INDICE
1.
«Hay, donde Troya estuvo, una tierra contraria a la de Frigia»: Virgilio, Bucólicas
[«Est, ubi Troia fuit, Phrygiae contraria tellus»: Virgilio, Eclogae]
Al pie del monte Ida, está Dardania.
En el norte de Tracia, los dárdanos
y son los hijos / dardanios / de príamo, dardánidas.
Mejor que nadie les crea, que ni Homero
ni Virgilio les recuerde... son asesinos,
colonos / fundadores / que matarán
lo que nazca de mal vientre y regazo,
A la propia Troya matarían si pudieran,
a la madre Electra, a semillas fundamentales
de la Arcadia, allí donde Yasión murió,
víctima de Dárdano, asesino.
Quien quiere un trono, a las bravas,
termina así, como dardanios,
sacándose el ojo, cautivo del desprecio
de sus pueblos, expulso, escondido
en isletas de Samotracia.
Cada dárdano esconde la simple sombra
del lugar de la ausencia, se desata en desvelo
y aunque quiera hablar sobre amor
como el rey Dárdano enamorado de Batía,
hija de Teucro, Phrygiae contraria tellus:
Una tierra contraria a la de Frigia
tiene como trono, es troyano infame,
asesino, fratricida, voz de amores contrariados
y sus hijos serán los erictonios.
Al pie del monte Ida, está Dardania.
donde nadie sabe el valor de la alabanza
porque la queja lastima
y hay un dejo de rechazo o abandono
en la brisa y no es posible una vida coherente,
sostenible, comprometida y feliz
2.
«La enfermedad de la modernidad: el no-fundamento. Las palabras, por cargadas que estén, no nos asombran ya. Las guerras, las revoluciones, las enfermedades sin número no nos asombran ya. Ni siquiera la desaparición de la vida en la tierra nos asombra. Es debido a que el no-asombro es una enfermedad mortal»: Basarab Nicolescu, Teoremas poéticos
Hay un hombre de ayer
que se parece
al hombre quejumbroso de hoy.
Uno que olvidó el fundamento.
E inhibido fue por las deficiencias de lo vital.
No tiene conciencia de la luz sustentable
que sirve como Lichtung de la presencia,
verdad del no-ocultamiento con que Titiro
se vale ante Melibeo cuando canta
a Amarilis, su amada; Titiro es tranquilo
y no sufre aunque hay confusión
y angustia en las campiñas.
Hay un hombre de ayer, tan tirrio,
muino, culipateado, que duele en el presente
meramente saberlo; abandonó su tierra
con su rebaño de cabras.
Vio a los rudos soldados quitarle lo que es suyo,
o de su padre, o su pueblo,
y va por el bosque umbrío, malgastando
la voz dulce de las égloglas.
Ese trapo con voz es Melibeo, jodido ser,
ese trapo de hombre que escuchara
a Titiro y es tan distinto a él,
no concibe a los dioses, y en su camino
a Roma se parece también a Nemoroso
y, sin embargo, Titiro al dios que más ama
lo asocia al pueblo frigio,
al ario tracio del Asia Menor.
A Pan, Titiro sacrifica un cordero
pero el hombre de ayer, cabrero Melibeo,
nada. En el presente, sin discontinuidad
no le brota la conciencia y sin conciencia
no comprende su discontinuidad.
3.
Cuando las palabras cargadas de amor
o de dolor ya no asombren a ninguno,
cuando no haya relámpagos en la libertad
que abra los ojos a los seres discontínuos
ocurrirá que moras, sabiendo o no sabiendo,
en el habitar de la indecencia, imposición
de apresamiento. Lo Dispuesto
es —tu êthos—, modulado técnicamente
por los salteadores y ya no tendrás
[das Wohnen], morada que te honre.
En el habitar serás lo peor
del hombre moderno, uno que abandonó
su tierra, uno como el cabrero Melibeo,
pastor lamentador, que no tiene hembra
ni cosechas, pero avanza, sin rumbo,
por campiñas, predios confiscados,
reducidos a despojos por nuevos colonos
tras la batalla de Filipos.
4.
a Asinio Galo, hijo de Asinio Polión
Niños nacen todos los días
y no hay por qué invocar a musas sicilianas,
a inspiradoras de Teócrito.
