Contradicción
a Jesús / el MaestroNo se me defina el amor de una manera
que sea yo el crédulo que vaya y diga
de ese amor quiero; no se me defina así,
lo suplico, si ese amor no existe,
escasea o jamás se consigue.
Porque así me presento muchas veces,
casi a diario y con fe,
porque así me extravío y me aparto,
pero voy y llego tarde,
porque así mis pies sangran más
al pisar las ortigas del camino.
No se me defina el amor de esa manera.
Apíadate antes de emitir tal llamado.
El hambriento está en la husma,
con los pies sangrados,cuando se ofrece el pan.
El sediento está con el sol que se lo come
a mitad de la esquina y el crédulo,
con el alma hecha pingajos.
No sé me defina la incondicionalidad
de ese amor; si ya ninguna se incondiciona.
Si a los cristos los matan antes que pisen la ciudad.
Llegaré tarde y nada será
más grande que el rencor que escucharlo:
El amor se ha acabado y al Cristo
lo mataron los soberbios.
19-3-2000 / De El Hombre Extendido
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Todo lo que busco
Todo lo que busco es un recuerdo
en la densidad de este olvido,
alguno que entienda cuán grande es
la memoria que perdí, cuán doloroso
es vivir con la difusa culpa,
con el profundo remordimiento.
Es lo que clama desde mí
a un no sé dónde, a un alguien escondido.
Todo lo que busco es una dicha y un reposo,
una piedra que ungir, donde recostar
mi cabeza soñadora, y estos huesos
calados de frío y soledad.
13-7-2000
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Clase hegeliana
a una alumna que habla sobre el espíritu y la magiaEn las especulativas fantasías de los mundos egoicos,
«El espíritu es potencia sólo cuando sabe mirar de frente a lo negativo y cuando sabe permanecer en lo negativo. Ese permanecer es el poder mágico que convierte lo negativo en ser»: G. W. Hegel
caprichosos, escapistas, el cobarde cree
que está a salvo del terror del mundo.
Alega un mundo bello en que todo se puede.
o todo se atenúa, o todo lo malo escapa.
Llama a ese mundo 'el mágico', donde la imaginación
es tribuna, el feliz quiere esa trinchera,
lo perfecto existe ahí.
Ciertamente, yo creo en el espíritu
como sendero que lleva a lo mágico,
como potencia que nos da Ser y nos pone
más allá de las perturbaciones,
la angustia de lo que adviene ontológico.
¿Qué sería yo, sin mi espíritu sino dos
entre dos opciones: un bruto amenazante
que corrompe el mundo, o tal vez
el bruto asustado que se deja corromper
escapando, con su cabeza en un hoyo...
Entonces, voy a repesar este Hegel
que tanto nos habló sobre el espíritu y sobre cómo
se despliega en la historia: el poder mágico
que vale, el espíritu que da para que viva
y transforme, «sabe mirar de frente a lo negativo».
Una pedazo de escoria, un pozo de injusticia,
son mierda, negativas cosas que no deben
quererse, sino transaformarse,
y hay que mirarlas bien para no pisarlas,
hay que darle un repudio, antitético
y cuidarnos de engañarlos los ojos.
No sea que querramos comérnosla.
Sólo se permanecerá en lo negativo
sabiendo que con la potencia mágica
del espíritu se libra el combate
por las transformaciones... de otro modo,
el espíritu no sirve de nada.
04-11-1989 / De El hombre extendido
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Absorbo mucho dolor
Absorbo mucho dolor, mucho dolor.
Tal vez es mi lugar / espacio,
seguro es la vida para la que nací,
ciertamente, el Yo
que todavía sobrevive.
Habría preferido un punto
que sea casi el vacío, un punto de luz
y la cósmica alegría que vuela como rayo,
ser que no sabe de su precariedad.
Pero aquí estoy, lugar / espacio /
Y amplio y sólido, contingentemente
consciente del dolor y esperando…
13-7-2000 / «El hombre extendido»
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NOTA: La etapa en que escribí estos poemas fue una esencialmente schopenhauriana. La muerte de mi madre la profundiza. Es la etapa que me hace regresar a Martin Heidegger como quien buscará un mentor, no para que lo consuele, si para que lo mantenga ocupado y tomando cursos de alemán y de rompecabezas, hermenéutica de adivinanzas. Entonces, con los interrogotorios sobre la pregunta original y la vuelta a los Griegos... descubrí el Orfeo / Dioniso / que siempre estuvo en mí. Esta es mi deuda mayor con ese esfuerzo de Heideggerianas que vendría después. Sucesivamente, los órficos me señalan al Oriente y Sefarad. La metáfora general subyacente de mi libro El hombre extendido / poemario premiado en la Universidad de California (Irvine) es mi peregrinaje de Occidente al Oriente. Es una metáfora llena de visos migratorios y símbolos de frontera. Tijuana / Mesoamérica / hasta nahualtismo y jerga chicano-fronteriza aprendí a apreciar y absorber.
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