los países. Veamos el caso de México al examinar algunas estadístixas de la Encuesta Nacional de la Dinámica de las Relaciones en los Hogares (ENDIREH). Los factores estudiados en 2003 no cambian muchos según los años pasan; más bien, se precisan y confirman. El problema de la violencia doméstica es un síndrome tripartito que involucra manifestaciones de malestar y conflicto: (1) una violencia emocional acumulada; (2) un agravante de violencia económica y (3) la violencia física per se.

Dentro de sus hogares, donde se pudiera presumir su espacio de mayor seguridad, tienen lugar el 21.8% del total de las muertes violentas femeninas. El 38% de los homicidios de mujeres y 78% de los suicidios femeninos ocurridos en México (para el año 2003) se dieron en el hogar. Una de cada cinco muertes que acaece en México, por razones de violencia,tiene lugar en el hogar, víctima de un familiar o su pareja. Este es el tema de mi amigo el pintor. Y es lo triste del tema: el victimario es una persona, cuando no obedecida o querida por la víctima, con autoridad sobre ella. Sin embargo, tiene un problema que no ha resulto, porque, posiblemente, él fue una víctima en su niñez de la violencia que hoy proyecta peligrosamente sobre su familia.

La encuesta de INEGI en México dice: «Una de cada cinco muertes violentas femeninas tiene lugar en el hogar. Nueve de cada cien mujeres de 15 años y más que conviven con su pareja, son objeto de agresiones físicas por parte de su compañero o esposo y, ocho de cada cien padecen violencia de tipo sexual». Un estudio Un estudio, realizado en 1996 en México, por ejemplo, descubrió que más de lo que 50% de las mujeres mexicanas habían sufrido del abuso tanto físico como sexual.

Pero, como dice la encuesta, la violencia contra las mujeres no respeta fronteras geográficas, culturales o económicas, ni edades. Ni en México ni en ninguna parte del mundo. Ni en California ni en el Estado de la Florida. Por eso en 1999, la Asamblea General de las Naciones Unidas declaró el 25 de noviembre como Día Internacional para la Eliminación de la Violencia contra las Mujeres, con la resolución 54/134 y, desde esa fecha, las campañas y la investigación da una idea de es monstruo. Hoy sabemos que hay naciones, como Nicaragua, donde hasta el 50% de las mujeres, son victimizadas. Casi la mitad de las nicaragüenses viven violencia conyugal, dice un informe. «La violencia doméstica es un problema generalizado, que afecta a una de cada cinco europeas», agrega Marta Arroyo al evaluar que, además de inmenso, «los expertos calculan que sólo se denuncia un 10% de estas agresiones». Terrorismo doméstico es el término que acuña cuando alude a las mujeres inmigrantes que, en muchos casos, por su condición de entrada ilícita a ciertos países, «se les impide solicitar una ayuda que podría salvarles la vida».

«Ni el sistema judicial ni las Fuerzas de Seguridad supieron o pudieron» dar una protección a 72 mujeres inmigrantes que en 2008 que fueron asesinadas en España. Entre 1999 y 2008, 635 mujeres españolas murieron a manos de sus maridos, parejas o ex compañeros, según el Instituto de la Mujer en España. Un informe del Consejo General del Poder Judicial que divulga las estadísticas correspondientes a 2007 sobre la violencia doméstica y machista en España indica: «En total 118 personas fallecidas, de ellas 99 fueron mujeres (el 83.9%), y 74 de ellas perdieron la vida en el ámbito de la pareja o ex pareja. Otras 16 víctimas eran menores de edad: once niñas y cinco niños, el resto padres, madres, abuelas… —En el 81% de esos casos de mujeres (60), las mujeres mantenían una situación de convivencia. —En 2007, el porcentaje de casos en que agresor/a y víctima mortal son extranjeros/as supone el 30% del total, lo que supone un aumento de doce puntos con relación al 2006, y aumentando… Por otra parte, las nacionalidades con mayor número de muertas son rumana, brasileña y ecuatoriana, y las de los agresores, rumana, marroquí y ecuatoriana. —El 37% de las españolas muertas por su pareja o ex pareja habían interpuesto alguna denuncia previa a la muerte, mientras que en el caso de las extranjeras el porcentaje fue del 28.6%». [Informe sobre violencia doméstica en España y en el Mundo]

En Europa, más de 42 millones de féminas sufren agresiones. La violencia familiar causa más muertes entre las mujeres del grupo de edad entre 16 a 44 años, que el cáncer, los accidentes de tráfico o la guerra. Violencia familiar, un drama mundial: Primera causa de muerte en mujeres