Puede que sea que la mujer
de Asinio Polión está de parto,
no que haya libros sibilinos
que destacan el retorno de la Edad de Oro,
profecías sobre el advenimiento mesiánico
o del Mensajero por judíos, esperado.
Lo más seguro es que el hijo por nacer
(ya que Octavia, por igual, exhíbe gran barriga
y famoso es entre cónsules y trivunos)
es el epitalamio con el que Marco Antonio se place
¿Profecía pagana / virgiliana / del nacimiento
de Cristo? ¿Qué dice Constantino I,
Eusebio de Cesárea y Agustín de Hipona
y San Jerónimo sobre el hijo de Polión?
No. No... este asomo de niño es
tan sólo gozo, regocijo
ante el fin de las guerras civiles
que precondicionan el futuro próspero.
La Naturaleza habla con las formas
del niño que navega aún en la placenta
y en nada es urgiría a la Sibila de Cumas
a que explique este evento. Nace
al madurar la crisis del reino de Saturno.
No es la Edad de Oro la que irrumpe
ni el regreso de Astrea, diosa de la justicia,
ascendida a los cielos con su lugar
entre constelaciones. Ha nacido el niño
que a medida que crezca recogerá los frutos
de la tierra y dejará de afanarse
por la guerra, la ambición y la avaricia.
5.
Alétheia, el no-ocultamiento
(Unverborgenheit)
No es una utopía de las periferias
del Peloponeso. La tierra que es hermosa
(aunque no esté en manos propias
sigue hermosa). Arkadía tiene la belleza
de las Arcas de la cercanía, Et in Arcadia ego,
y sea que muera, en ella estoy, a ella
pertenezco, de la naturaleza transitoria
lo inevitable es que muera,
pero el planeta es hermoso
y en el oeste de Lykaion ví las montañas
y en el Monte Mainalo la nieve
y una armoniosa selva, incontaminada.
He visto el colapaso de Roma,
el advenimiento del Imperio Bizantino,
pero no es una utopía.
Arkadía sigue llena de pastores,
a veces simples seres / rústicos dioses /
emplazados por el idílico paraíso de sus horas;
llena de pastores libertinos, dragones
la Arkadia genuina
donde el varon que remodula su estancia
asume su habitar y estará tal vez
en medio boscajes, sustentados misterios
y mitos, en lo espontáneo de la vida natural
y la modestia, pero así lo quiere
y será de los Buenos Salvajes.
Y, pese a la invasión de turcos otomanos,
el Orden renace, llega
no será con visiones pre-técnicas
ni completamente trascendentes.
No será una utopía de las periferias
del Peloponeso. Es la ética de su habitar,
como estar-en-el-mundo, genuinamente
en medio de las cosas, sin ocultamiento.
6.
Nacerá el Niño / Semilla / de nuevos
y antiguos tiempos, pastorcillo
y labriego, perpetuo poeta de la Arcadia.
Ha de ser el jibarito que se abra paso
como el redentor en los montes.
Su teoría de idilismo individual
hará que se lo llame el Pueblo Soberano
y sustentable y libre, materializador
de la utopía y el que viene es mayor
a las primeras alabanzas de Virgilio
a la vida laboral del campo,
la sencillez, la paz feliz,
la comunión natural ya que este tiempo
de la profecía cumplida,
se utiliza el espacio, el río,
los aires, con mayor eficiencia
para que no exista la escasez
ni la premura ni el despilfarro
de recursos y se deje al fin
de creer en los amos foráneos del despojo,
credores de la dependencia
y la desesperanza.
7.
El niño desocultador en la verdad del ser,
es que habita, Wahrheit des Seins
y no diga entonces que nació
del Imposible y de lo Irrealizable.
Dígase aleteado en Alétheia y en Léthe,
impulsado por el no-ocultamiento
y en la altura inocultada, del ser.
No se diga que nació de la utopía
o un discontínuo distópico.
Dígase el desocultador provocante
del que Heidegger hablara
como Das herausfordende Entbergen
VERDAD que al hombre destina su ser
para que asuma todo,
de antemano y de manera irrefrenable,
como material de la producción.
