La violencia de los carteles está cada vez más cerca de la capital
Por Florencia Pereira / LA NACION
CIUDAD DE MEXICO: La participación de militares encapuchados en operativos contrel narcotráfico en Ciudad de México, registrados días atrás, puso en alerta a los ciudadanos de esta capital que temen que la narcoguerra -que ha dejado más de 35.000 muertos en los últimos cuatro años- se instale en la gran metrópoli.
«Me siento angustiada y realmente preocupada al ver que la presencia militar en el Distrito Federal es cada vez más frecuente. Para mí, es aterrador pensar que condiciones, como las de Ciudad Juárez o Monterrey, donde la gente tiene terror de salir a las calles, se presenten aquí», afirmó Alejandra Posadas, comerciante de 27 años, a La Nacion, y agregó que los operativos se registraron a escasas cuadras de la escuela donde concurren sus hijas.
Hace unas semanas, durante tres días consecutivos, los habitantes de las delegaciones Benito Juárez e Iztacalco vieron cómo infantes de marina catearon varios inmuebles, detuvieron a un supuesto integrante de un cartel del narcotráfico y decomisaron armas y vehículos.
Todo sucedió a plena luz del día y cerca de escuelas y zonas residenciales, lo que generó preocupación, molestia y miedo en habitantes de la ciudad que, aunque están acostumbrados a vivir con la inseguridad que acecha a la metrópoli, se vieron sorprendidos por la presencia militar.
«Había una sensación de la ciudadanía de que el Distrito Federal contaba con cierto blindaje contra las acciones de los carteles. Pero los operativos dejaron entrever que Ciudad de México no está tan exenta, ya que contradijeron el discurso de las autoridades locales y provocaron miedo e incertidumbre en la ciudadanía», dijo René Alejandro Jiménez, investigador de sociodemografía de la violencia del Instituto de Investigaciones Sociales de la Universidad Nacional Autónoma de México.
Por su parte, las autoridades capitalinas buscaron minimizar la presencia de las fuerzas militares en la ciudad.
El titular de la Procuraduría General de Justicia del Distrito Federal, Miguel Angel Mancera Espinosa, en declaraciones a la prensa local, descartó que los operativos fueran parte de una militarización de la ciudad, apuntó que son acciones focalizadas y que no se tiene reportes de que los grupos del crimen organizado estén asentados en la capital del país.
En este sentido, Gabriel Regino García, catedrático y especialista en temas de seguridad y ex subsecretario de Seguridad Pública del Distrito Federal, explicó que, para que se registren los enfrentamientos que se han visto en ciudades como Guadalajara y Monterrey, se requiere de una mayor presencia de grupos criminales en el área.
«En Ciudad de México, sí, hay organizaciones delictivas, pero no hay un predominio de un cartel en particular; no lo hay por la gran complejidad que representa dominar una ciudad con las características de la nuestra: la dimensión territorial, poblacional y la gran cantidad de autoridades que aquí confluyen», dijo Regino.
Sin embargo, admitió que las autoridades deben estar preparadas ante la posibilidad de que se desate la violencia.
«El que se puedan presentar enfrentamientos va a ser siempre una contingencia que las autoridades deben tener presente. Aunque la capacidad de reacción de las autoridades en nuestra capital es mayor que en otras metrópolis por el número de elementos y vialidades, no puede pasar inadvertido que por estas circunstancias de búsqueda se puedan presentar», agrega Regino.
Fuerte atractivo: Ciudad de México, que junto con el área metropolitana llega a los 20 millones de habitantes, presenta un fuerte atractivo para los grupos delictivos: ofrece a los narcotraficantes la posibilidad de circular en el anonimato y es un centro financiero que les permite lavar el dinero obtenido con las actividades criminales.
Desde 2007 han sido detenidos en la ciudad varios jefes del narcotráfico, entre ellos Vicente Zambada Niebla, hijo de Ismael Zambada, uno de los jefes del cartel de Sinaloa.
También fue arrestado Vicente Carrillo Leyva, hijo del fallecido Amado Carrillo Fuentes, jefe del cartel de Juárez, entre otros.
A pesar de las explicaciones de autoridades y especialistas que ven aún lejana la posibilidad de que en la ciudad se registren situaciones similares a las que se viven en otras partes del país, la población observa con recelo la presencia militar en las calles.
«Yo creo que los operativos demuestran la inminente presencia de los diferentes carteles del narcotráfico y de las diferentes facciones armadas de cada uno», afirmó Felipe Rodríguez, veterinario de 45 años.
Los problemas de inseguridad no son nuevos en la ciudad, el narcomenudeo, los enfrentamientos entre pandillas y los secuestros son parte de la realidad de la gran metrópoli.
Paradójicamente, debido a la guerra contra el narcotráfico, Ciudad de México pasó a ser percibida como una ciudad más segura, ya que todavía no se registran balaceras diarias como en otros estados del interior, como son Guerrero, Jalisco Chihuahua, Durango, Sinaloa o Tamaulipas.
«Aquí hay problemas de inseguridad desde siempre, pero no había militares en operativos», relató Guadalupe Mendieta, vendedora de 45 años, quien admite que el secuestro y los asaltos son algo con lo que los ciudadanos conviven.
«Conozco empresarios que andan en vehículos blindados y que incluso han tenido que cambiar de residencia por amenazas de secuestros, pero no estamos acostumbrados a ver a las fuerzas armadas en las calles», concluyó.
SANGRIENTA JORNADA EN ACAPULCO: Esta ciudad, uno de los principales centros turísticos de México, fue escenario ayer de una jornada de violencia que dejó ocho muertos por asesinato y varios vehículos incendiados, dijeron las autoridades locales.
