La Habana: Fidel Castro volvió a destacar las cualidades del candidato presidencial demócrata estadunidense Barack Obama, esta vez para decir que “supera en inteligencia y serenidad” al republicano John McCain, pero el ex presidente cubano sigue sin reaccionar a la anunciada intención del senador por Illinois de intentar un diálogo con La Habana “sin precondiciones”.
El pasado 26 de mayo Castro había dicho que Obama es “desde el punto de vista social y humano, el más avanzado candidato” presidencial en Estados Unidos, pero rechazó la mayor parte de la política del demócrata hacia la isla.
Este domingo, el ex presidente cubano dijo en un artículo que, con el profundo racismo de Estados Unidos, “de puro milagro” Obama no ha sido asesinado, como los líderes negros Martin Luther King y Malcolm X hace cuatro décadas. “Tiene además el hábito de mirar al adversario con serenidad y reírse de los aprietos dialécticos de un oponente que mira hacia el vacío”.
Castro, de 82 años y ausente de la vida pública por enfermedad desde julio de 2006, dedicó cinco comentarios a McCain en febrero pasado y luego otro en junio. En la misma línea de descalificaciones, el domingo añadió que el republicano “cultiva su fama de hombre belicoso, fue uno de los peores alumnos de su curso en West Point. No sabía nada de matemáticas, según confiesa y es de suponer que mucho menos de las complicadas ciencias económicas”.
Luego dijo que “lo que más abunda en McCain son los años y su salud no es en lo absoluto segura”. Así evocó la eventual posibilidad de que, si triunfara el republicano y muere o queda incapacitado, sería remplazado por la inexperta candidata a la vicepresidencia, Sarah Palin.
En su artículo de mayo, Castro había dicho que “haría un enorme favor a sus adversarios” si defendiera a Obama, pero quedan claros sus elogios al demócrata y sus ataques a McCain, un esquema que en algunos núcleos, como el anticastrismo radical de la Florida, puede ser un arma electoral de los republicanos.
El diario oficial Granma está registrando la campaña con un tono notablemente mesurado y analítico, sin la metralla de adjetivos que acostumbra la propaganda oficial, a través de artículos del experimentado diplomático y ex jefe de la Sección de Intereses de Cuba en Washington (1977-1989), Ramón Sánchez-Parodi.
En un discurso en Miami, en mayo, Obama hizo la que hasta ahora es su más detallada exposición sobre su eventual política hacia Cuba, que incluye la fórmula de “diplomacia directa, tanto con amigos como con adversarios, sin precondiciones”.
Aunque aún falta el resultado electoral y el desempeño efectivo del futuro jefe de la Casa Blanca, ese pasaje se relaciona con el reclamo, reiterado por el presidente Raúl Castro el 26 de julio de 2007, de que Washington decida si mantendrá la confrontación “o acepta el ramo de olivo que extendimos (en diciembre de 2006), cuando reafirmamos la disposición a discutir en pie de igualdad el prolongado diferendo”.
Más tarde, el 31 de julio de 2007, Fidel Castro escribió que “nadie se haga la menor ilusión de que el imperio, que lleva en sí los genes de su propia destrucción, negociará con Cuba”.
En su artículo de mayo último, Fidel rechazó la intención de Obama de prolongar el bloqueo económico y reaccionó ácidamente a la promesa del demócrata de liberar los viajes a la isla de los cubanos residentes en Estados Unidos, así como el envío de remesas a sus familiares, ahora todo ello sometido a fuertes restricciones.
“El discurso del candidato Obama se puede traducir en una fórmula de hambre para la nación, las remesas como limosnas y las visitas a Cuba en propaganda para el consumismo y el modo de vida insostenible que lo sustenta”, dijo entonces Fidel Castro.
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