EL PROBLEMA GLOBAL: Tres de cada cuatro mujeres en el mundo son víctimas de violencia doméstica; en el 90% de los casos, el agresor es un hombre. El 75% de los actos de violencia doméstica en el mundo, se dirige contra la mujer. [Cf. Leticia Bautista: Violencia Doméstica: El enemigo en casa]. «Aunque las víctimas del terrorismo doméstico son mayoritariamente mujeres, los niños y los mayores, por su vulnerabilidad, son objeto también de agresiones. En cuanto a los hombres, sólo el 5% de las muertes masculinas se debe al ataque de sus parejas y del índice total de violencia doméstica, los maltratados representan también un 5%». Ver. Muchos de los contextos más lastimosos de la violencia doméstica, se relacionan a lo sexual, el honor y contextos culturales, de tipo autoritario. «Por lo menos 130 millones de mujeres de todo el mundo han sido son sometidas a mutilación genital». En este tipo de ablación, se mutila el clítoris y los labios vaginales en la más tierna edad o en la adolescencia.

En América Latina, una de cada cuatro mujeres es maltratada físicamente en su hogar, pero sólo entre el 5 y el 15% denuncian lo que les ocurre. En Caracas, Venezuela, antes de la Administración de Chávez, cada 12 días un hombre asesinaba a su pareja. La Fundación Pan Americana de la Salud y Educación informa que «la violencia infligida por el compañero íntimo comprende de un 29% a un 52% en América Latina y el Caribe. La violencia contra la mujer, las niñas y los niños es de un 20% a un 60% en los hogares en la región de las Américas». Ver

El primer estudio global, realizado por la Organización Mundial de la Salud (OMS) sobre el impacto de la violencia doméstica en la salud de la mujer, dice que hasta 71% de las mujeres ha sufrido violencia física o sexual por parte de sus parejas o esposos. En el estudio participaron 24 mil mujeres en edad reproductiva en 10 países del mundo. Cf. Ver. «Los índices de violencia física o sexual van desde 15% de las entrevistadas en Japón, hasta 71% en Etiopía». «Hasta un 28% de las mujeres que habían estado alguna vez embarazadas dijeron haber sido golpeadas durante el embarazo, más del 90% de las veces a manos del padre de su hijo nonato». Ibid. Violencia doméstica: el mal silenciado

EL IMPACTO EN LA NIñEZ:


UN SEGUNDO ENEMIGO, EL ACECHADOR: Acechar, con actitud hostil, es otra forma de violencia. No ocurre en la casa; pero e violencia contra la mujer.






ESTADOS UNIDOS NO ESTA EXENTO: Hay quien piensa que EE.UU. es el país donde la civilidad y lo avanzado de su legislación y alertas ante el problema de la violencia doméstica lo hace exime de críticas. Pero la verdad es ésta: «En Estados Unidos, casi 4 mil mujeres mueren cada año víctimas de la violencia doméstica». Ver Esta cifra implica, según la Oficina de Estadística de Justicia de EE.UU, más de tres mujeres mueren al dia a mano de su compañero en los EE.UU. Ver «En Estados Unidos, cada cuatro minutos una mujer es víctima de algún tipo de violencia, mientras en Suecia una muere cada diez días», explicó Gabriella Paparazzo, para quien se trata de «un fenómeno que tiene profundas raíces culturales».

PERFIL SICOLOGICO DE LOS GOLPEADORES: El profesor Armando Aguilera Torrado, en su libro Características psicologicas del hombre golpeador de su compañera permanente (2004) nos da un perfil conclusivo de lo que es un golpeador: «El hombre agresor de la compañera permanente es conservador, apegado a los valores patriarcales y resistente al cambio, lo que se reflejan en sus características de personalidad y en los sentidos y significados que le atribuye al comportamiento violento. Probablemente esto puede reflejar sentimientos homofóbicos y misogínicos producto de crisis de identidad de género y del proceso de construcción de la masculinidad, en la medida en que no responden a las exigencias que la cultura patriarcal le plantea al macho». Más concretamente, el profesor de sicología de la Universidad Autónoma de Bucaramanga, Colombia, dice que una vez examinados con pruebas diversas, BFQ y IMAFE, y una entrevista cualitativa estructurada, estos hombres agresores reflejan una cultura muy bajo, esto es, poca información en torno a cooperativismo, cordialidad, altruismo, amistad, generosidad y empatía; no es gente reflexiva ni moralmente escrupulosa. Fracasan en la búsqueda de «orden, diligencia, perseverancia, dinamismo y energía» y, para mayor desastre, propenden por momento a la sumisión, al ser taciturnos, ansiosos, vulnerables, emotivos, impulsivos. Caen la impaciencia y la irritabilidad. «La mayoría identifican los rasgos de pasividad, timidez, inseguridad, emotividad, sumisión como culturalmente asociados al ser femenino».

