Monday, March 14, 2011

Vargas Llosa y la Feria del Libro / Dos críticas


A PROPÓSITO DE LA LLEGADA DE 'VARGUITAS' A LA FERIA DEL LIBRO

Por Alejandro Drewes / Escritor y poeta argentino

Una nota interesante de este amigo, con algunos aciertos y sinceramientos y cierta dosis de conmiseración hacia los patéticos sectores culturales que representan a la izquierda –con toda la carga de herrumbre y polillas de esa añeja categoría- en Argentina y otros lares.

Y con algunas metidas de pata en el barro hasta el fondo, empezando por el arte de degradar al otro, a santo de este descalificativo triste, lanzado cobardemente en forma vicaria, de Varguitas, puesto por una banda de mediocres y envidiosos ex amigos (¿??) no identificados ni identificables. De esos que como siempre, muestran su catadura moral tirando la piedra y escondiendo la mano, desde sus trincheras mediáticas, que sospecho merecen adecentarse y un buen operativo de fumigación, desde 1917 a la fecha.

Porque de hecho, una vez más, mezclamos y hacemos un regio y posmoderno batido de Gancia, y colocamos en este bodrio primero el alineamiento ideológico de Varguitas, a modo de sambenito para luego relativizar sus méritos literarios, en función de esas mismas idolologías estrechas y caducas.

Porque parece que hay que ponerle a estos muchachos un despertador conectado a una buena columna –de esas que ponen en las discotecas-, para avisarles que las ideologías y los ídolos que defienden a capa y espada no son mejores ni peores que las de la derecha conservadora de los Aznar, Bush y col.

Y que de hecho, han pactado en forma descarada en el pasado, incluso durante la SGM, y lo siguen haciendo.

Y que el comportamiento del camarada Horacio González, actuando sin perjuicio de su cargo de DIRECTOR DE LA BIBLIOTECA NACIONAL, como un barrabrava más en actos de la militancia kirchnerista, y exigiendo mediante una nota dirigida a la Fundación El Libro que sea retirada la invitación hecha a Varguitas para presidir la apertura de la Feria Internacional del Libro en Buenos Aires, es una actuación incalificable y un intento descarado de censura, que en cualquier país donde la cultura se hace en serio hubiera obligado a su renuncia sin más. O bien, donde nunca hubiera llegado a ocupar ese cargo.

En Argentina, está visto que no, ya que por aquí la anomia moral ya ha alcanzado el nivel de septicemia, y la sociedad en su conjunto vive narcotizada y al margen, entre secuestros, ocupas y balaceras salvajes ocupando casi todo el espacio de los noticieros y escándalos judiciales un día sí y otro también.

El comportamiento de Horacio González, del filosofo (de barricada) Feinmann y sus cofrades no parece muy diferente en su fondo que los procesos de censura y silenciamiento de la Unión de Escritores, en los años de gloria del Paraíso Rojo en Moscú y aledaños y en Europa del este. O en otras sucursales de dicho Paraíso.

Y esto ubica a Horacio González y a sus colegas de Carta Abierta exactamente como lo que son: una banda de fascistas de izquierda, cuya falta de razones y argumentos se expresa mediante la intolerancia mas cerril como en este caso; o directamente mediante la violencia bestial de las patotas puras y duras, como la de las hordas que irrumpieron en la otra Feria del Libro a golpes y sillazos y emprendiéndola a patadas contra la gente que nada que tenía que ver, para evitar la presentación de un libro de uno de sus enemigos.

Dicho de otra forma, Argentina hace muchos años, y en especial y a velocidad vertiginosa desde 2003, ha perdido todo viso de seriedad. Puertas adentro y desde el exterior.

Tal y como estos intelectuales se muestran del todo incapaces de enfrentar al odiado liberal y conservador Varguitas -pero mucho antes que eso y sobre todo, uno de los mayores escritores del siglo XX-, con argumentos y en forma civilizada, estos personajes siguen adelante, aun sin el aval de la lideresa del FPV, Cristina Kirchner, con esta deplorable payasada.

Al menos, que esto sirva para que en el exterior terminen de conocer en qué se ha convertido la cultura en Argentina en estos años nefastos. Por si faltaban pruebas, luego de haber entronizado a Maradona, Evita y Gardel como «representantes de la literatura argentina» en la Feria Internacional de Frankfurt, con escritores mercenarios participando y careteando, a los que son se les cayó entonces in ahora la cara de vergüenza frente a esas fotos.

A ver, muchachos, si recuerdan, en medio de su reverendo despiste existencial, a Kundera, y esa agria carcajada de la Historia, la de Clementis borrado de las fotos por los invasores rusos…¡ay, como duele la memoria!!

