Wednesday, February 3, 2010

Hágase tu voluntad


Por Arturo Cardona Mattei / Escritor puertorriqueño

Ya estamos recibiendo las primeras brisas del año 2010. Dejamos atrás un año 2009, que fue triste y doloroso para la mayor parte del mundo. No es que yo tenga una obsesión en recalcar lo negativo que ocurre en tantos lugares del globo. Es que esa es una realidad innegable. La raza humana está sufriendo grandes dolores. Hombres, mujeres, niños y ancianos están constantemente asediados por situaciones horribles que no logran resolverse a lo largo del tiempo. Aún los no nacidos son cortados de la vida, pues ni el vientre materno es refugio seguro. La maldad humana no tiene límites. Si algo nos molesta en la vida, tomamos la decisión más drástica para eliminar ese estorbo. Luego, nos preguntamos el porqué y la razón de que este mundo gire torpemente.

Nos cantamos muy cristianos, especialmente en el tiempo navideño, aunque la Biblia lleve años cogiendo polvo en algún lugar de la casa. Creemos cumplir con las enseñanzas bíblicas comiendo, bebiendo y haciendo regalos. En esa superficialidad de ideales vacuos nos entretenemos viendo el tiempo pasar. Año tras año nos montamos en el carrusel de la tradición. Así construimos ritos y mitos que vamos transfiriendo de generación en generación. Sin darnos cuenta que así nos vamos degenerando como creación espiritual. Pero, ¿nos paramos a meditar cuánto de todo este ritual tendrá la aprobación de Jehová Dios y su Hijo Jesucristo? No lo creo. Pues, todos los años mezclamos el espíritu navideño con el espíritu destilado. Y con los años la mezcla va aumentando. Nos gusta la copa rebosante, sea tinto o blanco. Y el Señor Q lo tragamos como se traga la tierra árida la poca lluvia recibida. Penoso decirlo, pero esos son días de glotonería y borrachera, y algunas otras cosas.

«Efectúese tu voluntad, como en el cielo, también sobre la tierra». ¿Estará el cristianismo de estos tiempos efectuando la voluntad de Dios? ¿Desearán de verdad los líderes cristianos de hoy que la voluntad de Dios rija en la tierra? ¿Estaremos dispuestos a someternos a esa máxima autoridad? ¿Estaremos prestos para hacer los cambios necesarios en nuestras vidas? ¿Dejaremos de robar? ¿Dejaremos de ser avaros? ¿Dejaremos de matar? ¿Echaremos al olvido las guerras? ¿Estarán los líderes religiosos de este mundo dispuestos a formar una sola congregación, una sola fe? ¿Estaremos dispuestos a enterrar la injusticia y el prejuicio? ¿Llegaremos a amarnos los unos a los otros? ¿Llegaremos a aborrecer los ídolos? ¿Nos desvestiremos de nuestra vieja personalidad para adquirir una nueva personalidad acorde con ese Efectúese tu voluntad? Mientras no aprendamos la verdad exacta –como dice el apóstol Pablo- nada cambiará en nuestras vidas. Y el mundo seguirá girando con los mismos aires de maldad y mentira.

Ahora bien, ese mandato de Efectúese tu voluntad ha sido mal interpretado por los líderes de la cristiandad. Al así hacerlo enseñan que todo lo que ocurre en nuestras vidas –bueno y malo- está ya predestinado, y que no hay manera de evitarlo. Y solo nos resta resignarnos. La Biblia no enseña tal cosa. Veamos.

Lo que se transmite con esa errónea interpretación es presentar un Dios insensible, injusto, vengativo y cínico. Eso no puede ser. Las cualidades de ese Ser Supremo son sumamente elevadas y siempre buscando el bien de sus criaturas. ¿Cómo es posible que un Dios amoroso desee que personas inocentes pasen por situaciones tan terribles? El discípulo Santiago escribió: «Al estar bajo prueba, que nadie diga: ‘Dios me somete a prueba’. Porque con cosas malas Dios no puede ser sometido a prueba, ni somete a prueba él mismo a nadie». Jehová Dios no es la fuente de lo malo. El origen de todo lo malo tiene otra fuente; y la propia Biblia lo llama el dios y gobernante de este mundo. Debe quedar bien claro que no todo lo que ocurre al hombre es la voluntad del Dios vivo y verdadero.

Pero la fea cristiandad que tenemos, con sus ideas contaminadas con el paganismo, envuelve al mundo en un manto de nubes negras. También hay otras dos fuentes que sí imponen su voluntad; las Escrituras también se refieren a la voluntad del hombre y a la voluntad de las naciones. El imperio de la religión falsa también nos dice que Dios le ha asignado a cada ser humano un propósito en particular para que lo lleve a cabo durante su vida. Esos pensamientos torcidos son los que prevalecen en la gran mayoría de los componentes de la cristiandad que nos aturde.

En los planes originales de Dios la muerte no estaba pensada. Quiere esto decir que aquellos planes sí contenían el magnífico regalo de una vida eterna. Por lo tanto, Dios no puede ser la fuente de las cosas malas que tienen a este mundo tan atribulado. Entonces, ¿qué falló? Surgió un desafío inesperado a la voluntad divina. Desde aquel preciso momento toda la raza humana ha estado en tribulación. Cuando el reloj de Dios dicte la hora exacta para que Dios intervenga en los asuntos de este mundo, entonces el magnífico mandato de Efectúese tu voluntad llegará a manifestarse en todo su esplendor. Así se llevará a cabo todas las promesas de las Escrituras. Así, y solo así, habrá manifestaciones de verdaderos milagros y bendiciones para toda la humanidad por igual.

Entonces, Dios usará su soberanía, que es su poder legal, para que su eterno propósito llegue a un final feliz. Génesis nos relata aquel milenario desafio, y Apocalipsis nos revela el triunfo final del Bien sobre el Mal. Esto no es mitología de la antigua Grecia.

Caguas, Puerto Rico
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