La verdad / digna Alétheia como si abriera
los cielos da materias primas e instruye:
«Toma las aguas, ahora han ido bajando
de la atmósfera, apacentándose en tus montes.
Agua entrego y tómala con los rayos,
en los vasos del firmamento...»
Todo la luz de los cielos, soles
y astros, gravitaciones invisibles y fotovoltaicas,
házls electrones, momientos generatrices.
Bendigo con tu mano la tierra en los ríos;
transforma el espacio entero con la configuración
de tus construcciones, házte recursos
y aparejos con la fuerza del viento,
pozos de oculta Léthe, con ríos subterráneos,
utiliza las fuerzas gravitaciones,
las caídas del agua, recoge lluvia,
guarda y almacena la magia de lo dado
en las bajuras y en las elevaciones.
Con la luz solar, el material humano
es material de dioses
El nombre de la zona o ámbito abierto
donde habita es tan nuevo que provoca
la curiosidad del niño puro
en su elemento originario:
la verdad del ser, Wahrheit des Seins.
8.
Más suave que la uva en agraz,
más dulce que la uva madura:
Teócrito
—Galatea es como la leche»—
«Más blanca que las hojas nevadas de la alheña»
y sus manos como lirios y uverillos
de Vitibus Albis, ofrendas a la exquisita radiancia
de su ser, más brillante que el cristal
el cuerpo de la pastorcilla nereidúnica
cuando sale húmeda del río donde se baña
o de los mares en los que la imagino
como splendidior vitro, o brillante cristal,
más luciente que el hielo, lucidior glacie,
visitándome el iris..
Más suave que la concha pulida por el mar,
mollior et cycni plumis et lacte coacto...
más suave que la pluma del cisne
y que la leche cuajada y, aún así, me abandona...
¿Quién pudiera orbitar más allá de lo excéntrico
y hallar su modelo en relación de amor
y reconocimiento en el fin, la imagen pura
que visita al ojo natural del ciego,
pero, quién soy, «horrible monstruo,
nada parecido al hombre
que se nutre de pan, y sí a umbroso espinazo
que sobresale señero en la cordillera?»
Y así, pese a todo, la ví y me sentí
como en aquellos días de ceguera y de celos
cuando arrojé rocas a la embarcación de los amantes
y dí patadas al aguijón y a ella le dije: «Serpiente»,
no uva en agraz, dulce amada, no tierno vellón
de oveja, más suave que el lino.
9.
«La palabra viva: relámpago que atraviesa en un solo instante todos los niveles de realidad»: Basarab Nicolescu, Teoremas poéticos
Tú, poeta de las bellezas de las ruralías
y las almas interiores / Neshamá que tenemos
o aspiramos, o tuvimos por ingenuos
como Polifemo ante Odiseo, tú...
que tienes el deseo de rectificar la realidad invisible
que no sólo se observa con los ojos, si revelarse
la santidad divina posible fuera, dáme
una palabra rectificadora,
un nombre verdadero, no Don Nadie,
«no soy Nadie»...
para que el poder de la imaginación
dormida / cegada / cercernada / herida /
despierte y adquiera de la luz perdida...
que el coaj hamedamé en mí se desprenda
del árbol de sal
O de los álamos tristes...
Desde desde tiempos de Homero
Nadie dice la identidad
de quien me ciega... Ulises,
hijo de Laertes, saqueador
de Troya, hombre de Ítaca,
él... quien me instruye
la oscuridad de Nemoroso
y del bosque del Olvido
Tú, que aún cantas con soliloquios,
díme si una letra o nombre se invocara,
si Alguien / en sí / es capaz de transformar
la inmediatez violenta de mi tierra avolcanda,
Ciclopia, estéril tierra de los medios
pleno / ciegos / irascibles...
y ¿quién hay? que regrese la eterna Arcadia
a mi vida, venciendo el ciclo
de ojos cegados y perdida memoria.
10.
Con ojo de volcán mi boca llora,
va llorando, todo es lava y suelta ira contenida
que dentro del pecho guardo
desde que perdí a Galatea, tierra blanca.
