Por Álvaro Vargas Llosa
1] Con los Fujimori, el aprendizaje moral de la clase dirigente peruana, que tiene los valores invertidos y cree que libertades y DDHH son una cojudez, se interrumpirá. Resucitará la república bananera.
2]Con los Fujimori, el “modelo” volverá a ser el coto vedado de ciertos
mercachifles: el mercantilismo mafioso es la negación de una economía libre. El crecimiento anual de la década democrática fue tres veces superior al de los 90.
3] Con los Fujimori, se cancelará la posibilidad de que los pobres recuperen la dignidad: el método para comunicarse con ellos en los 90 fue la dependencia, la esterilización forzosa, la fosa y la cal.
4] Con los Fujimori, se instalará el terror en las empresas, salas de redacción y tribunales. Los despidos, amenazas y capitulaciones en el principal grupo mediático y una radio arequipeña son un abracadabrante anticipo. El fujimorismo no es una idea o proyecto: es un método. El método de Al Capone (sin el detalle del puro).
5] Con los Fujimori, garantizaremos que el magistrado César San Martín, un lujo para el Poder Judicial, sufra una persecución abominable.
6] La condición ética, política e intelectual de los botafumeiros de Fujimori basta para saber dónde no hay que estar. Para sus economistas copiones de alquiler, sus arlequines televisivos importados (con «dumping») y sus pelafustanes cibernéticos fue pensada la frase de Borges: «Se había adiestrado en el hábito de simular que era alguien para que no se descubriera su condición de nadie».
7] El candidato a primer vicepresidente de los Fujimori es un golpista. El candidato a segundo vicepresidente es casi fascista y tonto a partes iguales. En materia de autoritarismos, “casi” es un agravante y “tonto” un pleonasmo.
8] En los países donde las cosas están en su sitio, la cárcel no la gobierna el presidiario. La Diroes es hoy la hacienda de los Fujimori. El peligro no es que la candidata libere al padre sino que el padre enreje al país con hija y todo.
9] Con Ollanta, hay mayor garantía democrática. Si él comete un exceso, la derecha le saltará al cuello. Si los Fujimori cometen un crimen o delito, la derecha aplaudirá como foca.
10] Con Ollanta, el «modelo» podría adquirir más legitimidad social. Hubo dos fenómenos latinoamericanos en la última década: la expansión de la clase media y la modernización de una parte de la izquierda. Si Ollanta, bajo presión, da el salto definitivo, el Perú se sumará a una lista de vanguardia. El desarrollo no es posible sin una izquierda liberal.
11] Con Ollanta –y suponiendo su modernización definitiva– cerraremos el paso a futuros caudillos populistas. En Brasil, Chile, Uruguay y El Salvador, la izquierda moderada ha neutralizado el surgimiento de caudillos iluminados.
12] Las peores derrotas de Hugo Chávez no se las ha infligido la derecha sino la izquierda. Las críticas del uruguayo José Mujica a Venezuela el día mismo de su toma de mando y, ahora, la ruptura del paraguayo Fernando Lugo con Caracas han aislado más al venezolano. ¿Por qué regalarle en bandeja a Ollanta ahora que lo ha negado? Un estadista latinoamericano que tiene cómo saberlo acaba de asegurar en una reunión privada con un gran grupo mediático europeo: «Me consta personalmente: Ollanta no seguirá la línea de Chávez».
13] Para ciertas reformas difíciles, la izquierda puede ser más audaz que la derecha. Mujica acaba de proponer en Uruguay el bono escolar –subsidio a la demanda educativa– y Lugo ha abrazado la apertura en Paraguay: gracias a inversores foráneos, su pequeño país acaba de superar a la Argentina en exportación de carne. Ricardo Lagos abrió el comercio en Chile más que la dictadura de Pinochet.
14]En tiempos de la resistencia democrática, me tocó recibir a Ollanta en el hotel que hacía de cuartel general. Él y su esposa querían vincularse a la causa que lideraba Toledo. El Perú se dividía entre quienes luchábamos en desventaja por la libertad y quienes la habían apuñalado por la espalda. Su instinto en ese momento fue certero. Sus graves errores posteriores, que pagó en 2006, no quitan eso.
15] Al próximo Presidente le tocará lidiar con el fallo de La Haya sobre el diferendo marítimo con Chile. Si por alguna razón el fallo resultase desfavorable al Perú, es preferible un Ollanta constreñido por las responsabilidades de Estado.
16] Es mucho más saludable tener a Alan García haciéndole oposición a Ollanta que entendiéndose con un gobierno de Fujimori para cobrar por los servicios prestados.
17] Perú Posible, a pesar de las contorsiones de estos días, dará a Ollanta la mayoría necesaria para gobernar. Esa será una de las mejores garantías de que se ciña a los límites constitucionales.
18] Ha surgido una oportunidad de convertir la emergencia de la amenaza fascista en la oportunidad de un entendimiento entre la izquierda y sectores liberales. Hay precedentes históricos. En 1989, la coalición de conservadores y comunistas en Grecia acabó con un gobierno corrupto. En México, el PRD y el PAN de Felipe Calderón, con candidaturas comunes, han sacado del poder al PRI en varios estados y quizá vayan juntos en las presidenciales. En Inglaterra, liberal-demócratas (izquierda) y conservadores moderados han evitado juntos el continuismo.
19] Ollanta es la posibilidad que queda de enderezar la democracia que los demócratas torcieron en estos 10 años. Son responsables de ello los empresarios que reciclaron a periodistas enfeudados a la mafia, los políticos que se aliaron con ella para dirimir sus estúpidas querellas con otros demócratas, los dineros robados que no fueron totalmente repatriados y los muchos cómplices que pasaron piola (para usar un argentinismo) sin ser procesados. Qué razón tenía Alexis de Tocqueville: «El hábito de la falta de atención debe ser considerado el mayor vicio democrático». Si Ollanta triunfa, asegúrese la democracia de prestar milimétrica atención en el futuro.
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