Por Aníbal Rodríguez Vera
Para entender los sucesos que provocaron la invasión de Puerto Rico se impone conocer el origen y los antecedentes que le precedieron. Algunos historiadores sostienen, que el proceso del expansionimo norteamericano se inició a raíz del famoso discurso que pronunciara el presidente James Monroe ante el Congreso de los Estados Unidos de América el 2 de diciembre de 1823. El mismo se conoció como ´´La Doctrina Monroe´´que proponía una ´´América para los americanos´´.
Monroe entendía por americanos, los americanos del norte, es decir los blancos, sajones y protestantes. Estos eran los emigrados de Europa en busca de la libertad y se habían establecido en el mejor de los regímenes, habían encontrado el paraíso prometido y, por lo tanto, tenían el derecho y la obligación de establecer y ampliar cada vez más su frontera, sus principios, su organización y sus valores religiosos. Esa mística religiosa y geopolítica justificó el exterminio de los indios norteamericanos, la conquista del oeste, la guerra invasora contra México y la invación de Cuba y Puerto Rico.
Durante el año 1845, John Louis O´Sullivan editor de la revista ´The Democratic Review´ publicó una serie de artículos que tituló el Destino Manifiesto inspirado en la doctrina de Monroe. Él señalaba, la necesidad de anexar todo el continente norteamericano (menos Canadá que era anglo) basado en un ´´poder sagrado´´ otorgado por la divina providencia (dios) a la raza anglosajona (blanca) y protestante.
En el 1846, los americanos le declaran la guerra a México y el 12 de febrero de 1848 firmaron el Tratado de Guadalupe Hidalgo que puso fin a la Guerra mexicana-americana, reteniendo los Estados Unidos el 55 % de los territorios mexicanos, que incluyó los estados actuales de: Nevada, Arizona, Tennessi Colorado, Utah, Colorado y Wyoming. Previamente habían anexado a: Texas, Oregón, Arkansas, las Californias, Nuevo México, las Luisianas y las Floridas.
O´´Sullivan insistía además, ´´los Estados Unidos tiene la obligación de comprarle la isla de Cuba a España, y si los españoles no aceptan, que la invada.´´ Su Destino Manifiesto proponía además, la expansión de los Estados Unidos por el sur y el Pacífico, uniendo los oceános a través de un canal por Nicaragua que luego finalizó en Panamá, ocupar a Hawai, mantener a Samoa y ocupar las colonias españolas en el Caribe.
En el 1896 el presidente de Estados Unidos Grover Cleveland le recomendó al Congreso comprar la isla de Cuba. Antes de terminar su mandato presidencial Cleveland le escribió a su sucesor William McKinley. ´´Sr. Presidente, lamento dejarle de herencia, una guerra con España que ocurrirá antes de dos años´´.
Cabe destacar además, la influencia nefasta del empresario y magnate del periodisimo norteamericano William Randolph Hearst, una persona sin escrúpulos y editor del periódico amarillista The New York Journal, entre otros tantos que poseía. A través del mismo, Hearst ejerció su ´´poder ´patriotico´´, para que los Estados Unidos interviniera en el conflicto entre Cuba y España.
El 15 de febrero de 1898 a las 9:40 PM, una explosión provocó que el acorazado Maine volara por los aires en la bahía de la Habana. Algunas teorías afirman, que el mismo fue provocado por Hearst o por los norteamericanos para justificar la guerra contra España. Como era de esperar, The Journal tituló su portada: "Pedimos la intervención militar inmediata´´.
El 11 de abril de 1898, el presidente William McKinley logró la autorización del Congreso para iniciar la guerra contra España. El 21 de abril ordenó bloquear la isla de Cuba. El 12 de mayo bombardeó la ciudad de San Juan y el 25 de julio ordenó la invasión de Puerto Rico por la bahía de Guánica.
En menos de un siglo, la teorías de: ´´la Doctrina Monroe´´ y la del Destino Manifiesto habían logrado sus objetivos ´´iluminados´´ de una ´´América para los americanos´´. Lo demás es historia.
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