La enterré en gruta lóbrega, como si fuese
designio del omblgo, pero la escucho
porque Galatea no está muerta y gime
en las topologías uterinas de lo desconocido,
en la caverna esotérica de otras geografías,
donde sea posible epifanía del campo
y otros cantores del Iejidá, el nivel más alto del alma,
la descubran cuando estén curados sus ojos
y sea posible cantar como ellos....
11.
«Ya viene la última era de los Cumanos versos:
ya nace de lo profundo de los siglos un magno orden»:
Virgilio, «A Polión»
Sosténte sustentable, Vientre parturiento
del planeta, puja y transcurre el tiempo necesario
para que «dignas sean las selvas, oh cónsul»
de tu Virgen quien vuelve como vuelve
el reinado de Saturno;
y «desciende del alto cielo
una nueva progenie».
No sea la saciedad de las necesidades
tan mezquina que sólo a generaciones
de legisladrones toque; sea para esos niños
que entenderán mejor el mundo,
vinculándose al entorno natural y su cultura
de una manera nueva que replantée
la noción del habitar planetario.
¡Ay, que la la vieja raza de hierro termine!
porque las huellas de las viejas maldades
peresisten y las naves ofenden
a Tetis y otras ciudades donde selectos héroes,
son necesarias, otro Tifis, otra Argos,
otra nueva Era Dorada para que reine
el Apolo, sin esta competencia global
que sólo ordena asedio, muerte y plaga,
insuficiencia de alimento, mala ingesta vital
y emotiva de la niñez del mundo...
Aún quedan vestigios del crimen,
«nulos a perpetuidad los harán por miedo las naciones».
Puja, puja al Niño Naciente del Sustentamiento,
promesa del Orden Futuro, sostenible y sustentable
en aras de que sea vista la promesa:
la trepadora hiedra cundirá junto al nardo salvaje
y las egipcias habas se abrazarán
con regocijo al acanto.
Como ubres henchidas de leche
quiero la voz de la Madre yendo al redil
y ya cubiertos sus senos, y llamando a sus críos
como si fueran cabrillas, Galatea,
y los grandes leones cuidarán los rebaños.
Que muera la Era obsoleta de la insuficiencia
como morirá la serpiente y el lirio falaz
y la venenosa hierba de los engaños...
12.
«¡Lánzate a estos altos honores!, cumplido está el tiempo, / ¡oh progenie amada de los dioses! ¡oh magno vástago de Jove!»: / Virgilio, «Bucólica», Egloga IV
De la alegría de tu boca y tu mirada,
Orfeo el Tracio da las mismas noticias
que Virgilio [Dá / vila y Calíope] que bendijo
al poeta, y a Lino cuando naciera el hermoso Apolo.
«¡Oh! ¡Que mis últimos años sean tan largos
y me alcance el aliento para cantar tus hazañas!»
Comienza, ¡oh parvulillo! digno Pan
y lechuiguino de la Arcadia.
Comienza, ¡oh parvulillo!. por conocer
la Madre Tierra y el lecho de la diosa
que ornado ha sido con diversidad biológica.
Sea tu salud sustentada con sus agrosistemas
porque se dispone que te alimentes
con variedades distintas de lo que crece
bajo el cielo y se adquiere del vasto mar
y dentro las aguas.
Después, cuando alcances la edad plena,
el viajero dejará de cruzar el mar, y el náutico embarque
no te mercará los bienes ni las producciones
porque vivirá Soberano para Tu Delicia.
El ecosistema agrario proporcionará
la generosa estabilidad, el campo
surtirá todas las cosas.
«No sufrirá el arado la tierra, ni la vid será podada;
y a su vez el labriego desuncirá los robustos bueyes.
No aprenderá la lana a mentir con variados colores;
antes, ya en rojo múrice, ya en azafranada ajedrea.
Mudará el morueco en los prados su suave vellón»,
Amor que hayas dado a la Tierra se pagará
con creces porque eres la resistencia
y la sustentación del que labora en paz
y por amor a los componentes de la vida.
A tí sea la bendición frente a las sequías,
las plagas, los niveles adáficos.
Te bendecirán las bacterias, los hongos
y lombrices y... hasta las plantas adventicias
y los nódulos de rhizobium.
13.