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CIUDAD DE MEXICO: La participación de militares encapuchados en operativos contrel narcotráfico en Ciudad de México, registrados días atrás, puso en alerta a los ciudadanos de esta capital que temen que la narcoguerra -que ha dejado más de 35.000 muertos en los últimos cuatro años- se instale en la gran metrópoli.
«Me siento angustiada y realmente preocupada al ver que la presencia militar en el Distrito Federal es cada vez más frecuente. Para mí, es aterrador pensar que condiciones, como las de Ciudad Juárez o Monterrey, donde la gente tiene terror de salir a las calles, se presenten aquí», afirmó Alejandra Posadas, comerciante de 27 años, a La Nacion, y agregó que los operativos se registraron a escasas cuadras de la escuela donde concurren sus hijas.
Hace unas semanas, durante tres días consecutivos, los habitantes de las delegaciones Benito Juárez e Iztacalco vieron cómo infantes de marina catearon varios inmuebles, detuvieron a un supuesto integrante de un cartel del narcotráfico y decomisaron armas y vehículos.
Todo sucedió a plena luz del día y cerca de escuelas y zonas residenciales, lo que generó preocupación, molestia y miedo en habitantes de la ciudad que, aunque están acostumbrados a vivir con la inseguridad que acecha a la metrópoli, se vieron sorprendidos por la presencia militar.
«Había una sensación de la ciudadanía de que el Distrito Federal contaba con cierto blindaje contra las acciones de los carteles. Pero los operativos dejaron entrever que Ciudad de México no está tan exenta, ya que contradijeron el discurso de las autoridades locales y provocaron miedo e incertidumbre en la ciudadanía», dijo René Alejandro Jiménez, investigador de sociodemografía de la violencia del Instituto de Investigaciones Sociales de la Universidad Nacional Autónoma de México.
Por su parte, las autoridades capitalinas buscaron minimizar la presencia de las fuerzas militares en la ciudad.
El titular de la Procuraduría General de Justicia del Distrito Federal, Miguel Angel Mancera Espinosa, en declaraciones a la prensa local, descartó que los operativos fueran parte de una militarización de la ciudad, apuntó que son acciones focalizadas y que no se tiene reportes de que los grupos del crimen organizado estén asentados en la capital del país.
En este sentido, Gabriel Regino García, catedrático y especialista en temas de seguridad y ex subsecretario de Seguridad Pública del Distrito Federal, explicó que, para que se registren los enfrentamientos que se han visto en ciudades como Guadalajara y Monterrey, se requiere de una mayor presencia de grupos criminales en el área.
«En Ciudad de México, sí, hay organizaciones delictivas, pero no hay un predominio de un cartel en particular; no lo hay por la gran complejidad que representa dominar una ciudad con las características de la nuestra: la dimensión territorial, poblacional y la gran cantidad de autoridades que aquí confluyen», dijo Regino.
Sin embargo, admitió que las autoridades deben estar preparadas ante la posibilidad de que se desate la violencia.
«El que se puedan presentar enfrentamientos va a ser siempre una contingencia que las autoridades deben tener presente. Aunque la capacidad de reacción de las autoridades en nuestra capital es mayor que en otras metrópolis por el número de elementos y vialidades, no puede pasar inadvertido que por estas circunstancias de búsqueda se puedan presentar», agrega Regino.
Fuerte atractivo: Ciudad de México, que junto con el área metropolitana llega a los 20 millones de habitantes, presenta un fuerte atractivo para los grupos delictivos: ofrece a los narcotraficantes la posibilidad de circular en el anonimato y es un centro financiero que les permite lavar el dinero obtenido con las actividades criminales.
Desde 2007 han sido detenidos en la ciudad varios jefes del narcotráfico, entre ellos Vicente Zambada Niebla, hijo de Ismael Zambada, uno de los jefes del cartel de Sinaloa.
También fue arrestado Vicente Carrillo Leyva, hijo del fallecido Amado Carrillo Fuentes, jefe del cartel de Juárez, entre otros.
A pesar de las explicaciones de autoridades y especialistas que ven aún lejana la posibilidad de que en la ciudad se registren situaciones similares a las que se viven en otras partes del país, la población observa con recelo la presencia militar en las calles.
«Yo creo que los operativos demuestran la inminente presencia de los diferentes carteles del narcotráfico y de las diferentes facciones armadas de cada uno», afirmó Felipe Rodríguez, veterinario de 45 años.
Los problemas de inseguridad no son nuevos en la ciudad, el narcomenudeo, los enfrentamientos entre pandillas y los secuestros son parte de la realidad de la gran metrópoli.
Paradójicamente, debido a la guerra contra el narcotráfico, Ciudad de México pasó a ser percibida como una ciudad más segura, ya que todavía no se registran balaceras diarias como en otros estados del interior, como son Guerrero, Jalisco Chihuahua, Durango, Sinaloa o Tamaulipas.
«Aquí hay problemas de inseguridad desde siempre, pero no había militares en operativos», relató Guadalupe Mendieta, vendedora de 45 años, quien admite que el secuestro y los asaltos son algo con lo que los ciudadanos conviven.
«Conozco empresarios que andan en vehículos blindados y que incluso han tenido que cambiar de residencia por amenazas de secuestros, pero no estamos acostumbrados a ver a las fuerzas armadas en las calles», concluyó.
SANGRIENTA JORNADA EN ACAPULCO: Esta ciudad, uno de los principales centros turísticos de México, fue escenario ayer de una jornada de violencia que dejó ocho muertos por asesinato y varios vehículos incendiados, dijeron las autoridades locales.
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