EL POR QUE EN EL CONTEXTO ECONOMICO: Bajo condiciones de presión económica, se experimentan problemas en el ámbito de las relaciones familiares y de la interacción con grupos ajeno a la familia. El profesor Aguilera Torrado explica que la pobreza, o la agudización de los problemas económicos, lastima extroversión, esto es, factores de «energía, afabilidad, tesón, estabilidad emocional y apertura mental». Los agresores cíclicos /emocionalmente inestables, que son quines constituyen alrededor del 30% de los golpeadores habituales, según la apreciación de Raquel Ferrari se vuelven especialmente peligrosos durante esta circunstancias. Ferrari dice que el desencadenante de una agresión a la mujer puede ser entonces cualquier acontecimiento: una crítica, no necesariamente maiintencionada sobre su trabajo, o la necesidad de cambiar su trabajo, incluso un malgasto en consideración de las pobres finanzas; o que ella quede embarazada. Cuando el golpeador es pobre, a menudo, discute y agrede por el temor de abandono imaginario.

Enl golpeador de Aguilera Torralbo también es uno que atribuye como causas de su comportamiento violento «a circunstancias externas y ajenas a su voluntad, como la situación económica, el abuso del alcohol o el comportamiento de la compañera». Puede que justifique el darse sus cervecitas o gastar algún dinerillo en su desahogo de la tensión que sufre; la mujer que ni chiste. El golpeador considera «sus actos violentos como producto del entorno socio-cultural y de las circunstancias ambientales, no identificándose como responsables de la agresión contra su compañera». Ver

En las entrevistas cualitativas a las que Aguilera somete a los golpeadores, halla cómo éstos atribuyen, o asocian, como causas de su comportamiento a las circunstancias externas y ajenas a voluntad, como la situación económica, el abuso del alcohol o el comportamiento de la compañera; consideran sus actos violentos como producto del entorno socio-cultural y de las circunstancias ambientales, no identificándose como responsables de la agresión contra su compañera.

La perspectiva sociocultural sobre factores coadyuvantes a la violencia doméstica incluye, además del desempleo, el aislamiento social, la intolerancia, el uso y el abuso en el consumo de alcohol y sustancias psicoactivas, antecedentes de trastornos mentales, la difícil y en muchos casos nula comunicación entre los miembros de la pareja y de la familia, etc. Estar en convivencia con sujetos con doble personalidad, drogadictos, psicópatas agresivo y esquizofrenicos, es peligroso.

Los cavernícolas espirituales, o emocionales, cuando la miseria aprieta, son los clásicos fracasados, egocéntricos, con un alto nivel de inseguridad y desesperanza que los inclina a convertirse en potencial golpeadores. Son los gritones; la autoridad que les falta quisieran compensarla con un volumen de voz exgerado, sin control. No necesariamente buscan un vicio o refugio de compensación, excepto el mál carácter y su autoritarismo hueco.

El machista que golpea suele disfrazar la sospecha de ser un cornudo. Emocionalmente, son como Popeye. Con la voz exasperante, o la gritonería, se asigna una imagen de ego ante la novia, o la pareja, o los hijos que puede ser el difraz para una naturaleza maníaco-depresiva. Le gusta ser consentido. Que la mujercita le traiga su alimento especial, su latita de espinacas y que le encienda la pipa; pero estos Popeyes sociopáticos siempre suelen inventarse un enemigo, el Brutus que los hostiga y a quien culpará. Es garantía de violencia si su pareja es como Olivia que, siendo, flaca y fea, tiene quien la pretenda.

EL POR QUE EN EL CONTEXTO EMOCIONAL: La sicopatóloga clínice de la Universidad de Barcelona, Raquel Ferrari, al describir el perfil sicológico del golpeador que acosa, o se violenta «sólo dentro de la relación» y cualquiera «sea la conducta de la mujer», lo pinta como uno «temoroso a la intimidad, tanto que se sienten abandonados como absorbidos. Viven en una montaña rusa emocional,
experimentando una mezcla de ira y celos en forma cíclica». [El golpeador: un perfil psicológico] Aunque, dicho en broma, las montañas rusas emocionales recuerdan a héroes televisivos

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