SI yo accediera a contar con voz de Mingo Revulgo
estos extractos virgilianos que hoy escucho,
de tus labios, Nemoroso,
si con oído y consciencia imitara
el festejo que aflora con altiva abundancia
con tu lamento político,
hay además del canto ecológico al paisaje
la denuncia al pilleaje y al impacto creciente
de la Mar de Injusticia.
.
Entiendo, al fin, tu lamento
en torno a las expropiaciónes extendidas
a las tierras Cremona y su campo aledaño.
que son las tuyas, heredades de tu padre en Mantúa.
Vare, tuum nomen, superet modo Mantua nobis,
(Mantua uae miserae nimium uicina Cremonae);
yo, antes y después de la Gobernación
de Polión en Cisalpina y el cambio las tornas;
entendería tu dolor, Virgilio, y la miseria
de tu ronca voz, Nemoroso.
El lamento del ausente Menalcas
es tu lamento
Yo entendería en la minga del vulgo,
el canto de otros tristes pastores, aquellos
despreciados, expósitos, abandonados
por sus propias madres, por ser llamados
desagradables, tocados por harpías,
gente vulnerables, sobrevivientes
y condenados a mamar de rústica simbiosis
en la sellva, hijos de fauna cavernaria,
párvulos a la sombra de animales...
porque el mismo Frixo, antepasado jasónico,
salvó su vida por auxilio de un Carnero
Gigantesco, Fabuloso, simpático
Centauro y bestias de tales hay que aman al hombre
y Lobas que lactan a los niños
en el abandono, como Rómulo
en un bosque, junto a Remo..
¿No fue Jasón, en su infancia, educado
por Quirón, bestia divina del Campo,
mezcla de animal y humano?
¿No fue Pan, el Hombre-Cabra, dador
de protección, pese a lo bruto y barbado
tierno / compadecido como inmanencia
de unos senos maternos?
14.
Si yo me empeñara con voz de Mingo Revulgo,
con malicia de criterios políticos y otros rudimentos
por explicar el origen de esta...
presente ausencia
de eficiencia, transparencia, independencia,
responsabilidad social compartida,
participación, todo cuanto acompaña
mi angustia de mundo... este desalejamiento
del que no descubro Cercanía... esta aysencia,
esta despatraimiento... esta cólquida amarga....
diría: ¡quién pudiera rescatar para sí
el dominio y cuidado de su Yo
y la habilidad de rescatar el Bello Sino
de la Gracia, la piel, Nemeroso,
que llamaste tu Delicia como si fuera
un dominio de dulzura, solidario tesoro
de ágalma y encráteia,
el cuidado / epiméleia,
sublimes plaguicidasde las íntimas arcadias
y sus huertos, conjuros a la presente ausencia.
15.
Vellocino de oro es la piel
de cada niña amada sobre el mundo,
vello púbis de oro tu Elisa, gala de blanca
transparencia aquella cuando me amara,
agrotóxica es la pena que conmueve
mi ser, interior mi Salicio cuando pide
sin amargura ya la sustentabilidad rural
frente a la muerte, el sistema sostenible
de gestión ante la Cólquida.
16.
La Cólquida que engaña con espacios
y al alma desterritorializa, te exilia, Nemoroso
y por eso te pierdes, seducido en desdenes
y temores, te arrebata las granjas y los pastos...
si yo me dejara contar con voz de Mingo Revulgo,
esta política de la tierra arrebatada
y cómo han sido traicionados
los principios de solidaridad, participación,
soberanía en la lucha por el alimento,
el espacio vital, la vivienda,
el transporte, la gestión de paz
y de esperanza, yo entendería
lo que es la sustentabilidad
y el respeto a los derechos humanos
y animales, el trabajo digno
y el poder productivo.
... pero, para mí, la Cólquida han sido las ventas
del carajo, al fimo hediente me enviaron,
a los besos y las vulvas de mujeres hedientes
como aquellas que Jasón hallara
malditas por Afrodita, asesinas de los hombres
en Lemnos, isla de la reina Hipsípila.
17.
¡Quién anunciara, como argonauta ante su rey:
«Eetes, até lo moroso, desaté la premura
por alegrías posibles, soy Jasón
al pie del Cáucaso, vencedor de lo a-TEMOR-izante.