Aparte de las cuentas que van a tener que pagar por las carnicerías de los años 70, por las cuales todavía esperamos al menos disculpas, mejor que piensen que la militancia de billetera, autos de lujo y pisos en Puerto Madero va a durar lo que este gobierno. Y muchos de ustedes van a tener que bajar a la calle de una patada en el c… a ganarse el pan laburando. Mejor que lo piensen ahora, RIGHT NOW, y pongan las barbas en remojo, antes de que sea demasiado tarde para lamentos.

Y quiero pensar que la única fiesta del chivo que busca instalar Liendro con su presunta gracia no termine siendo la del chivo expiatorio… ni, en bien de ellos, la del otro chivo que sospecho espera a una buena cantidad de estos muchachos, tridente en mano, hace años.

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LA FIESTA DEL CHIVO: A PROPÓSITO DE LA LLEGADA DE 'VARGUITAS' A LA FERIA
DEL LIBRO
Por Carlos Liendro / Escritor

Fue una 'mojada de oreja' al gobierno. Algunos funcionarios ei ntelectuales saltaron como 'leche hervida'. Luego tuvieron que apaciguar las cosas. El anuncio de Mario Vargas Llosa en la Feria del Libro trajo las repercusiones que se hicieron internacionales a través de los medios.

El tema fue instalado. Le sirvieron en bandeja a 'Varguitas' (así fue bautizado el último premio Nobel de Literatura por sus antiguos ex-amigos) ponerse en el centro de la escena. A su juego lo llamaron. Va a hacer su fiesta.

Son conocidos sus debates en nombre del neoliberalismo conservador desde la época de Bush. representando una clara línea política de la derecha norteamericana y española.

Este es un año político. Así que las fundaciones que lo traen para inaugurar la Feria del Libro 2011 no lo hacen inocentemente. Estas son las reglas del mercado justamente en una exposición de libros y cultura cada vez más mercantilizada. Por allí cada año pasan cerca de un millón de personas y se ha convertido luego de la Feria del Libro de Frankfurt (Alemania) y Guadalajara (México), como una de las más importantes.

El error cometido desde los funcionarios, que comenzó con la opinión del director de la Biblioteca Nacional y luego de otros intelectuales, fue criticar la apertura de 'Varguitas' como una ofensa a la inteligencia y el honor de los argentinos. Esto sirvió para que todo el holding y el monopolio de Clarín y el español Prisa, se le fueran encima con su clásico- cliché: 'falta de libertad de expresión en la Argentina'.

Del otro lado, el aparato de medios del Estado no se hizo esperar (comenzando por '6,7,8', diarios y radios afines) llevando a intelectuales- hoy funcionarios- a opinar, escribir y debatir la cuestión. Un escritor- invitado en el programa de la productora de Diego Gvirtz (Duro de Domar, 6,7,8 y TVR)- comparó la situación de Vargas Llosa con el tratamiento que el peronismo le hacía a Borges. Y daba en el punto de como se mezclan las cosas.

Vargas Llosa es un gran escritor, especialmente sus primeras novelas y cuentos. Adhirió al marxismo cubano, en la época del boom latinoamericano. Después se peleó con Gabriel García Márquez (algunos dicen por diferencias ideológicas otros por mujeres) y Fidel Castro. Se travistió de moralista y juez queriéndose hacer el 'Albert Camus' (en el que solo se le parece ahora en haber ganado un Nobel como el escritor argelino-francés).

Fue candidato a presidente por su país de origen, Perú; luego se hizo ciudadano español y ahora vive en Inglaterra. Hace giras por el mundo como esos pastores evangélicos, auspiciado por las corporaciones financieras.

En sus debates políticos solo sabe repetir el cassette de economía ultraliberal: la no intervención del Estado y la inversión de capitales privados. Algo que nos impusieron a los argentinos por los 90 dejando al país como lo dejaron: la riqueza concentrada en pocas manos.

Por eso Varguitas habla en contra de los 'populismos' Latinoamericanos. Hay que dejarlo hablar, porque sino se sentirá censurado, el tema es que la gente debe saber que no habla como hombre de letras ('La fiesta del chivo' es el título de una de sus novelas), habla (sus artículos aparecen aquí en el diario La nación) como hombre político, aunque quiera hacerse el filósofo. Sobre ello uno podrá responderle. Mario Benedetti en un tono jocoso decía: A Varguitas hay que leerlo, no escucharlo.

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En El Vuelo de las Grullas / El hombre extendido: Indice / Entrevista / El Libro de Anarquistas / La semilla victoriosa / El relutador

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