Sunday, February 6, 2011

El que va con el paso corto y lento / A Roque Dalton García

El que va con el paso corto y lento

«El positivismo capitalista significó una ruptura de las relaciones de los hombres con el mundo y de los hombres entre sí»: Carlos Fuentes

La ilusión del yo no me gusta.
Ni la igualdad abstracta. Tal vez
es que la generalización legalística que propuso
como capital de fe una individualidad
conmigo practicó
una torcedura democrática:
Que «todos los hombres son iguales»
y me pasó por el lado, no se me vio
esta democracia de domingos presurosos
este capitalismo que me dice
aférrate
al yo, siempre tu yo y no el no-yo.


¿Quién ignoró mis contornos,
necesidades, apetitos, cuando sobrajas
y exclusiones me tiran en la marcha?
A mí me dejaron fuera.

Comenzaron a divertirse ellos
con melodramas de igualitarismo
y en esta simonía secular no se contó conmigo
(aún no me hallan y es por eso que me recetaron
el yo falsario, un yo que tampoco quiero,
un yo que olvida que el justo rumbo
es edificarse juntos. Un Nosotros.

«Entonces, búscate en otra parte», dijeron
para que me separe y no joda.
«Tú no pareces parte de nosotros».
Véte a donde un cura, conocedor de almas
y que te diga lo que eres.
Véte donde un siquiatra que te explique
por qué eres distinto, si es disfunción de órganos,
o una memoria ingénita, algo con tus tornillos
deficitados en los sesos, tus neuronas.

Y tan sencillo que es que mi yo o no-yo
se explique fuera de las aventuras de los egoísmos
y que el nosotros sea que todos miren atrás
y me vean. Yo soy el que va atrás,
con el paso más corto,
pero quiero ir a donde van los que creen
en el mundo humano, sin rupturas
ni exclusiones, no importa que yo sea
el de pasito más corto,
menos largo.
Que alguien mire hacia mí
aunque sea por un momento.

13-03-1984 / De Las zonas del carácter

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De la queja y el resentir

Hay que revolucionar la manera de quejarse
y convertir lo que perturba
no en llorar estéril y amargo
no en resentimiento venenoso.

Reinventaré la manera con la que ésto
me ataña. El resentimiento tiene
su sentimiento crítico, resiente
lo que provoca para sí perturbaciones.
Hay que empujarlo entonces
para que el sentimiento se refresque,
se ilumine. Es lo que hago
o trato de hacer por lo menos.

Mas lloriqueo... no.
Se empaña la mirada con líquidos gemidos
No se va a ningún lado con chorritos de nada.
Uno se queda como niño hambriento.

El mundo de los crueles ya no mira
hacia quien llora. Lo envuelve en sus delitos.
Le de una pistola, le asigna una pandilla
y dice: «Sal y mata, véngate
o toma del mundo, tu calle, tu capricho»,
pero yo hablo acerca de resentir, de volver a sentir
con sentimiento puro, corrector, justamente
solidario. Y quejarse puede que sea necesario,
pero hay que revolucionar la queja
y transformar el temple con que nos perturbamos.

03-03-2000 / De Las zonas del carácter

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A Roque Dalton García

A 14 años de la muerte del poeta salvadoreño

¿Sabes? A veces cuando más se quiere amar
es cuando más te matan, o deprimen, comienzan
con incomprensión, con censura,
al final con cinismo
y van acumulando más basura e inventivas
para desacreditar el instinto,
el buen instinto manifiesto
de tu amor.

Yo me doy cuenta que los grandes criminales
se buscan a los tontos perversos
como sustitutos para lo realmente significativo
del comunicar, y prefieren el poder de zánganos
y parásitos institucionales, arrimárseles
para lamer esos huesos putrefactos.

Aupán a esbirros cuyas únicas contribuciones
son la insensatez con que destruyen
el amor en los otros.

Acabo de leer en «Claridad» que te asesinaron,
hace 14 años, pero es ahora que Reagan
deja Casa Blanca, que me entero.
Te mataron, a tí que acumulaste palabras
levemente odiosas, porque sólo pretendiste
custodiar con amor el tiempo que nos toca...

... pero como hienas
directas e indirectamente responsables
de tu muerte, una vez que beben
sangre extraída de tu pan heroico
son las que ahora festejan
Les escucho el riserío este día de enero
(1989) cuando a Reagan se le despide
y enaltece como profundo pensador
(¿de dónde?)...

Tristes las cosas que uno tiene que contraponer
a tu poesía: Que un delincuente, el asesino,
invasor de pueblos, el cuadragésimo
presidente / Gran Comunicador
de homicidios y ultrajes
desde el encanto de su perpetua sonrisa
de pendejo sea exaltado así... increíble.

Este mismo día, puta, leo
que Reagan es considerado The Nice Guy
y aún más:
«a deep thinker with a sophisticated,
world-changing political philosophy».


Es lo que dije sobre tí, mucho antes
del 10 de mayo de 1975, cuando morías sin yo saberlo
y leí Las Historias Prohibidas de Pulgarcito
(yo sí te imaginé gigante, el más valiente
en las tierras de Pulgarcito)
y, en fin, que de golpr y al punto me molesta
leer en luto por tu vida y, al mismo tiempo, cotejar
esta inventiva de esbirros, cagatintas lambiscones,
como Craig Shirley,
inventándole loas y méritos
al presidente cagao / Ronald Reagan /
que nada sabe de destino o de cambiar
a América, nada de custodiar el tiempo
que nos toque vivir.

Es el perpetuador del despropósito
de conservar el maltato
entre pobres y las guerras
entre los pueblos.

Enero, 1989 / Las zonas del carácter

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Réquiem por la Revolución del 1910 / De los objetivos estratégicos / Carlos López Dzur / «Cantos de la Experiencia», poemario: En torno a William Blake / Editoriales Virtuales

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