Traigo la piel del Bello Sino,
maté el determinismo, ahora sí manejo
sanos plaguicidas y me siento enemigo declarado
de los glifosatos. Identifico
los demonios de la Cólquida!».
Endurecido por las pruebas del exilio,
templado en fuego por las iniciativas
y victorias en los desafíos, «Eetes, me voy»,
descubrí, Argo / nauta / cómo nos purifica
la refutación de este mundo, y la autocrítica,
cómo el corazón se engaña
al pensar que la vida natural es corrupta,
pan del Macho Cabrío,
no vino del mundo virginal, no voz
que eleva a Dafnis al Hallazgo de su ética primaria
y lo hace digno / Surtidor de ríos profundos /
pozos del fondo de la tierra siciliana,
pozos de amor bajo el karso..
¡Quién anunciara, como argonauta ante el rey:
«Eetes, ahora entiendo el Claror de Desocultamiento
y amo a Cloé, la pastorcilla que el alma lleva dentro de sí
como enagua bien puesta sobre huesos
hermosos, duros muslos, tan tersos...
y ella va al Pozo, y bebe y surte su mundo
y es conmigo para siempre!»
18.
En un mundo de monstruos y de espectros
con falsas civilizaciones, esferas de guaynabitos
en menosprecio por el hábitat patrio,
las rivalidades entre hermanos consuman
sus traiciones... Vanidades, ocultaciones
tras muros temerarios levantan distancia
y guardarrayas crueles:
Pelias que destrona a Esón, rey de Yolcos,
romeros convulsivos que urde que se entrampe
el futuro en Maravilla, gatas persas,
rechonchas de gordura que acumulan
riquezas entre rumbos infernales,
jeques y califas con poder que en satrapías
de Occidente se deifican con la estructura
perpetuada del comercio, monsttuoso
el mercado de hábitos consumistas
y mega angustias creadas por endeudadores.
Monstruoso mundo en que los
petrodólares, petroeuros, son las novedades
de Escila y Caribdis, vigilantes tentadores,
padres sacerdotales de la gente
atada a bienes superfluos, al igual que a las máquinas
que ya desprecia el viento, el sol, el animal
de transporte y por estrecha ruta, desfía
la hidra del tráfico / abismos / procesos / degradantes
a los que se da, a voluntad, por buenos,
con obediencia cruda, ajustado el saldo de adicción
a las explotaciones, [agado el precio
de las costumbras turbias...
Como esclavos a la gasolina y los hidrocarburos,
son los hijos de Escila, hijo de Carindis,
el succionador, quienes engordan
a dos monstruos horribles,
que al planeta mascan ...
Con quienes les desgarran y devoran,
el vómito negro filtran por Messina y Sicilia
y por tierras de Arcadia y globalizan las energías
que ni quiso Pan ni Dafnis... ahora son los demonios
los que tragan tres veces a diario el agua
de Poseidón y quienes sobre la tierra vomitan
y. con su excresencia, los nuevos sacerdites
se lucran y se edifican humo y llantas
y tapones vehiculares y al final
basura tóxica que a la tierra aridecen.
Hostia de Sacerdotes Negros
dan a comer al planeta estos hijos
desde Escila y Carindis,
materia prima / su pan favorito y leudado
a las naciones, y se bebe de su vino
de sangre gangrenada, pan anti-Pan
que atemoriza con pánico la vida de los prados.
Pan que se quema en horno de motores,
vino que erosiona y desgasta
tierra y mares antes de batirse como agua
y en las máquinas hacerse química de fuego,
pan y vino que nunca se transustancian
y a la naturaleza no devuelven
ni una pizca renovable de esencia filtrada.
En los estrechos canales de los pasos de la Mar,
Escila ha sido enviciada por este aliento oscuro del fermento.
Tantas cabezas tiene que es temida.
Tantas son los nombres de sus corporaciones,
pero así son los Nuevos Templos
del mundo monstruoso.
19.
____
Teoría de la sustentablidad / Carlos López Dzur: La experiencia más bella del humano / Libro de la guerra/ Sabor artístico / Teoría de la sustentablidad / Carlos López Dzur: La experiencia más bella del humano / Libro de la guerra
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